"Todo tiene un trámite. Primero tendrá que ir al Consejo de Ministros. Cuando corresponda, en su momento, no tenemos ninguna duda de que se aprobará en el Parlamento. Es algo bueno para la seguridad, no solamente para los miembros de la Alianza Atlántica, sino para la seguridad en el mundo. Esto es una política de Estado, una política de Estado con mayúsculas, que trasciende a lo que son las relaciones bilaterales con Estados Unidos".
La ministra de Defensa, Margarita Robles, ha apelado este miércoles al sentido de Estado del PP, aunque sin nombrarlo, para que la ampliación de la presencia norteamericana en la base naval de Rota tenga la luz verde necesaria del Congreso de los Diputados para que sea posible, teniendo en cuenta que no hay muchas probabilidades de que se apoyada por los socios parlamentarios habituales del Gobierno.
La intención del Gobierno norteamericano, que ya forma parte del acuerdo alcanzado ayer martes entre España y Estados Unidos, durante el encuentro entre Pedro Sánchez y Joe Biden en el Palacio de La Moncloa, es que se aumente de los cuatro actuales hasta los seis el número de destructores desplegados en Rota, que forman parte del escudo antimisiles de la OTAN que protege Europa Occidental.
De hecho, los trabajos para hacerlo posible, con diversas obras en los muelles de Rota que utilizan los estadounidenses, concluyeron a finales del mes de marzo, según explicó entonces el jefe del Comando Europeo de EEUU, general Tod Wolters, en una intervención en el Comité de Servicios Armados del Senado norteamericano, en el que compareció para detallar en qué medidas se estaba trabajando para fortalecer la defensa de Europa.
Lo que no hay fecha, de momento, es para la llegada de esos nuevos destructores navales a la base española. "No hay un calendario de fechas concretas para la llegada de los buques", ha explicado Robles, aunque tanto el presidente español como el estadounidense coincidieron en su encuentro en esperar que se pudiera realizar "más pronto que tarde".