El rey Felipe VI ha presidido este jueves en el Palacio Real de Madrid una nueva edición de la Pascua Militar, una celebración con casi dos siglos y medio de historia y que abre oficialmente el año castrense. Un acto que por segundo año consecutivo ha estado fuertemente marcado por la pandemia, produciéndose algunos cambios sobre el guion tradicional para evitar en la medida de lo posibles los contagios de coronavirus.
Durante su intervención, ha destacado el papel fundamental que tienen las Fuerzas Armadas en la Defensa Nacional. "No quiero terminar mis palabras sin subrayar la importancia para la Defensa Nacional que tiene todo nuestro personal; nuestros hombres y mujeres que, día a día, demuestran ser lo más valioso que tenemos. Debemos seguir prestándoles la atención que requieren: en su propia seguridad y en sus necesidades y desvelos", ha dicho.
"Su esfuerzo profesional es clave, además, para mantener el intenso nivel de actividad que realizamos. La respuesta rápida y eficaz demostrada ante situaciones tan exigentes como las que hemos vivido no habrían sido posible sin su excelente preparación y sin la dotación de los medios necesarios. Y creo importante reconocer que su compromiso está siempre guiado por la entrega a España", ha continuado.
El Monarca ha ensalzado el papel que han jugado en apoyo al Estado –más allá de sus misiones constitucionales– y a la población en general tanto en la lucha contra la pandemia de Covid-19 como en los desastres naturales que han asolado en los últimos doce meses a nuestro país: la borrasca Filomena, la erupción del volcán de La Palma, o las DANAs e inundaciones que se han sufrido en diferentes puntos del territorio nacional.
"Los españoles también os han vuelto a sentir muy próximos, compartiendo sus mismos desvelos, asistiendo con personal y medios para superar momentos de emergencia o gran necesidad. Sé que os mueve el honor de servir a España y a nuestros ciudadanos, y que al cumplir con vuestra responsabilidad no escatimáis esfuerzos ni sacrificios", ha destacado Felipe VI.
Recuerdo a las víctimas y ausentes
Como no podía ser de otro modo, ha tenido un emotivo recuerdo que todos aquellos que han dejado la vida antes de tiempo. Ha mencionado expresamente a las víctimas de la pandemia de coronavirus, a los militares que han fallecido en acto de servicio en los últimos meses, tanto dentro como fuera de nuestras fronteras, y también a todas las víctimas que ha dejado en nuestro país el terrorismo de ETA.
"Quiero que tengamos muy presente a las víctimas que tristemente también este pasado año nos ha dejado la pandemia. Nos unimos al dolor y tristeza de tantas familias españolas. Y rendimos homenaje a nuestros compañeros fallecidos o heridos en el cumplimiento de sus misiones, tanto nacionales como internacionales. A ellos y a sus familias les agradecemos siempre su ejemplo. Siempre estaremos en deuda con todos ellos", ha destacado Felipe VI
"Además, precisamente, al cumplirse diez años del cese de la brutal violencia de la banda terrorista ETA, quiero honrar con gran emoción la memoria y dignidad de las víctimas del terrorismo. Muchas de ellas pertenecían a las Fuerzas Armadas y a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. Enviamos a sus familias un mensaje de ánimo y de admiración. Su fortaleza y altura moral nos sirve de guía a todos los españoles", ha añadido.
Secuencia de actos
El acto ha comenzado pocos minutos después del mediodía, cuando Don Felipe, acompañado por la reina Letizia, ha llegado al Patio de la Armería del Palacio Real. Allí ha sido recibido por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez; la ministra de Defensa, Margarita Robles; el ministro del Interior, Fernando Grande Marlaska; y la cúpula militar, encabezada por el Jefe del Estado Mayor de la Defensa (JEMAD), almirante general Teodoro López Calderón.
Los acordes del himno nacional, interpretado por la banda de música de la Guarda Real, ha dado inicio al acto, acompañado por 21 salvas de honor disparadas por cañones. El Monarca, vestido con el uniforme de capitán general del Ejército de Tierra, ha recibido honores y ha pasado revista a una formación de guardias reales. La distancia de seguridad que mantenían los militares formados es una de las novedades a las que ya obligó el año pasado la pandemia.
Los Reyes han subido a continuación hasta el Salón de Columnas, donde se ha producido el protocolario saludo a las comisiones militares de los tres Ejércitos y la Guardia Civil. Como ya sucediese el año pasado, el peligro que supone el coronavirus ha obligado a reducir a un tercio el número de invitados y se ha vuelto a evitar la tradicional Saleta Gasparini, mucho más pequeña que el Salón de Columnas.
Terminados los saludos, el acto se ha trasladado al Salón del Trono, donde se han impuesto las condecoraciones previstas –a esta sala sólo han entrado los condecorados, el resto de invitados se ha mantenido en el salón anterior a través de pantallas de televisión– y han comenzado los discursos. El primero, como es habitual, el de Margarita Robles como ministra de Defensa. El último, como colofón del acto, el de su Majestad el Rey.