La presión europea y de los partidos de la oposición ha terminado doblegando al Gobierno español. Tras mantenerse durante días como uno de los pocos países de la Unión Europea que no estaba aportando armamento ofensivo al Gobierno de Ucrania, el giro del Ejecutivo ha cristalizado este miércoles. Así lo ha confirmado Pedro Sánchez en la sesión de control del Congreso de los Diputados.
Horas más tarde, se ha conocido en qué consistirá ese envío de material bélico ofensivo. La ministra de Defensa, Margarita Robles, ha especificado que se van a enviar al Gobierno de Kiev un total de 1.370 lanzagranadas contra carro, un número no determinado de ametralladoras ligeras y un total de 700.000 cartuchos de munición. Entre esta munición habrá cartuchos tanto de fusilería como para las ametralladoras ligeras.
En una entrevista en Antena 3 TV, tras horas de silencio ministerial a las preguntas de los medios, ha especificado que este envío saldrá en dos aviones de transporte A400M del Ejército del Aire este viernes con destino a Polonia. Allí, en un aeródromo próximo a la frontera con Ucrania, será recibido por las autoridades de Kiev, que lo introducirá por sus propios medios en el país. Este es el procedimiento que están usando el resto de países de la UE y la OTAN.
También es el mismo método que se utilizó este fin de semana para el envío a Ucrania de material defensivo. Exactamente, se enviaron 20 toneladas de material, entre los que había cascos de combate, chalecos antifragmento y trajes de protección NRBQ (nuclear, radiológico, bacteriológico y químico) con dosímetros personales.