Argelia también sabe utilizar la inmigración ilegal como ariete contra España. Si Marruecos lleva practicando esta medida de presión desde hace décadas, y con buenos resultados a tener de lo que ha ido obteniendo de los sucesivos inquilinos del Palacio de La Moncloa, en el Gobierno de Argel han decidido que ya es hora de que ellos también hagan lo mismo. Y el resultado se vio con claridad durante este miércoles.
Desde las 02.00 de la madrugada hasta la media tarde, un total de seis pateras llegaron a las costas de las Islas Baleares. A bordo, según los datos hechos públicos por la Delegación del Gobierno en esta comunidad autónoma, iban 113 inmigrantes. Se trata del mayor número de inmigrantes llegados en un solo día desde Argelia en todo 2022.
De hecho, con las pateras registradas este miércoles, que lo han hecho a las costas de las islas de Mallorca, Formentera y Cabrera, ascienden a 32 el número de embarcaciones que han cubierto con inmigrantes la ruta Argelia-Baleares este año, llevando a bordo a un total de 467 personas. Es decir, el 25 por ciento de los inmigrantes llegados en patera a las Islas Baleares en todo el año lo han hecho este miércoles.
Poco después de que concluyese este aluvión de pateras, el Gobierno argelino anunció oficialmente que suspendía el tratado de amistad suscrito con España hace casi dos décadas, como consecuencia de lo que calificaba como un"injustificado" apoyo al plan de autonomía de Marruecos sobre el Sáhara Occidental. Es decir, que quedaba patente que la oleada de pateras desde Argelia tenía una clara intencionalidad política.
Pese a esta situación, el ministro del Interior, Fernando Grande Marlaska, ha mostrado su esperanza este jueves en que la suspensión del Tratado de Amistad entre los dos países no afecte en dos materias fundamentales como son la cooperación entre ambos países en temas de seguridad (especialmente en la lucha contra el terrorismo yihadista) y en temas de inmigración ilegal.