La concejal responsable de la gincana sexual con menores llevada a cabo en el municipio barcelonés de Vilassar de Mar ha dimitido. Montse Gual, de ERC, ha cedido, pero no a las presiones de los padres, sino a las de su propio partido. Cinco días después de que estallara el escándalo por las denuncias de padres de niños y niñas que habían sido invitados a colocar condones con la boca en palos y plátanos y a chuparlos tras ser untados en miel y nata o a modelar penas, vulvas y "órganos reproductores no binarios", Montse Gual ha tirado la toalla. El anuncio de que la Generalidad, en manos del partido en el que milita, iba a abrir una investigación ha doblegado la resistencia de la concejal, que defendió tales actividades con menores por su "valor pedagógico".
Al trascender el escándalo, Gual respondió con una defensa a capa y espada de la gincana programada por su concejalía y dirigida por monitores que, según ella, estaban perfectamente cualificados por haber asistido a un curso municipal. Además y según dijo, la gincana pornográfica no era un "invento" de su ayuntamiento, en manos de ERC, sino una práctica que venía avalada porque se había llevado a cabo en otros municipios de la zona. Vilassar cuenta con unos veinte mil habitantes.
Que la Sindicatura de Greuges, que es como se llama en Cataluña al defensor del pueblo autonómico, cargo que ostenta Esther Giménez Salinas, decidiera abrir una investigación de oficio no alteró el ánimo de la concejal ni tampoco del alcalde, el republicano Damià del Clot i Trias. Pero la presión del partido ha sido letal para la concejal, que hará efectiva su renuncia en el próximo pleno, programado para septiembre.
La concejalía que dirigía Montse Gual ha emitido un comunicado en la página web del consistorio en el que se afirma que "pese a no ser informada y desconocer las actividades concretas programadas durante la gincana de Julio Joven, la Concejala de Juventud asume voluntariamente con su renuncia la responsabilidad de no haber reclamado la información de las actividades y, por consiguiente, de la falta de información a los participantes y a los padres y madres de los menores que concursaron".
Simular sexo en la vía pública
El concurso consistía en simular posturas sexuales del Kamasutra en la calle y a la vista de los viandantes en una plaza concurrida a las diez de la noche, responder a preguntas sobre si determinadas drogas se inhalan o se ingieren y modelar órganos sexuales. Además, el ayuntamiento difundió a través de la cuenta de Instagram de la concejalía fotos de niñas sosteniendo en sus manos cartulinas donde estaban representadas posturas sexuales. La actividad, según la documentación del consistorio, estaba dirigida para "jóvenes" de entre 12 y 30 años y participaron en ella más de cincuenta personas.
A pesar de los anuncios del defensor del pueblo autonómico y de la propia Generalidad de que investigarán los hechos, la fiscalía de menores no se ha pronunciado.