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Bildu presiona a Sánchez para que ordene a las aerolíneas más vuelos con Madrid mientras exige la independencia

La solicitud se ha realizado de forma oficial y registrando el documento en el Congreso de los Diputados.

La solicitud se ha realizado de forma oficial y registrando el documento en el Congreso de los Diputados.
Arnaldo Otegi | Europa Press

Bildu exige a Pedro Sánchez acercamientos de presos etarras, traspasos de competencias para excarcelarlos, reformas laborales, leyes de revisión histórica que permitan investigar al propio PSOE, inversiones multimillonarias y, ahora, hasta que le dé órdenes a las aerolíneas para contar con más vuelos. Por cierto, más vuelos con Madrid: la capital de la España de la que se quieren independizar.

La solicitud se ha realizado de forma oficial y registrando el documento en el Congreso de los Diputados. El autor ha sido el diputado de Bildu Jon Iñarritu. Y lo ha hecho bajo forma de "pregunta al gobierno con solicitud de respuesta por escrito". De ese modo, el grupo proetarra ha señalado que el Aeropuerto de San Sebastián "está recuperando, incluso superando, el nivel de viajeros prepandemia", pero que, pese a ello, "curiosamente, el número de vuelos entre el Aeropuerto de Guipúzcoa y Madrid se ha reducido drásticamente".

"Por ello deseo conocer", señala el diputado de Bildu, "¿cuál era el número de vuelos entre Madrid y Guipúzcoa en 2019? ¿Cuál es el número de vuelos diarios entre Madrid y Guipúzcoa en 2022? ¿Cuál fue el número de viajeros por meses en el Aeropuerto de Guipúzcoa en 2019? ¿Cuál ha sido, hasta la fecha, el número de viajeros por meses en el Aeropuerto de Guipúzcoa en 2022?". Y, por último, si "¿estima el Gobierno solicitar a la compañía que cubre esta línea que aumente el número de vuelos diarios?". Se trata de toda una batería de preguntas que sólo esconde un objetivo: presionar al Gobierno al que ellos soportan para que fuerce a la aerolínea a poner más vuelos entre Guipúzcoa y Madrid. Porque Bildu lo quiere. Y, por lo visto, sus deseos son órdenes, incluso sobre las empresas.

Lo cierto es que Bildu ha vuelto a mostrarse imprescindible para que Pedro Sánchez saque adelante sus decretos. Su último apoyo quedó claro con el respaldo al decreto de los recortes de energía. Pero, sobre todo, los proetarras han vuelto a garantizar al PSOE el mantenimiento de su actividad legislativa y, por lo tanto, están permitiendo acercar a la realidad el deseo del líder socialista de agotar la legislatura. Y los de Arnaldo Otegi quieren ya un compromiso firme de que este alarde de apoyo será gratificado. Y lo que quieren es el compromiso firme de que, llegado el momento, el PSE desequilibrará la balanza de la gobernabilidad en el País Vasco hacia Bildu y no hacia el PNV. Momento en el que las exigencias sobre los vuelos parecerán cosas de niños.

El Gobierno ha prometido ya a Bildu que actualizarán los objetivos de la Ley de Cambio Climático con estrategias planificadas "a medio y largo plazo" junto a las comunidades autónomas y, en especial, de la mano de los proetarras. Sánchez se ha comprometido igualmente ante el PNV a que el inminente Plan de Contingencia "será pactado con los gobiernos autonómicos". Y ha tenido que aceptar nuevas cesiones ante ERC que se irán plasmando en lo que ellos denominan "mesa de negociación". Porque la debilidad de Sánchez es un hecho y sus socios no están dudando en aprovecharse de ello.
Pero Bildu tiene un trato preferente incluso entre estos socios. Y tiene claro desde hace muchos años que su estrategia tiene que pasar en estos momentos por seguir el ejemplo separatista catalán hasta conseguir lo mismo que ERC con la vieja CiU: suplantar al viejo partido nacionalista predominante.

Pedro Sánchez lo sabe y las conversaciones entre el PSOE y Bildu han ido fijando ya el avance en el País Vasco hacia lo que denominan ambos como una mesa bilateral de la que surja un nuevo Pacto de Pedralbes pero a la vasca: un documento donde se recojan cesiones paulatinas del Gobierno nacional que permitan el avance del separatismo hasta llegar a un referéndum de ruptura. Sánchez es favorable a ello, e, incluso, a que el interlocutor principal en esa mesa no sea su socio clásico y teóricamente actual en el Gobierno del País Vasco —el PNV—. Sánchez se ha comprometido ya a que las negociaciones sean prioritarias con los proetarras. Con Bildu. Con Arnaldo Otegi.

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