La seguridad de las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla es un debate recurrente dentro de la política española. Todo debido a las ansias expansionistas de Marruecos, de la que nuestro país ya ha recibido algún zarpazo en las últimas décadas, y que tiene desde la llegada al trono de Mohamed VI entre ceja y ceja quedarse para sí tanto con estas dos localidades como los peñones e islotes cercanos.
El artículo 6 del tratado de la OTAN es el que describe la defensa colectiva, el "uno para todos y todos para uno" de los aliados. Y habla de ataques "contra el territorio de cualquiera de las partes en Europa o en América del Norte, contra los departamentos franceses de Argelia -ha quedado obsoleto-, contra el territorio de Turquía o contra las islas bajo jurisdicción de cualquiera de las partes en la región del Atlántico al norte del Trópico de Cáncer".
En el caso de España, queda perfectamente claro que cubre el territorio nacional que está situado en Europa, pero hay dudas sobre el que se encuentra continentalmente en territorio africano. Canarias queda cubierto por ser un archipiélago en el Atlántico al norte del Trópico de Cáncer, pero nada en esa redacción cubriría Ceuta, Melilla y los peñones e islas bañadas por el Mar Mediterráneo.
El Gobierno español, sin embargo, sigue considerando innecesario realizar una modificación de ese artículo 6 para que quede totalmente claro que la OTAN también intervendrá en apoyo a nuestro país ante cualquier tipo de ataque contra estos territorios españoles. Muestra de ello es que ni siquiera va a llevar este tema a la Cumbre de Madrid que va a tener lugar la próxima semana en la capital española.
Así lo ha vuelto a confirmar este miércoles el ministro de Exteriores, José Manuel Albares, en una rueda conjunta en el Palacio de La Moncloa con la responsable del departamento de Defensa, Margarita Robles, para explicar a los medios de comunicación la última información existente sobre los principales temas que se van a tratar en la cumbre de la OTAN y facilitar algunos datos sobre la magnitud del evento.
"Ceuta y Melilla no necesitan ningún guiño. Cada centímetro de los territorios de los aliados está perfectamente garantizado por la seguridad del resto de países aliados de la OTAN. Es un concepto evidente dentro de la Alianza Atlántica. Cada centímetro de los territorios de los aliados está garantizado", ha dicho el ministro tras reconocer que España no promueve ninguna modificación del artículo 6 del tratado.
La seguridad militar de la cumbre
La gran novedad de la comparecencia, además del tema del paraguas de seguridad de Ceuta y Melilla, han sido los detalles que ha aportado Robles sobre la seguridad que proporcionarán las Fuerzas Armadas al evento, una vez que el Ministerio del Interior ya hizo público la pasada semana que va a realizar su mayor despliegue de seguridad de la democracia, con más de 10.000 agentes desplegados entre Policía Nacional y Guardia Civil.
Las Fuerzas Armadas, encargadas de forma habitual de la seguridad aérea nacional en el día a día, van a mantener al menos los diez cazas de combate que están en alerta 24/7 en distintas bases del territorio nacional –no se ha aclarado si habrá más de esa decena habitual–, además de tener también en alerta un número no determinado de helicópteros con francotiradores en su interior en las cercanías del evento.
La ministra ha detallado que ante la preocupación que supone en la actualidad el posible uso de sistemas no tripulados o drones, también se van a desplegar sistemas militares especializados en la detección de drones y en su intercepción –también habrá equipos de este tipo de Policía y Guardia Civil-, además de sistemas de artillería antiaérea.
También estarán en los cielos españoles son los aviones AWACS -de alerta temprana- que son propiedad de la OTAN y que suelen controlar la seguridad aérea de las grandes cumbres que realizada esta organización supranacional. Unas aeronaves que ya estuvieron operativos, por ejemplo, por petición del Gobierno español, por la boda de los Reyes de España (don Felipe y doña Letizia) en 2004 o por la Cumbre Internacional sobre Democracia, Terrorismo y Seguridad de 2005.