La investigación del escándalo de los menores tutelados por el Gobierno de Baleares sigue desvelando casos terroríficos de explotación sexual como el sufrido por un niño de 14 años, obligado a mantener prácticas sadomasoquistas aberrantes a cambio de 20 euros.
Como en la mayoría de los casos de prostitución de menores que se encontraban bajo el amparo del gobierno de Francina Armengol, fueron otras dos chicas tuteladas las que convencieron al niño para visitar al adulto, que había solicitado "probarlo todo, tirarle ceniza, quemarle el pecho, montar a caballito..."
Según las comunicaciones intervenidas por la Policía Judicial publicadas este lunes por El Mundo, una de las jóvenes cuestiona la corta edad del menor: "Pero tía, que es un moco". La otra joven, considerada por la policía como la cabecilla de la red de explotación sexual infantil, replica: "Bueno, le decimos que tiene 15". La primera joven cuestiona nuevamente: "¿Pero no le verá muy enano?" A lo que la otra responde: "Da igual".
Según el sumario de la investigación, el niño relató a sus compañeras su terrible experiencia en el domicilio del cliente. "Como ese chaval hable de más, madre mía el lío en el que nos vamos a meter. Bueno (el cliente) se va a meter en un buen lío", comentaron ambas. De hecho, las menores utilizaron la información y la verdadera edad del menor para extorsionar al cliente. Consiguieron que les pagara 250 euros a cada una, así como que les "invitara a cenar, les comprara ropa o les cargara el móvil".
Los investigadores constatan en sus informes que "en aquellas fechas" el niño "contaba con 14 años de edad, obteniendo la recompensa de 20 euros por el servicio". El niño confesó a los agentes que llegó a acudir en una segunda ocasión al domicilio del referido individuo, pero sólo para acompañar a otra chica "para recoger pertenencias".
Los educadores del Instituto Mallorquín de Asuntos Sociales (IMAS) denunciaron hace ya cinco años las prácticas a las que son forzadas los menores de entre 13 y 17 años pero aseguraron que el Consejo insular no hizo nada. Las menores, en su mayoría niñas aunque también se conocen casos de chicos, son captadas por otros menores dentro del centro que les obligan a tener sexo con adultos a cambio de dinero o droga. La psicóloga Beatriz Benavente y Francina Armengol, presidenta autonómica, reconocen que conocían el caso.
En total, tiene a 359 menores tutelados en los 30 centros propios o concertados que dan atención residencial a jóvenes con medidas de protección. En un primer momento, el propio IMAS reconoció únicamente 16 casos de explotación sexual, aunque la investigación posterior ha desvelado que no se trata de casos aislados, sino que la prostitución de las niñas acogidas en los centros estaba "totalmente extendida" en algunos centros.