Uno de los personajes más celebrados por el separatismo, el exterrorista de la banda Terra Lliure Fredi Bentanachs, aseguraba altavoz en mano durante uno de los últimos cortes de tráfico de la avenida Meridiana de Barcelona que las identificaciones de los Mossos no servían para nada y que la presidenta del Parlament, Laura Borràs, anulaba las multas de los independentistas sancionados por desórdenes o resistencia a la autoridad. Este sujeto, que siempre aparece retratado al lado de los líderes políticos del proceso separatista, aseguró también que las identificaciones eran una "gilipollez". De las multas, apuntó dirigiéndose a los agentes autonómicos que "os las romperán en vuestra puta cara".
El exterrorista está en lo cierto. Según ha desvelado el PSC, ni siquiera las actas de los Mossos levantadas por hechos graves (agresiones a conductores, hogueras en medio de la calzada, actos de resistencia a la autoridad) se han traducido en multas. Todas han ido a parar a la papelera. Se trata de 2.775 actas, 150 de ellas correspondientes a los cortes de tráfico de la Meridiana, que fueron obviadas por parte de los responsables políticos de la consejería de Interior, en manos primero de Junts per Catalunya (JxCat) y desde la primavera pasada de ERC.
Tanto Miquel Buch como Miquel Sàmper, ambos posconvergentes, habrían hecho la vista gorda tanto para mantener activa la movilización separatista como para no enemistarse con los elementos más radicales del independentismo. Al republicano, antes socialista, Joan Ignasi Elena, le ha tocado cortar aparentemente con la complicidad de la Generalidad con los "activistas" de la Assemblea Nacional Catalana (ANC) que desde octubre de 2019 han cortado al tráfico la Meridiana con el único paréntesis del confinamiento por la pandemia.
El PSC ha analizado las actas desde 2019 hasta el presente y la conclusión es que la Generalidad ha actuado con una dejadez punible y dejado a los Mossos en una completa indefensión.