Irene Montero, al igual que toda la izquierda progre, enarbolan como nadie la bandera del ecologismo. Al menos de puertas afuera, porque de puertas adentro es todo lo contrario. La ministra de Igualdad, que dice que las "mujeres contaminan menos que los hombres", no predica con el ejemplo y se monta en el Falcon de Pedro Sánchez para ir a Estados Unidos para protestar porque el Tribunal Supremo ha devuelto la regulación sobre el aborto a los estados y la extrema izquierda y feministas consideran que es una derogación del aborto como un derecho constitucional en todo el país.
Para qué va a coger la ministra comunista un avión comercial teniendo el presidencial con el coste contaminante que supone. Según se puede ver en la web flightaeare el Falcon ha salido de la base aérea de Torrejón de Ardoz y ha realizado escala en las Azores porque su autonomía no da para cruzar el charco. De ahí ha retomado el rumbo hasta la base de la fuerza aérea americana Andrews de Camp Springs.
Pobre Irene Montero, que se hace eco en sus redes sociales de una afirmación de la ONU que dice que "el cambio climático dificulta la igualdad entre hombres y mujeres". Pero claro, dice que "no podemos seguir así: por nuestros mares y tierras, por nosotras". No dice nada del aire, porque debe de pensar que el aire es de todos, como dicen los niños pequeños.
Según la ONU el cambio climático dificulta la igualdad entre hombres y mujeres. No podemos seguir así: por nuestros mares y tierras, por nosotras. #MujeresPorElClima pic.twitter.com/6xEQXIqPv8
— Irene Montero (@IreneMontero) November 16, 2017
Pero esta hipocresía contaminante viene de lejos. No olvidemos que cuando Pablo Iglesias e Irene Montero eran uno declararon la "emergencia climática", pero mientras utilizaban una moto y dos coches que contaminaban lo suyo y lo de los demás.
La agenda de la ministra, que va acompañada de la secretaria de Estado de Igualdad, Ángela Rodríguez Pam, arranca en Washington y terminará en Nueva York, para poner rumbo, de nuevo en Falcon, de vuelta a España contaminando, que es gerundio.