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Moncloa, fuera de sí: un millón de votos del PSOE se irán a Feijóo

La campaña andaluza discurre con una izquierda fuera de sí. Solo faltan las cartas con balas.

La campaña andaluza discurre con una izquierda fuera de sí. Solo faltan las cartas con balas.
El presidente del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo. | EFE

El Mundo


"Sánchez avisa: aprobará más leyes sin Podemos para acabar la legislatura". "Feijóo condiciona cualquier pacto con el Gobierno a que Sánchez deje de "insultar" al PP". Feijóo no conoce a Sánchez. Le dolió que el fatuo de Sánchez les llamara mangantes.

Dice Santiago González que "se quejaba Feijóo de que Sánchez les insulte al tiempo que les pide el voto, pero debería recordar que contra el vicio de pedir, la virtud de no dar. Parece que algo de razón lleva Abascal al advertir de que "ningún colaboracionismo con este Gobierno es aceptable".

"No negaré virtudes políticas al presidente del PP, ver la recuperación de su partido después del erial de Casado y la caída del sanchismo en intención de voto, pero debería tener en cuenta que la prioridad fundamental es el desalojo de Sánchez y su peña. Confiar en la ley de la gravedad puede ser un regalo para que un personal cada vez más harto vote a Vox para que el PP cumpla con lo que de él se espera". Que a Sánchez ni agua. Si cree el gallego que el psicópata de la Moncloa se lo va a agradecer es que aun no ha aterrizado en Madrid.

El editorial critica que se utilice la ley del "sí es sí" como un arma arrojadiza contra la derecha, pero qué se puede esperar de algo que proceda de Irene Montero, llegada a ministra por ser la señora de Pablo Iglesias. "Es una pena y otra gran oportunidad perdida que, con todo este trasfondo, el Gobierno haya sacado adelante la conocida como ley del sólo sí es sí buscando el apoyo exclusivo de sus aliados habituales en vez de haber intentado consensuar un instrumento jurídico que concitara el apoyo más unánime posible en el Congreso". El Gobierno más sectario de la historia.

"Esta ley, que como hoy publicamos divide profundamente a los juristas, es la medida estrella de Irene Montero como ministra de Igualdad esta legislatura. Y en su extemporáneo discurso en el Hemiciclo aprovechó para sobreactuar y presentar este grave problema desde una posición que solo busca polarizar a la sociedad, recurriendo a términos tan agresivos y divisivos que convierten en enemigo a todo aquél que no comulga con el ideario del feminismo más radical". O sea, Podemos en estado puro.

El País

"España refuerza su papel en la OTAN al enviar misiles a Letonia". "Sánchez y Díaz exhiben unidad en la coalición al día siguiente de votar divididos en el Congreso". "Unidas Podemos no apoyó la ley audiovisual, pero llegó a garantizar que lo haría si el PP se pronunciaba en contra". Vamos, un paripé más. "La coalición sigue adelante con sus fricciones habituales, pero con la sensación muy instalada en el Ejecutivo de que no hay ninguna ruptura a la vista y todos tienen importantes incentivos para seguir adelante y tratar de darle la vuelta a las encuestas de aquí a finales de 2023. La sensación instalada en el Gobierno, que arrancó con el pleno del jueves, en el que Sánchez fue muy duro con el PP, es que la campaña electoral ya será prácticamente permanente, y seguirá después de las andaluzas en una especie de larguísima batalla hasta las generales pasando por las autonómicas y municipales de junio de 2023". Sí, se nos va a hacer eterno. Y encima con Sánchez ideando maduradas, como lo de adelantar la edad para votar deprisa y corriendo. Incluso algunos de los periodistas a su servicio le sugieren que atrase las elecciones todo lo posible utilizando incluso a la princesa Leonor. Seguro que incluso se le pasa por la cabeza no convocarlas si ve que las va a perder.

Y Pepa Bueno nos cuenta que está en contra de la prostitución. "Proteger la prostitución como si fuera un trabajo más permite mejorar las condiciones de vida de las mujeres, pero no incide sobre las causas sociales y económicas de esta forma de explotación. Tampoco asegura que quienes dicen ejercerla de forma voluntaria sean realmente libres, ni que sean los proxenetas quienes, bajo diferentes formas de ocultamiento, se acaben aprovechando de esa regulación". ¿Y quién decide quién es realmente libre? ¿Tu, Pepa? ¿Irenita, tal vez?

"Convertir la prostitución en una actividad económica reconocida y regulada, como ha hecho Alemania, tampoco evita la trata de mujeres y estimula el consumo de prostitución como si fuese una diversión más, y aligerada de reproches sociales. El modelo abolicionista aplicado en Suecia sí ha reducido la prostitución pero el efecto indeseable ha sido su crecimiento en la clandestinidad. Ese es el mayor peligro de este enfoque". Y claro, es mucho más importante que se trate como una diversión más, Fermín, mis sales, que arriesgar la vida de las prostitutas al obligarlas a ejercer en la clandestinidad sin protección ninguna.

Pero Pepa tiene ya una solución. "Un plan muy ambicioso que ofrezca alternativas de inserción social y laboral". Claro, Pepa, claro, seguro que eso no se le había ocurrido a nadie antes. Las prostitutas que te lean se van a quedar hoy mucho más tranquilas. No sé qué haríamos sin ti.

Le responde Fernando Savater, un hombre con mucha más sesera. "Reconocer la dignidad humana es aceptar la libertad del otro y su disponibilidad para encaminar su vida como prefiera, siempre que no perjudique a terceros. No hay dignidad en ser obligado a obedecer a los sabios o a los santos, sólo humillante necesidad social". Toma zasca, Pepa.

"Hoy neocuras dicen que el "sí" de la prostituta nunca es libre, lo sepa ella o no. Aunque diga mil veces sí, cuenta como un no. El sí sólo es verdadero cuando su motivación es limpia: lujuria(¡uy!), procreación (¡psch!), amor(¡aagg!!). Pero nunca por beneficio económico. El dinero siempre peca o hace pecar. ¿Es malo buscar el lucro? Pues yo no escribiría si no me pagasen. Y de los motivos del no, ¿nada que decir? ¿El no siempre es digno... aunque sea por fastidiar?". Es que hay mucho neocura rondando por ahí, Fernando, a ver si al menos los sacamos del Gobierno.

Berna González Harbour continúa con el acoso a Juan García Gallardo que ha emprendido la izquierda mediática por unas palabras malinterpretadas (o malintencionadamente malinterpretadas, que tontos no son).

Las palabras "elegidas por el vicepresidente de Castilla y León (¡un vicepresidente!, un ser que representa a todos los ciudadanos de esta región) para referirse a una procuradora con movilidad reducida en las Cortes puede situarse en el vocabulario infecto y favorito de los nazis. "Le hablaré como si fuera una persona como todas las demás", le dijo". Exacto. Lo que quería decir Gallardo es que no iba a discriminarla por su discapacidad. Que no la iba a tratar con conmiseración, sino como a todo el mundo. Pero la izquierda ha retorcido esas palabras hasta la náusea y alguna cadena de extrema izquierda ha estado toda la semana acosando a Gallardo y a su entorno, a Mañueco, a Feijóo. Todo vale contra el PP.

"Además, acusó a la izquierda de "invitar a los padres a triturar en el vientre de las madres a quienes tienen discapacidad", cuando el único triturador dialéctico de discapacitados fue él". Gallardo estaba opinando sobre el aborto. Hay temas sobre los que se dicen muchas burradas, y la izquierda no se queda atrás. De hecho, tu has llamado nazi a Gallardo, por la cara, porque como Berna es de izquierdas puede proferir los insultos y descalificativos que le venga en gana.

"Pero el PP va a necesitar mucho más que pedir disculpas si sigue poniendo la alfombra roja para que Vox la ensucie entre multitudes. Porque sus palabras también les contaminarán". Lo que tiene que hacer el PP es enfrentarse a esta pandilla de acosadores o les comerán vivos. Estos, que se han ensuciado al pasar por alto los pactos de Sánchez con terroristas, golpistas y delincuentes de extrema izquierda y se permiten dar lecciones a los demás.

ABC

"El credo sanchista asalta los libros de texto del próximo curso". "Eutanasia, Franco, Greta y votos al PSOE: los nuevos libros de texto inundan de ideología las aulas españolas". "Nunca hasta ahora un Gobierno había introducido en la enseñanza tanta propaganda oficial, tanta autocomplacencia y tanto adoctrinamiento. Y sin sutilezas. Es sanchismo a borbotones para los niños y jóvenes", dice el editorial. "No se trata solo de orientaciones ideológicas burdas, sino de una manipulación sistemática de la enseñanza, casi fanática, en virtud de criterios de pensamiento único y sin margen a las ideas propias, a la reflexión del alumno o al debate plural y abierto. Es otra dosis más, como ocurre en tantas normas del Gobierno, de consumismo ‘progre’ con exigencias identitarias y de pertenencia, según las cuales solo la izquierda representa el sano progreso y la derecha se identifica con una mala ciudadanía". "Nunca ningún presidente en democracia incurrió en este ejercicio de abuso escolar, de ventajismo político y de perversión educativa. En realidad es un eslabón más de la cadena para el secuestro intelectual de la sociedad, que queda sometida desde las primeras edades a un modelo ideológico impuesto que rompe cualquier molde de reflexión crítica. Caudillismo de diseño". ¿Y qué es Sánchez? Pues el caudillo del gobierno Francostein.

"Ya sólo queda inventar un himno que se pueda cantar cada mañana al empezar las clases", dice Julián Quirós. No des ideas.

La Razón

"El PP ve "inviable" la reforma de las leyes del CNI y Secretos Oficiales". "No las apoyará si debilitan las instituciones. Feijóo avisa a Sánchez: «Conmigo que no cuenten mientras insulten al PP». Pide a sus parlamentarios no entrar en el zasca". Feijóo intenta ser un señor pero tiene enfrente a un patán. "Los gurús de Moncloa buscan encender al PP para que salte y se identifique con Vox, y también quieren sacar beneficio de las salidas de tono del partido de Santiago Abascal". La estrategia se ha visto claramente con Gallardo esta semana.

Cristina L. Schlichting dice que "Feijóo ve a su alcance un millón de votos del PSOE". "Lo que Pedro Sánchez no esperaba es que Alberto Nuñez Feijóo le disputase justo esos votantes. La franja de electores moderados, que no tiene empacho en cambiar su voto y que ha visto como las siglas del PSOE se tiñen de extraños colores, que nada tienen que ver con el voto obrero".

"Alberto Núñez Feijoo cuidará unas formas presidenciales, nada extremas, tenderá la mano al Gobierno en cuanto considere razonable, se mantendrá lejos de las leyes de Irene Montero o los acuerdos de legislatura con ERC o Bildu y reiterará poco a poco que conviene adelantar las elecciones". Y los enfrentamientos verbales con Sánchez, para Ayuso que se le da mejor.

Julián Cabrera dice que "el panorama de campaña para unas elecciones que pueden marcar el devenir de toda la política nacional a medio plazo vaticina líneas de actuación claramente diferenciadas, desde la atención diaria en los movimientos neo populistas del fenómeno Olona ya alcanzando velocidad de crucero gracias a las lanzaderas socialistas, pasando por lo que será una permanente llamada al voto útil desde la candidatura de Moreno Bonilla y lo que a buen seguro supondrá un «más madera» desde las filas de la izquierda –sobre todo socialistas– con encuestas inmisericordes contra Juan Espadas, ya sin el factor clientelista que antaño proporcionaba el ejercicio del poder con manejo de presupuesto y recurriendo a algún conejo en la chistera de los próximos Consejos de ministros. Por encima de todo, el «19-J» lo que arranca es una agria e interminable precampaña electoral en la carrera hacia La Moncloa". Sobre todo agria. Sánchez es capaz de cualquier barbaridad. No hay más que ver el desquicie de la izquierda mediática.

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