Desde la tramitación del artículo 155, el Senado no levantaba la expectación de este martes. Más de dos meses después de haber sido elegido líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, se enfrentó por primera vez en una Cámara al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.
El líder del PP inició su intervención dejando claro que las formas utilizadas en el Congreso y en el Senado por los grupos no iban a ser las suyas. "Quiero reivindicar la política útil", sin "crispación, descalificaciones ni insultos", avanzó Feijóo que le dejó claro al líder del Ejecutivo que no había "venido aquí a insultarle".
Tras ello, se centró en su intervención, de marcado carácter económico. Primero, puso sobre la mesa el plan económico que los populares presentaron al Gobierno. El líder del PP pidió a Sánchez devolver a las familias parte de lo recaudado: "Si estamos recaudando más que todo lo previsto para todo el año, no le parece que sería razonable devolver ese dinero a las familias, a las rentas medias y bajas. Hagamos un plan que mejore a las familias".
El nuevo líder del PP también recordó el documento que, por error, mostró públicamente Yolanda Díaz tras un Consejo de Ministros en el que recogían la preocupación del Ejecutivo por las elecciones andaluzas y el "efecto Feijóo". "Olvídese del efecto Feijóo y céntrese en el efecto de la inflación", insistió el líder del PP que dejó claro que él había llegado al Senado para "hacer oposición muy ayudado por algunos ministros", dijo, para añadir también: "Esto es una oposición de Estado, lo que no tiene usted son unos socios de Estado".
"Una cosa es gobernar y otra es resistir", zanjó. Pero Sánchez no respondió a ninguna de las peticiones económicas de Feijóo. El guante blanco del presidente apenas duró un par de minutos. Los suficientes para ir a saludarle a su llegada y elogiar cómo han trabajado ambos durante las conferencias de Presidentes, unos "resultados fructíferos" que le gustaría "extenderlo ahora que se dedica a la política nacional".
Sánchez insiste en el CGPJ
A partir de ahí, Sánchez fue virando, empezó criticando las "declaraciones desconcertantes" y acabó acusando al PP de "estorbar, estorbar y estorbar" durante "la guerra y la pandemia". Tras una retahíla de descalificaciones, Sánchez presumió de liderar "un gobierno que cumple con la Constitución" y le preguntó, una vez más a Sánchez, si estaba dispuesto a renovar el CGPJ.
En su contrarréplica, Sánchez volvió a incidir en la renovación del CGPJ acusando al PP de "llevar 3 años bloqueando los órganos constitucionales" y de "seguir hablando mal de España cuando está fuera de España". El presidente llegó a asegurar que Feijóo "no se lee" los acuerdos que les ha planteado. Y, tras defender la revalorización de las pensiones o la subida del SMI, Sánchez acabó planteando un falso dilema como respuesta a las críticas económicas de Feijóo:"O derechos sociales o retrocesos sociales"