Según el Observatorio Electoral de El Confidencial, la crisis comienza a pasar factura a Pedro Sánchez, que perdería 11 escaños y 485.000 situándose en los 102 diputados, 18 menos que en 2019.
Pese a que el PSOE sería todavía el partido más votado, la encuesta de Imop-Insights augura una victoria clara del bloque de la derecha, con 177 representantes, 97 para el PP y 80 para Vox.
Uno de los datos más interesantes del sondeo es que PSOE, PP y Vox estrechan sus márgenes, hasta el extremo de que los tres partidos estarían en una horquilla de menos de cuatro puntos porcentuales en intención de voto, con un margen de error de ± 2,8 puntos. Es decir, están al borde de un empate a tres. El partido de Sánchez solo aventaja a los populares (23,6%) en 1,9 puntos. Y estos, a su vez, apenas sacan el 1,6% a Vox (22). Estos resultados dibujan una especie de tripartidismo, en el que "tres fuerzas políticas, con distancias mínimas entre ellas, acumulen más del 70% de los votos y el 80% de los escaños en el Congreso de los Diputados", como señala Ignacio Varela, director del Observatorio Electoral, que añade: "Cualquier pequeña oscilación en las próximas oleadas puede invertir el orden de las posiciones en el podio".
El sondeo, de 1.300 entrevistas, fue realizado entre el 14 y el 25 de marzo, un periodo especialmente complicado para los socialistas. El PSOE obtiene un 25,5% de los votos, perdiendo parte del terreno ganado en el sondeo de hace dos semanas. Con el agravante de que lo que pierde el PSOE no lo recogen sus socios, sino los partidos de derecha o los nacionalistas. El retroceso de la izquierda, que hace más mella en el PSOE que en Unidas Podemos (que sube una décima, hasta el 10,1% y un diputado más) hace imposible cualquier combinación para una hipotética investidura de Pedro Sánchez.
Crecimiento de la derecha
Después de un mes de caída continuada como consecuencia del acoso de Pablo Casado a Isabel Díaz Ayuso, el PP empieza a remontar, a menos de una semana de la confirmación de Alberto Núñez Feijóo como nuevo presidente del partido. Del 22,2% de hace dos semanas, los populares pasan al 23,6%, con 340.000 votantes y seis escaños más. No obstante, sigue muy lejos del techo obtenido en el Observatorio Electoral del pasado 27 de octubre: un 28% de intención de voto y 120 diputados.
Además, la amenaza del sorpaso de Vox, cuyo ascenso no cesa, es cada vez más plausible, siendo significativo los cerca de 600.000 votantes que el PP pierde en intercambio directo con los de Santiago Abascal. Vox tendría el 22% de intención de voto, ganaría cinco escaños y 315.000 votos respecto de la última encuesta. Sus votantes, además, serían los más fieles: casi el 90% de los que lo apoyaron hace dos años y medio se inclina por repetir papeleta.
Mientras tanto, Ciudadanos seguiría en caída libre, con un 2% de intención de voto. Inés Arrimadas sólo conservaría el 15% de los que le votaron en 2019 y su medio millón de electores no bastaría para obtener representación, lo que convertiría a los naranjas en fuerza extraparlamentaria.
Situación de los bloques
El resultado se la suma de bloques es que la distancia entre derecha e izquierda no ha parado de crecer. PP, Vox y Ciudadanos aglutinan el 47,6% de los votos, su mejor marca en el Observatorio Electoral, mientras que la izquierda, que aglutina a PSOE, Unidas Podemos y Más País, toca su suelo hasta la fecha, con el 37,1%. En sólo dos semanas los márgenes prácticamente se han duplicado, pasando de los 5,8 puntos del 16 de marzo a los 10,5 de ahora.
La derecha, con la excepción de las CCAA históricamente nacionalistas, supera en intención de voto a la izquierda en todas las circunscripciones. Todo ello llevaría a una clara victoria de PP y Vox, que sumarían 177 escaños e impedirían cualquier combinación que volviera a hacer presidente a Pedro Sánchez. Además, después de varias encuestas al alza, los partidos nacionalistas también sufren una merma, con un descenso de EH-Bildu y JxCat.