Al menos cuatro dotaciones de agentes de la Policía Local de Mataró fueron amenazadas y atacadas por decenas de jóvenes del barrio de Rocafonda –con un elevado porcentaje de población de origen magrebí– porque intentaron poner una multa a un individuo que tenía el coche aparcado en doble fila. Lo que en principio parecía un sencillo trámite ante una infracción de tráfico degeneró en un enfrentamiento cuya conclusión fue la Policía Local huyendo de las iras de unos sujetos que les lanzaban naranjas, botellas y hasta cascos de moto.
Según los medios locales, este pasado martes a las ocho de la tarde, una patrulla trató de multar al conductor de un coche estacionado en doble fila, pero este reaccionó con gritos y amenazas. El escándalo provocó que decenas de jóvenes se arremolinaron en el lugar de los hechos. Los agentes pidieron refuerzos pero ni la llegada de hasta cuatro patrullas de la Policía Local sirvió para disuadir a los alborotadores. Todo lo contrario. Se envalentonaron hasta el punto de lograr que los agentes abandonaran a toda prisa la escena bajo el lanzamiento de objetos de todo tipo.
Una entidad denominada Patrulla Vecinal de Mataró –que se dedica a denunciar la falta de seguridad y recopilar material gráfico sobre la inseguridad en esa y otras ciudades– ha distribuido a través de las redes sociales imágenes de los incidentes que ponen de manifiesto la impotencia policial. En ellas se ve como unos diez agentes retroceden a pie ante el avance de los jóvenes. Una vez en los coches policiales, dichos jóvenes procedieron a lanzar objetos contra los vehículos.
🔴Us deixem un recopilatori de tots els vídeos que ens heu enviat sobre l'atac a la policia a Rocafonda
— Patrulla Vecinal Mataró (@patrullamataro) April 26, 2022
No es precisamente la primera vez que ocurre algo así. El pasado mes de septiembre, un grupo de agentes locales y autonómicos tuvo que huir a la carrera para evitar utilizar sus armas de fuego en Tiana (Barcelona). Los jóvenes que les perseguían se quejaban de que un concierto en las fiestas de esa localidad hubiera acabado a las dos de la madrugada. Pocos días después, en las fiestas en honor de la Virgen de la Merced en Barcelona, los botellones degeneraron en agresiones sexuales, quema de vehículos y contenedores, ataques a los agentes de la Guardia Urbana y saqueo de comercios.