El mayor pelotazo conocido hasta ahora en el suministro de mascarillas y material sanitario durante las primeras semanas de la pandemia del Covid 19, 24 millones de comisión sobre un contrato de 35, es un "tema cerrado", según la portavoz de la Generalidad de Cataluña, Patrícia Plaja. Una empresa sin experiencia en el sector, una denuncia por estafa retirada dos días después, una conversación del "conseguidor" con la esposa del entonces presidente regional Quim Torra y una maraña de empresas, la mayor parte de ellas dedicadas a actividades ajenas a la sanidad, son algunos de los detalles del cuadro que apunta directamente hacia el mencionado Torra y también hacia el actual presidente de la Generalidad, el republicano Pere Aragonès.
Un avispado y desconocido empresario, Roger Parellada, se ofreció a la Generalidad en los primeros días de la pandemia. Lograría importar de China el material necesario para afrontar la pandemia, prometió. Con ese "plan de negocio", Parellada logró convencer a las autoridades sanitarias catalanas de que era el hombre adecuado para tal empeño. Así, logró un macrocontrato de 35 millones de euros para traer el material, pero en el trayecto se cobró una comisión de 24 millones.
El planteamiento de Parellada despertó las sospechas de la consejería de Economía, que entonces dirigía Aragonès en calidad de vicepresidente. También de las entidades bancarias donde la administración había depositado el dinero. Las dudas eran de tal calibre que el departamento presentó una denuncia por estafa ante los Mossos d'Esquadra.
Una denuncia por estafa
Sin embargo, a las 48 horas se retiró la denuncia. Entre medias y según ha revelado El Confidencial, Parellada se puso en contacto con la esposa de Torra, Carola Miró, para pedir su mediación. Urgido por sus socios, Parellada les envió el siguiente mensaje: "Ahora colgando con la mujer de Torra, que dice que a él lo tienen capado del todo", pero lo cierto es que a los dos días se desbloqueó el negocio.
La Oficina Antifraude, un organismo dependiente de la propia Generalidad, también expresó sus dudas sobre la legalidad del negocio y decidió hace un mes remitir los contratos a la Agencia Tributaria. Pero ni la revelación sobre el papel de Carola Miró ni el envío a Hacienda de la documentación sobre el caso han alterado a la portavoz Plaja, que ha presumido de que los contratos con Parellada habían superado dos auditorias, en alusión a la de la Oficina Antifraude y a otra que habría llevado a cabo la Sindicatura de Cuentas catalana, también dependiente de la Generalidad. Además, ha alegado que el actual consejero de Sanidad, el médico Josep Argimon, nombrado a instancias de Junts per Catalunya, había comparecido en el parlamento autonómico "a petición propia". "El tema está cerrado", concluyó la portavoz.
Las explicaciones de Argimon
El ahora consejero Argimon aseguró en tal comparecencia que ante las dudas se llevó a cabo una reunión con representantes de la empresa "Basic Devices", tras la que estaba Parellada, en la sede de la consejería de Economía y que en ese encuentro se despejaron todas las sospechas. Sin embargo, esa versión contrasta con el hecho de que en un principio el contrato era por un importe de más de 60 millones y se decidió rebajarlo a 35.
Las sospechas de irregularidades se acrecientan por el perfil de Roger Parellada, un misterioso hombre de negocios que ha participado en empresas de nombres tan singulares como "Los reyes del mango", dedicada a la restauración y sede nominal de la antedicha "Basic Devices".