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"Vox, como Soberano, es cosa de hombres"

El Gobierno se pone chulo y no toca una coma del decretazo energético. Sánchez sumirá en la oscuridad a España mientras el resto de Europa luce.

El Gobierno se pone chulo y no toca una coma del decretazo energético. Sánchez sumirá en la oscuridad a España mientras el resto de Europa luce.
Santiago Abascal arropado por Espinosa de los Monteros y Ortega Smith en Murcia. | EFE

El Mundo

"El Gobierno asume que las CCAA no aplicarán sanciones por el incumplimiento del decreto de ahorro energético". El Gobierno ha convertido su decretazo en un motivo de guerra contra Ayuso con una agresividad tal que tiene todas las papeletas para perderla. Dice el editorial que a Teresa Ribera se le notó demasiado que no tenía intención de escuchar a nadie. "La reunión confirmó que el Ejecutivo no tenía intención de modificar nada. Estamos ante la imposición de unas medidas que pecan de exceso de improvisación". Pero Sánchez es Sánchez y jamás se apea del burro.

"El decreto es muy mejorable en cuestiones sustantivas que generan serias dudas tanto sobre su aplicación como sobre las sanciones que conllevaría el incumplimiento". El decreto es un bodrio, un caprichito de Sánchez al que se le hace la boca agua imaginando Madrid a oscuras.


"La cerrazón de Moncloa sorprende aún más por el contexto. Y es que hace apenas tres semanas la misma Ribera arremetía contra el plan energético de la Comisión Europea, subrayando que las familias españolas bajo ningún concepto iban a sufrir cortes de gas porque nuestro país había "hecho los deberes"". Le debió dar tal bronca Sánchez que se ha pasado de frenada en la rectificación.

"Resulta, pues, incomprensible que el Gobierno se haya negado a escuchar antes a los sectores afectados y a las comunidades autónomas, dado que son ellas las que tienen que aplicar muchas de las medidas y de las que depende el régimen sancionador". Ya nada sorprende de la dictadura sanchista.

César Antonio Molina le hace la cruz. "Sánchez se ha ganado a pulso el rechazo de la ciudadanía. Su arrogancia nunca ha caído bien y sus mentiras se han hecho insoportables. Y ni haciéndose pasar ahora por el rey Midas, sobrevivirá". Cada día se hace más odioso, por más que se busque pelotas como el presidente canario y la presidenta del Cabildo de Lanzarote que ayer le cubrieron de linsonjas y lametones mientras los palmeros le reclaman las ayudas prometidas. Lamentable.

Pero Sánchez no da un paso atrás en nada, ni siquiera en romper con sus socios etarras que han demostrado que lo siguen siendo. Dice El Mundo que "los insultos y amenazas por parte de un grupo de radicales que acaba de padecer en Getxo Mikel Iturgaiz, hijo del presidente del PP del País Vasco, son el último episodio de fanatismo que desmiente a quienes tratan de presentar una normalización sociopolítica que dista mucho de ser real en esta comunidad. Y evidencia que Bildu, que ayer se negó a condenar los hechos en una moción promovida por la corporación municipal, sigue amparando la violencia y la coacción en su condición de actor político básico en el entramado de la izquierda abertzale". Y el presidente se deshace en elogios hacia ellos mientra insulta sin freno al PP.

Podemos se monta una polémica. "Petro exhibe sin avisar la espada de Simón Bolívar y el Rey no se levanta". Bien por Felipe VI. Alguien tiene que poner en su sitio a los podemitas.

El País


"Sánchez descarta aplazar el plan energético pese al rechazo del PP". Del PP, del País Vasco, de Cataluña y de muchos socialistas, que es un detallito que siempre olvida el órgano de propaganda del régimen sanchista. Natalia Junquera no tiene más remedio que admitirlo. "Solo Ribera, que definió la reunión como "muy cordial", salió "contenta". Un presidente autonómico del PP asegura, tras hablar con sus consejeros, que fue "un diálogo de sordos". Para el Govern catalán, "una pérdida de tiempo"". Pues para estar contenta Rivera salió como un cabreo del diez, no sé, como si perteneciera a un gobierno autoritario al que no se le puede llevar la contraria.


Como no podía ser de otra manera, Ayuso es el objetivo de las embestidas de Pepa Bueno, Manuel Barroso y la banda de Prisa. Máriam Martínez Bacuñán intenta por enésima vez provocar un cisma en el PP como el que se produjo con Casado, un pipiolo influenciable al que El País se comía por las patas. El PP, dice la columnista, es "rehén de un liderazgo, el de Ayuso, al que no se le contesta ni desde la supuesta auctoritas de Feijóo". "¿Dónde está Feijóo para poner orden? Puede que esta actitud de confrontación con el Gobierno explique la primacía del PP en las encuestas, pero es miope y desleal". Miope y desleal es Pedro Sánchez con sus imposiciones y sus insultos a la mitad de España mientras se abraza a los terroristas.


ABC

"El PP se planta contra el decretazo energético de Ribera". "Génova avala el recurso de Ayuso contra el decreto de ahorro y defiende la autonomía de los gobiernos regionales". Un recurso en el Constitucional, esa institución tan eficaz que cuando falla ya no sirve para nada y el recurrente ha muerto de pena, de asco o de viejo. Dice el editorial que "el encuentro se convirtió en un simple trágala, según el cual tras fingir su disposición al diálogo el Ejecutivo se niega a mover una coma del decreto pese a los evidentes errores, imprecisiones y contraindicaciones que contiene". ¿Alguien esperaba otra cosa de este gobierno despótico?

Ignacio Camacho dice a las claras que, además de chulo, el Gobierno sanchista es un chapucero. "El primer mandamiento de la soberbia política es el de no rectificar en ningún supuesto y de ninguna manera". Pedro Sánchez en persona. "El sanchismo le ha añadido a este precepto una doble vuelta de tuerca en los casos en que no tiene más remedio que corregir su propia torpeza, y consiste por una parte en negar la evidencia y por otra en culpar de sus errores a la derecha". Y en especial a Ayuso, aunque últimamente Feijóo también está sufriendo en sus carnes la desaforada agresividad del sanchismo.

"La ausencia de pautas y criterios concretos para vigilar la observancia de la orden da a entender que el único propósito del Gobierno es aparentar disciplina solidaria ante los socios europeos. Un mero postureo propagandístico y cosmético de improbable cumplimiento, que sin embargo con su sola promulgación ha sembrado de caos y descontento sectores esenciales como la hostelería, el turismo y el comercio". Dicen las malas lenguas que Sánchez quiere hacerle la rosca a su admiradora Von der Leyen para que le busque un puestecito en Europa cuando le echemos a patadas de Moncloa.

"La calidad de la producción normativa sanchista es deplorable, como demuestra su frecuente revocación por los tribunales". Ya, pero siempre tarde, por lo que queda en agua de borrajas.

Rosa Belmonte nos saca del cuento del bucle del decreto energético para meternos en el universo de los hombres de Vox. "El CIS confirma que la mayoría de los votantes de Vox son hombres". "Vox es un partido gobernado por hombres (a la vista o en la sombra)". Casi siempre a la vista. La excepción Olona se volatilizó a la primera de cambio. "Vox, como Soberano, es cosa de hombres. No parece un partido para mujeres" y "tiene narices que las mujeres de Vox sean las abanderadas en la formación para defender los derechos de los hombres", dice en referencia a las camisetas que lucen algunas voxeras contra la ley de Violencia de Género.

"Me gusta pensar que Olona se ha ido por no aguantar más a esos tíos que le han hecho estrellarse en Andalucía". Toda una abogada del Estado no estaba dispuesta a aguantar sobredosis de testosterona. Que se saquen ellos las castañas del fuego.


La Razón

"No es no a cambiar el plan energético pese a la arbitrariedad de las medidas y la sanciones o la inseguridad jurídica". El decreto es el que es y yo soy el que soy. Y punto pelota.

Dice el editorial que "se esperaba, pecando de ingenuidad, que el Gobierno hubiera recapacitado sobre el decreto de ahorro energético una vez constatada la controversia generada por un articulado de pobreza singular". Todavía queda algún alma cándida que cree que Sánchez es un demócrata. Ayer se cayeron del guindo.

"Quien más quien menos ha pecado de candidez si por un instante había intuido que Pedro Sánchez o Teresa Ribera podrían bajar del pedestal. No ha sido así, sino más bien todo lo contrario. El Ejecutivo se ha sentado con los territorios para proclamar que no tiene intención de mover una coma, que el decretazo está en vigor, que es de obligado cumplimiento para todos y que se atengan a las consecuencias todos aquellos que se deslicen por la insumisión, incluso con la amenaza más o menos velada de un 155". Pero no en la Cataluña que se pasa las leyes por el forro, no. En Madrid. Olé sus narices.

"Al despotismo del presidente y sus ministros, convertido ya en un signo de sus tiempos, también se han añadido la opacidad acostumbrada", y la agresividad también acostumbrada contra el PP. Había que oír ayer a Sánchez en Lanzarote. Los que vivieron el franquismo debieron tener un dejà vu. "Los escaparates españoles serán los únicos apagados de Europa. Habla por sí solo". Por los santos genitales de Pedro Sánchez.

Abel Hernández, como tantos españoles que no están de vacaciones y siguen la actualidad, está pasmado con la agresividad sanchista, que se han lanzado como hienas contra Feijóo. "Como las encuestas insisten en el gran batacazo, desde su veraneo palaciego en La Mareta Sánchez ha ordenado a vicepresidentas, ministros, ministras, portavoces y portavozas una ofensiva por tierra, mar y aire contra Feijóo, al que Iceta llamaba este domingo «ignorante, sectario e incompetente», y a quién Yolanda advertía que «vamos a movilizar a todos los progresistas para que no llegue nunca a La Moncloa». Lo que no ha parecido poner demasiado nervioso al gallego". Pues no, la verdad es que la calma de Feijóo es asombrosa. Claro que ya avisó de que a insultos siempre le iban a ganar los socialistas.


"En vez de agredir cada día a Feijóo, acuerden con él un paquete de medidas para ahorrar. Pero eso es pedir demasiado. Ellos prefieren entregarse al separatismo bildutarra y darle duro al gallego insultándole a la desesperada. Les da pavor verle en La Moncloa". Lo que les da pavor es verse a ellos fuera.


Susurra El Submarino que "en Bruselas y en Madrid existe la percepción de que Sánchez quiere aprovechar la Presidencia española de la UE para hacer agenda de cara al futuro. «Ser como Solana es lo mínimo a lo que aspira», señalan algunos". Como si aspira a ser Biden. A la inmensa mayoría de los españoles les basta con verle fuera de Moncloa.

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