La implantación en septiembre de la LOMLOE en los cursos impares de todas las etapas educativas está obligando a las editoriales a acelerar la adaptación de los manuales a la nueva doctrina: los borradores de los nuevos libros, en algunos casos, o las muestras, en otros, están empezando a llegar a colegios e institutos materializando las consignas de la Ley Celaá sobre desarrollo sostenible y perspectiva de género en todas las asignaturas del currículo, con la obligación, por ley, de hacer hueco entre el contenido a mensajes de todo tipo, incluso en aquellas asignaturas que en principio nada tendrían que ver con ello.
La situación es más sangrante en Bachillerato, la etapa educativa que prepara a los alumnos para el acceso a la universidad y que también debe dejar espacio en el temario a las consignas de la nueva ley educativa. Un ejemplo lo ofrece el material promocional de la editorial SM para Matemáticas de primero de bachillerato. En su índice de contenidos, cuando alude a los "vectores" o el "sistema de referencia euclídeo", incluye que hay que identificar la vida "con una red de cuidados mutuos que persigue el bien común y dentro de la cual todos somos receptores y donantes, corresponsables del bienestar global". A falta de conocer en qué se concretará esa enseñanza en el futuro libro, lo cierto es que la LOMLOE habla profusamente de "bienestar" y "emociones" en el currículo de Matemáticas. Lo mismo ocurre en el material de Dibujo Técnico, que habla de "perseverar en propósitos relacionados con el bien común" en el epígrafe dedicado al "trazado de polígonos" como el triángulo y el cuadrilátero.
En Física y Química también se hablará de "bien común" según dicta la LOMLOE y según muestran los primeros esbozos de los nuevos libros. El manual de primero también de SM incluye en cada epígrafe del índice menciones a los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Así, al hablar del "átomo y el sistema periódico", menciona el desarrollo de "la capacidad de investigación para lograr el bien común". Mientras, el futuro tema sobre la "velocidad" y la "aceleración", hablará también de "ser consciente de la importancia de adoptar estilos de vida sostenibles".
El mismo tipo de contenidos se cuela en otras asignaturas como Cultura Clásica de Secundaria cuyo manual de SM propone aprovechar el capítulo de La vida en Roma para "visibilizar la red oculta de cuidados que hace posible la vida". Además, animará a "participar activamente en la creación de una sociedad justa y solidaria" en el capítulo "¿Cómo era la sociedad griega"? Mientras, el latín y el griego se sumen aún más en la irrelevancia con la nueva ley.
Para incorporar la agenda verde y la feminista, los manuales, además de mencionar referentes intelectuales femeninos, fuerzan la inclusión de fotos de niñas o mujeres o seleccionan temas para los comentarios de texto relacionados con estas temáticas. El libro de Lengua de Mc Graw Hill para primero de Bachillerato propone comentar un artículo periodístico titulado "La batalla por la igualdad de género llega a la lengua" en el que se incluyen frases como "el lenguaje es sexista porque las sociedades son sexistas".
En el manual de Filosofía de primero de Bachillerato de Oxford, se habla de los "roles de género" diferenciando entre sexo y género y afirmando que "el género no es un elemento biológico, sino una condición social adquirida a la que se le ha asignado una serie de roles, es decir, un conjunto de deberes, prohibiciones y expectativas aceptadas socialmente y asociadas bien al género femenino, bien al masculino". A la mujer le atribuye un "rol reproductivo", "espacio doméstico", "trabajo no remunerado", "servicio y cuidado de personas" y "mediación-subordinación". Al hombre, un "rol productivo", "espacio público", "trabajo remunerado", "poder y responsabilidad", "autoridad-dominación". El "activismo", apunta, ha logrado "importantes avances" para superarlos.
Un "chorro ideológico" que viene de atrás
Desde la comunidad educativa, el mensaje es que este "chorro ideológico" proyectado en todas las materias "no es nuevo" y viene de la primera ley socialista, en alusión a la LOGSE. Lamentan que el contenido se difumine mientras se vierte una "visión sesgada y única de una determinada parte de la población".
También denuncian el intento de "juzgar" los hechos de los antiguos, en alusión al revisionismo histórico o la lectura feminista de de los grandes filósofos. "No se puede meter en la escuela estas cosas, tiene que ser un sitio de libertad con representación de todas las opiniones sociales, no solo una", denuncian.