
El presidente de la Generalidad valenciana, Ximo Puig, se ha limitado a reiterar su "respeto a la Justicia y a sus procedimientos" tras la imputación de la vicepresidenta de Mónica Oltra por el presunto encubrimiento de abusos sexuales de su exmarido a una menor tutelada, y ha mostrado su "voluntad a que se esclarezca y se tome la decisión que sea más justa".
Puig no ha querido pronunciarse sobre si la vicepresidenta debe dimitir al estar imputada, como exigen los socialistas a los populares, y ha puesto como excusa que ha conocido la noticia durante el encuentro de los empresarios valencianos, por lo que conoce solo el "titular" y que debe "saber en profundidad de qué se trata" antes de valorar mejor la imputación.
Preguntado por si cree que afecta a la estabilidad del gobierno valenciano, ha señalado que "en absoluto" porque es una "cuestión puntual" en un contexto en el que la Comunidad Valenciana ha "pasado de una mala reputación a un momento positivo".
Y es que Puig también se encuentra en apuros por el caso de las subvenciones a su hermano. Su estrategia, como la de Oltra, será la que han venido sosteniendo desde el principio. Que todo es un complot de la extrema derecha.