La ensaladilla se ha convertido en fuente de polémica en la Cumbre de la OTAN. Hasta el punto que alguien con capacidad de decisión y mando ha ordenado fulminar la "ensaladilla rusa" de forma parcial del menú que se sirve en el Centro de Prensa del recinto ferial de IFEMA, donde trabajan durante estos días más de un millar de periodistas que vienen desde casi todos los puntos del planeta.
El martes, abierto el recinto, el menú de la cafetería reflejaba en sus carteles informativos la posibilidad de comer ensaladilla rusa, que tenía un coste de 8 euros por ración. Este jueves, horas después de que se aprobase el Concepto Estratégico de la OTAN, en el que se recoge que Rusia es la principal amenaza a la que se enfrentan los países aliados, el apellido "rusa" ha desaparecido del menú.
Este jueves, la empresa encargada de suministrar comidas y bebidas en el recinto ferial ha colocado unos nuevos carteles en los que ofertan "ensaladilla tradicional". Eso sí, lo que no ha variado es el precio del plato, que se siguen manteniendo en los 8 euros.