Noche histórica en Andalucía. El PP ha ganado este domingo las elecciones autonómicas con mayoría absoluta, un resultado que no había pronosticado ninguna encuesta demoscópica durante el desarrollo de la campaña electoral. Con el 99,63 por ciento de los votos escrutados, la candidatura de Juan Moreno ha conseguido 58 diputados en el Parlamento andaluz y el 43,12 por ciento de los votos. Tres escaños más de los necesarios para la mayoría absoluta.
El gran batacazo de los socialistas no tiene precedentes. La candidatura de Juan Espadas se tiene que conformar con 30 escaños y el 24,09 por ciento de los sufragios, los peores resultados conseguidos por el PSOE en la región desde el inicio de la democracia. Si en 2015 consiguieron 1.400.000 votos, ahora se conforman con 870.000 votos. Es decir, pierden en siete años el 40 por ciento de los sufragios.
En resumidas cuentas, el primer partido de centro-derecha andaluz (Partido Popular) ha doblado el resultado conseguido por el primer de centro-izquierda andaluz (PSOE). Lo llamativo es que el segundo partido de derechas andaluz (Vox) también ha doblado el resultado que han obtenidos las dos listas de extrema izquierda que aspiraban a convertirse en muleta de los socialistas (Por Andalucía y Adelante Andalucía).
Vox, liderado por Macarena Olona, ha conseguido casi medio millón de votos este domingo y consigue 14 escaños con el 13,46 por ciento de los votos. Gana casi 100.000 votos más respecto a las elecciones autonómicas de 2018 y consigue aumentar su número de apoyos en 2,5 puntos porcentuales, lo que hace que a partir de ahora tenga dos representantes más en la Cámara andaluza.
Por Andalucia, la coalición que incluye a Podemos e IU, avalada por la vicepresidenta Yolanda Díaz, ha obtenido cinco parlamentarios con el 7,68 por ciento, mientras que Adelante Andalucía, la lista de Teresa Rodríguez, se conforma con 2 escaños y el 4,57 por ciento de los votos. La extrema izquierda consigue 7 escaños, despeñándose desde los 17 que habían conseguido juntos en 2018.
Ciudadanos se da el castañazo electoral que todas las encuestas pronosticaban. Pasa de 21 escaños en 2018 a quedarse sin representación a partir de ahora en la Cámara andaluza. Juan Marín solo ha conseguido convencer a 120.000 electores, demasiado pocos para que el partido naranja pueda sobrevivir en Andalucía.
Estas elecciones han sido la confirmación de que los bloques sociológicos en Andalucía se han dado la vuelta y los partidos de izquierda se han dado un gran batacazo en su tradicional feudo histórico. Los partidos de derechas (PP, Vox y Cs) han sumado el 59,88 por ciento, mientras que los de izquierdas se han quedado en el 36,35 por ciento.