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Aragonès justifica el pelotazo de 24 millones con las mascarillas: "Lo volveríamos a hacer"

Evita responder sobre la llamada a la esposa de Torra del "conseguidor" de material sanitario que se forró con la pandemia.

Evita responder sobre la llamada a la esposa de Torra del "conseguidor" de material sanitario que se forró con la pandemia.
Pere Aragonès en la sesión de control. | EFE

Lo volverían a hacer. El presidente de la Generalidad, Pere Aragonès, no ha desmentido la comisión de 24 millones de euros sobre una operación de 35 que el "conseguidor" de material sanitario de la Generalidad se embolsó por importar mascarillas de China. "Ante una situación de falta de material de protección, teníamos que ir hasta el fin del mundo y lo volveríamos a hacer. Lo volveríamos a hacer porque teníamos a los sanitarios de este país con unos niveles de proteccion muy precarios", ha afirmado el dirigente republicano a preguntas del diputado de Ciudadanos Carlos Carrizosa.

Aragonès, que cuando se llevó a cabo el pelotazo era el responsable de la consejería de Economía en calidad de vicepresidente autonómico, ha evitado referirse a la llamada que recibió la esposa de Quim Torra por parte de Roger Parellada, el misterioso hombre de negocios que se erigió de la noche al día en un supuestamente acreditado proveedor internacional de efectos sanitarios.

En los primeros días del estado de alarma por la pandemia, Parellada orquestó un negocio de una rentabilidad única. Él y sus socios se embolsaron 24 millones de euros de un contrato de 35 millones. La "oferta" de Parellada despertaba tantas dudas que la propia consejería de Economía de Aragonès presentó una denuncia ante los Mossos por estafa. La Generalidad había sido alertada por las entidades bancarias donde depositó el dinero de la escasa fiabilidad de la operación, entre otras razones por el volumen de dinero y el perfil de Parellada, que no tenía ninguna experiencia en el sector. Entre medias, Parellada mandaba un mensaje a sus socios, muy inquietos con el bloqueo del dinero en las entidades bancarias, con el siguiente texto: "Ahora colgando con la mujer de Torra, que dice que a él lo tienen capado del todo". Capado o no, a las 48 horas los bancos desbloqueaban los fondos, que iban a parar a los bolsillos de Parellada y asociados.

Aragonès se ha aferrado a las auditorías sobre los contratos llevadas a cabo por dos organismos dependientes de la propia Generalidad, la Sindicatura de Cuentas y la Oficina Antifraude y ha llegado a decir que dicha Oficina había "archivado" el caso, como si tuviera competencias judiciales. En realidad, lo que ha hecho ese negociado es enviar los contratos a la Agencia Tributaria para evitarse problemas con el Govern autonómico.

El presidente autonómico catalán ha negado, eso sí, que el material llegara nueve meses después del pago de los 35 millones. Según su versión, las mascarillas llegaron a Cataluña a los tres días. También ha declarado que se establecieron los "instrumentos de control propios del comercio internacional para los pagos por anticipado que se tenían hacer, que sí, se tenían que hacer porque si no, los aviones llenos de mascarillas que debían salir de la China los compraba otro estado (sic)".

Escudándose en los sanitarios

Aragonès se ha escudado también en la necesidad de proteger a los sanitarios para justificar el pelotazo: "El mercado internacional de mascarillas y material de protección estaba absolutamente bloqueado en los meses de marzo, abril y mayo de 2020. Los proveedores habituales, no de la Generalidad, sino de todas las administraciones públicas se habían quedado sin reserva. Las cadenas de suministros estaban rotas. Nosotros teníamos que ir a la otra punta del mundo para conseguir mascarillas porque nos quedábamos sin mascarillas en los hospitales catalanes. Y por tanto, llevamos a cabo las actuaciones que se consideraban necesarias".

Carrizosa le ha recordado al dirigente republicano su propia denuncia del contrato y que se retiró la denuncia tras la llamada de Parellada a Carola Miró. Además, ha anunciado que pedirán la comparecencia parlamentaria de Aragonès, de Torra, de la entonces consejera de Sanidad, Alba Vergès (ERC) y del que entonces era director del Instituto Catalán de la Salud (ICS) y ahora consejero de Sanidad, Josep Argimon, todos ellos con responsabilidades directas en la gestión de los contratos que reportaron una comisión de 24 millones de euros.

Illa y las vergüenzas

El líder de Ciudadanos en Cataluña también ha reprochado a los socialistas su nulo interés por el pelotazo de las mascarillas, actitud que ha relacionado con el hecho de que Salvador Illa fuera el ministro de Sanidad durante los primeros meses de la pandemia por Covid19. Se tapan las vergüenzas entre ustedes".

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