La Generalidad de Cataluña y los rectorados de las universidades públicas catalanas han dado un paso más en su persecución del idioma español y han comenzado a avisar a sus docentes de que tendrán que demostrar que poseen el certificado de catalán o pasar un examen para acreditar ese grado de conocimientos. Y en caso de que no lo aprueben, serán expulsados. El plazo para cumplir con esos requisitos es variable. A una profesora de la Universidad de Barcelona el 31 diciembre de este año deberá haber "resuelto" su situación. A otra de la Universidad Autónoma de Barcelona se le ha informado por carta de que la fecha límite es junio del próximo año.
Según ha informado Crónica Global, la maniobra de la Generalidad es idéntica a la realizada por los gobiernos de Jordi Pujol en los años ochenta y que se saldaron con la expulsión de las universidades públicas catalanas de catorce mil docentes. El citado medio reproduce una de las cartas enviadas a los profesores por la UAB que alude a la ley de Política Lingüística de la Generalidad y al decreto relativo a la acreditación del conocimiento del catalán por parte de los profesores "permanentes", requisito que también forma parte del reglamento del profesorado de la propia universidad.
Tras la introducción "legal", se advierte al receptor de la misiva que "según la unidad de personal docente no consta que hayas proporcionado la acreditación del nivel de competencia en lengua catalana para la docencia. Como sabes, la acreditación del nivel y los cursos que puedas necesitar para prepararte son gratuitos y están a tu disposición en el servicio de lenguas de la UAB".
Líneas después se insiste en la exigencia: "De acuerdo con la normativa vigente, en el momento en el que accediste a tu plaza permanente debías librar la certificación correspondiente a la unidad de personal docente. El plazo acabará en junio de 2023. Esperemos que puedas completar los requerimientos de la plaza que ocupas de manera satisfactoria".
Esta exigencia forma parte del plan de la Generalidad para erradicar el español de las aulas universitarias. Así, la administración autonómica exige a los rectores la elaboración de listados con el personal docente que no hable catalán o que se pase del catalán al español a petición de los alumnos. Según datos de la propia Generalidad, en los grados el uso del catalán es mayoritario (77%), pero el porcentaje se reduce en los másteres, donde hay mayor presencia de español e inglés.