El PSOE se prepara para saltarse sus propias reglas sobre corrupción, que con tanto ahínco reprocha al PP, e indultar a uno de los condenados por el mayor caso de corrupción de la historia de la democracia, el caso de los ERE en Andalucía.
El Código Ético del PSOE impide a los cargos públicos del partido apoyar el indulto de condenados por delitos de corrupción, que es el caso del socialista José Antonio Griñán, a quien se ha impuesto una pena de seis años de prisión por prevaricación y malversación de fondos públicos en la trama de los ERE.
"Los cargos públicos del PSOE se comprometen a no proponer ni apoyar el indulto de cargos públicos condenados por delitos ligados a corrupción, violencia de género, delitos de acoso o discriminación, contra la libertad e indemnidad sexuales, torturas o contra la integridad moral, así como la comisión de hechos constitutivos de delitos graves", se señala en el artículo 8.1 del Código Ético del partido que rige desde 2014, recogido por Europa Press.
Griñán, que había sido ministro de Sanidad y de Trabajo en los años noventa y que llegó a ser presidente del PSOE y de la Junta de Andalucía, fue condenado por hechos cometidos cuando era consejero de Economía de la Junta, entre los 2004 y 2009.
El mismo artículo del código ético añade un segundo punto recalcando que "los cargos públicos y orgánicos se comprometen a no solicitar su propio indulto si fueran condenados por los mencionados delitos" ligados a la corrupción.
Para incumplir este punto, Griñán ha usado la artimaña de no ser él quien solicita su propio indulto, sino su familia, que tiene intención de registrar la solicitud de la medida de gracia en cuanto se haga pública el contenido de la sentencia del Tribunal Supremo, de la que hasta ahora sólo se ha adelantado el fallo.
Varios socialistas también han apoyado el indulto de manera implícita o explícita. Entre los primeros firmantes de la petición de indulto de Griñán aparecen los expresidentes Felipe González, que le nombró ministro en 1992, y José Luis Rodríguez Zapatero, que le promovió como presidente del partido en 2012.
González y Zapatero ya no son cargos públicos del PSOE, por lo que no estarían obligados por ese artículo del código ético, pero sí cuentan con una dotación de los Presupuestos Generales del Estado (PGE) por su condición de ex presidentes del Gobierno de la Nación.
El PSOE subraya en sus normas de transparencia que el código ético "es de obligado cumplimiento para quienes ocupan un cargo público u orgánico o figuran en una lista electoral como candidato o candidata", supuestos que ya no afectarían a los expresidentes.
Pero otros cargos, nada más y nada menos que la portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez, también han abonado el camino al indulto con sus declaraciones. Rodríguez hablo ayer de la "intachable trayectoria" del ex presidente andaluz condenado por corrupción. "Ha quedado constatado que no se llevó un solo euro para sí ni para su partido", insistió la portavoz del Ejecutivo.
Los ERE es el mayor caso de corrupción investigado nunca en el país por el ingente número de investigados y también por el volumen de fraude: 679 millones de euros.
Pero el Gobierno de Sánchez defiende la corrupción de su partido, enaltece la "honorabilidad" de los condenados y definen al defraudador como una persona "absolutamente honesta". El propio Sánchez ha avalado la corrupción socialista y ha dicho que "están pagando justos por pecadores", demostrando su escaso respeto por la justicia cuando las sentencias no van contra el PP sino que afectan a su propio partido.
El PSOE de Andalucía, que lidera Juan Espadas, ha sido el más prudente. En un breve comunicado ha señalado este jueves que "respeta" la "decisión personal" de la mujer de Griñán, María Teresa Caravaca, y de su hijo, Manuel Griñán Caravaca, de solicitar un indulto parcial para el ex presidente de la Junta.