Los datos del mes de mayo muestran un fuerte incremento de las exportaciones de gas con destino al norte de Europa. El gasoducto que une España con Francia y que permite exportar gas natural ha pasado de vender 1.917 GWh/mes a 6.185 GW/h si se compara el mes de mayo de 2022 con respecto al mismo periodo del ejercicio anterior. Todo ello coincide con un momento en el que la recepción de gas de Argelia ha caído en el mismo periodo a la mitad. Y en el que la compra de gas ruso se ha disparado un 52%. Todo ello, en plena invasión de Putin a Ucrania. Y todo ello, porque el gas ruso sale más barato y se puede exportar al norte de Europa, como se está haciendo.
Los datos arrojan un perfil difícilmente justificable desde el punto de vista político. Porque mientras que se ha vendido una actitud política contraria a Putin y de apoyo puro a Ucrania, lo cierto es que Pedro Sánchez ha permitido que se siga comprando gas ruso a un precio más bajo y que se exporte por medio del gasoducto que une España con Francia con destina al norte de Europa.
Por eso se puede explicar que se haya disparado la exportación de gas por el gasoducto de los Pirineos pasando, en el mismo mes, de 1.917 GWh en 2021 a 6.185 GWh en 2022.
¿De dónde ha salido esa venta de gas? España ha perdido gas argelino, que se ceñía a un tratado de amistad y con un precio relativamente barato. Ha ganado gas de EEUU pero muy caro —procedente de fracking y transportado por medio de metanero—. Y ha disparado la compra de gas ruso.
Por lo que se traduce en que al menos parte del gas vendido al norte de Europa tiene que ser ruso, porque es el extra añadido en este periodo que tiene un precio con potencial de subida. Y, si no le puede elevar el precio en la venta, no tiene sentido que se exporte.
Hay que recordar que los datos del gestor técnico del gas que revelan estas exportaciones son los mismo que ya han confirmado que, justo tras la visita de Sánchez a Zelenski, España disparaba la compra de gas ruso un 52%, uno de los principales medios de financiación del régimen de Putin. Y, por lo tanto, de la invasión de Ucrania.
Todos estos datos aparecen reflejados en el informe de cobertura de la demanda del gestor técnico del sistema de gas de España. Y allí se puede observar cómo España ha comprado un total de 3.289 GWh de gas natural ruso en el mes de mayo. Es decir, justo después de que Pedro Sánchez abandonara Ucrania tras su visita al líder ucraniano, Volodímir Zelenski. El dato es representativo: nada menos que el 9% del gas natural total adquirido ese mes desde el mercado español. Pero es aún más llamativo si se compara con el dato del mayo previo, el mismo mes de 2021. En ese periodo se compraron a Rusia 2.163 GWh, el 7,4% del total.
Es más, en ese mismo mes de mayo hay otro dato muy significativo: el de la venta de gas de Argelia a España. En este último mayo, la compra de gas a Argelia ya ha sido recortada literalmente a la mitad de la efectuada el mismo mes de 2021. Por lo que Argelia ya ha dejado sin la mitad de todo el gas que enviaba tradicionalmente a España.
Los datos son los siguientes. El gas no licuado importado desde Argelia en mayo de 2021 fue de 15.635 GWh. Y el gas natural licuado comprado y transportado por medio de metaneros se situó en 2.488 GWh. Resultado final: 18.123 GWh de gas importado de Argelia. El mes de mayo de 2022 —justo antes de la ruptura por Argelia del tratado de amistad con España y del corte de relaciones comerciales—, el país suministrador ya había segado a la mitad el envío de gas con respecto al mismo periodo del ejercicio anterior. Este mes de mayo España sólo ha comprado 7.003 GWh de gas natural no licuado y 2.091 de licuado por medio de metanero. Resultado: 9.094 GWh, literalmente la mitad de los más de 18.000 GWh adquiridos un año antes por las mismas fechas.
Pero, pese a ese recorte hemos podido vender al resto de Europa. Gracias, precisamente, a comprar gas ruso procedente de metaneros.