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La prensa de un vistazo

La razón del histerismo de Sánchez: "Las encuestas que manejan son demoledoras"

Lesmes la lía y deja al descubierto el estropicio del Gobierno en el poder judicial.

Lesmes la lía y deja al descubierto el estropicio del Gobierno en el poder judicial.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en su cara a cara con Feijóo en el Senado. | EFE

El Mundo

"El plante de Lesmes frena el plan de Moncloa para tomar el TC". Menudo follón tienen armado. El editorial califica de "histórico" el discurso de Lesmes. "En una intervención valiente y memorable que ciertamente realza su figura, Lesmes acusó al Ejecutivo de provocar, con su obsceno manoseo legislativo, el mayor 'estropicio' de nuestra historia democrática en el tercer poder del Estado con la contrarreforma que impide al Consejo efectuar nombramientos". Sánchez no va a dejar ninguna institución en pie, las está liquidando todas.

"La intervención del presidente del CGPJ es un respaldo moral a los argumentos de los vocales reacios a contribuir a renovar el Constitucional y un freno a los intentos de Moncloa de aplicar el rodillo".

"El recelo del PP a negociar con alguien como Sánchez es comprensible: no quiere contribuir a politizar el TC en el sentido ideológico que conviene al socialismo y sus socios". Ya, bueno, hasta ahora el PP estaba tan contento con ese sistema.

"La situación, efectivamente, es insostenible. Los jueces llevan años soportando los ataques del populismo de izquierdas no por incumplir su función sino por cumplirla: por ejercer de contrapoder a los excesos del Ejecutivo".

"Llegados a este punto, y ante el previsible bloqueo en la votación de hoy, los dos partidos mayoritarios han de ceder a la evidencia: Moncloa debe renunciar a su apetito de intromisión en la Justicia y el PP debe renovar solo en el marco de una reforma estructural. Una que explicite que los vocales cesarán en su cargo en cuanto llegue a término su mandato, para que su renovación no vuelva a depender del capricho de los partidos. Y una que permita que los jueces elijan a los jueces". Lo llevas claro. Sánchez quiere el control y no parará hasta tenerlo.

"Ha sonado la hora de la catarsis. Eso exige Europa, eso reclama este diario y eso anhelan todos los ciudadanos conscientes de que la calidad de una democracia radica en el grado de separación que guardan entre sí los poderes del Estado". Ya. Eso dijo que iba a hacer Gallardón y que luego no hizo, y Sánchez no quiere ni oír hablar de no controlar él a los jueces.

David Jiménez Torres habla de los señores de los puros que persiguen a Sánchez. "¿Quién es el PSOE para hablar de poder? Cuando termine esta legislatura, los socialistas habrán gobernado la España democrática durante 26 años, mes arriba mes abajo. Esto contrasta con los 14 y medio del PP y los tres de UCD (cinco si contamos la legislatura constituyente)". "El poder socialista ha llegado a ser tan apabullante que buena parte de la derecha ha interiorizado eso de que el PSOE solo pierde si hay una crisis de por medio. Así pues, no deja de ser cómico escuchar a Sánchez hablar de 'los poderosos' que querrían acabar con su Gobierno. En democracia, no ha habido mayor gestor del poder que su partido". Sánchez está haciendo el ridículo. El hombre más poderoso de España que tiene en sus manos todas las televisiones lloriqueando por unos señores que fuman puros. No tiene vergüenza.

Raúl del Pozo analiza el debate. "Pedro Sánchez estuvo feroz cuando, en plan catilinaria, repetía la muletilla que acorraló a Feijóo: 'Es insolvencia o es mala fe'. Le dio estopa sin piedad a un político que lidera las encuestas. Feijóo aceptó la pirula de hablar minutos y dejar horas a su oponente. El debate no surgió como una trampa gubernamental; fue una propuesta del líder de la oposición. Y se equivocó. No fue un cara a cara, sino una apoteosis de la verborrea triunfalista de Pedro Sánchez". Es que todavía no conocía bien al gañán chuloplaya de la Moncloa. Yo creo que ayer ya le tomó la medida.

"En Génova han resumido el debate con ingenio: 'La intervención de Sánchez no es propia de un presidente. Para hacer oposición solo tiene que esperar a las próximas elecciones'. Pero con equivocaciones como las del Senado, puede haber Pedro para rato". Sí, para año y medio, que ya es rato.

El País

"El CGPJ, al borde de incumplir la ley para renovar el Constitucional". "Lesmes preside el Consejo desde diciembre de 2013 por decisión del PP y es ex alto cargo en la Administración del Gobierno de José María Aznar, pero esta semana hubo de trazar una línea roja de decencia", dice el editorial. Algunos lo llaman traición. "Algunos de quienes lo rodean sembraron la idea tóxica de que su empeño en el nombramiento en tiempo y forma de los dos magistrados para el Constitucional obedecía a que él mismo quiere ocupar una plaza en ese órgano para sustituir al magistrado Alfredo Montoya, que dejó el puesto por enfermedad". Cuando el río suena, agua lleva.

"El asunto de fondo sigue siendo la conducta abiertamente obstruccionista que el PP ha practicado con una de las obligaciones centrales del principal partido de la oposición: la renovación de los órganos constitucionales". No es exacto, el PP pide que se cambie el modo de elección de los jueces para despolitizar la justicia, lo mismo que pide Bruselas.

"El funcionamiento de la justicia vive condicionado por un partido político —con Mariano Rajoy, con Pablo Casado y con Alberto Núñez Feijóo— decidido a no ceder el poder (judicial) cuando pasa a la oposición, en un intento profundamente anómalo de perpetuar de por vida en los altos tribunales un sesgo conservador, es decir, que uno de los poderes del Estado esté siempre en manos de un único signo ideológico". Vamos que de eso se trata, de colocar jueces con signo ideológico de Sánchez para, entre otras cosas, pagar a ERC sus votos. No hay más que ver a quién eligió Sánchez para fiscal general del Estado. Porque, ¿de quién depende la Fiscalía? Y ahora pretende hacer lo mismo con los jueces.

ABC

"Ultimátum de Lesmes a PSOE y PP para que no dañen más a la Justicia". "El discurso del presidente del Consejo General del Poder Judicial y del Tribunal Supremo, Carlos Lesmes, en la apertura del año judicial y ante su Majestad el Rey, ha sido un punto y aparte en la historia del conflicto que el Gobierno ha provocado con el órgano de gobierno de los jueces, y que se ha extendido al Tribunal Constitucional", dice el editorial enmendando la plana a Pepa Bueno al cargar contra Sánchez.

"Este discurso de Lesmes no debe ser tomado como lamento de quien no se ve atendido en sus demandas, sino como el «yo acuso» firme y valiente de una debacle del Estado de Derecho, sin el cual, dijo Lesmes, no hay democracia".

"La Unión Europea ya ha pedido que se renueve el CGPJ con el sistema actual de elección por el Congreso y el Senado y que, a continuación, se reforme ese sistema conforme a los estándares europeos, es decir, que los jueces elijan a la mayoría de los miembros del CGPJ. Es la propuesta de Feijóo al Gobierno y la que éste rechaza sin margen a la negociación". Sánchez se niega rotundamente a no poder manejar la justicia a su antojo.

"España vive un grave conflicto derivado de la intromisión del Gobierno en el Poder Judicial y provocado por su afán de controlar el TC. Pero no hay que confundir las responsabilidades. PP y PSOE tienen una obligación por igual, sin más palabrería, sin tacticismos de partido y sin excusas".

Ignacio Camacho señala al principal culpable. "No hay posibilidad alguna de salvar el 'impasse' si no cede alguien, a costa de asumir el riesgo de quedar como perdedor del desenlace. Es el típico método de proceder de Sánchez: crear un atolladero de tales dimensiones que sólo puede resolverse si los demás ceden a su chantaje, aunque eso signifique llevarse jirones del sistema por delante. La avería es grave. En los próximos días habrá novedades y no tienen pinta de resultar agradables". Tiene pinta de que Feijóo cederá. A Sánchez le importan una higa las instituciones y se mantendrá en sus trece salga el sol por Antequera.

Luis Herrero explica a Sánchez, a ver si esta vez se entera, por qué la gente le odia y por qué va mal en las encuestas. Su llegada al poder "es consecuencia de acuerdos parlamentarios urdidos con fuerzas minoritarias y radicales que no representan a la mayoría social del país". ¿Entiendes Sánchez? No representas a nadie salvo a Bildu, ERC y el grupúsculo radical de Podemos. "La política que sale del horno del Gobierno no es la que reclama la mayoría ciudadana, sino la que impone la minoría forjada en torno a Frankenstein". ¿Te enteras, Sánchez de por qué la gente tiene tantas ganas de darte la patada?

"Por lo visto y oído en el debate que tuvo lugar en el Senado el martes pasado, a los druidas de La Moncloa les parece que no hay que cambiar de pócima para retener el control del Gobierno. Unos cuantos bramidos más contra los poderes tenebrosos que controlan los orondos fumadores de puros y una embestida furibunda contra el jefe de la oposición, más propia de un histérico que de un estadista, bastarán para cambiar la tendencia. ¿Seguro? Pincho de tortilla y caña a que druidas y forofos acaban, al final, en la misma fosa". Eso esperamos muchos con ilusión.

La Razón

"Lesmes amaga con dimitir si no se renueva el CGPJ". Dice el editorial que "hay responsabilidades diversas, presentes y pasadas, en el desgaste de un principio capital de la democracia como es la división de poderes y por ende la independencia de los tribunales, pero de entre todas sobresale con una gravedad particular y dolosa la del gobierno". Lesmes "lo detalló cuando censuró la reforma del Gobierno que maniata al Consejo y le impide hacer nombramientos discrecionales de magistrados del Tribunal Supremo. 'El estropicio es tan grande que no se había producido una situación semejante en la cúpula de la Justicia española en toda la historia de nuestra democracia'". "Lesmes ha tenido razones de peso en estos años para recriminar al PSOE y al PP, como hizo de nuevo ayer, no haber alcanzado un acuerdo sobre una nueva composición del CGPJ, pero Sánchez y sus indisimuladas ambiciones han obligado a los populares de manera atinada a tomar toda clase de prevenciones para salvaguardar un contrapeso clave en el Estado de Derecho". "Ni la admonición europea continuada para despolitizar la Justicia ni la apelación a que España cumpliera con los estándares de la UE para que los jueces fueran elegidos por sus pares han frenado a Sánchez". Él déspota violento de Moncloa quiere a los jueces bajo su zapato.

"Las encuestas obligan a Sánchez a bajar al barro contra Feijóo". Se le ve a gusto, en su elemento. "Las encuestas que manejan son demoledoras". "Hasta ahora, la estrategia de entrar al 'cuerpo a cuerpo' con el PP se había encomendado a ministros y portavoces, que, desde la renovación de julio, exhiben sin complejos un tono más agresivo contra el líder popular, preservando la figura de Sánchez en un perfil más presidencial. Sin embargo, lo inocuo de sus ataques, a juzgar por la demoscopia que obra en poder del Gobierno, ha obligado al presidente a asumir la tarea en primera persona, salir de la institucionalidad y 'bajar al barro'". De verdad que se le ve muy a gusto en el barro, se gusta. "Es el precio a pagar y en la parte gubernamental no ocultaban ayer su satisfacción por el resultado de un cara a cara en el que creen que consiguieron 'desmontar a Feijóo'". ¿Qué consiguieron desmontar a Feijóo? Estos flipan. Lo que consiguieron fue mostrar a un presidente desatado, enloquecido, faltón, el embustero de siempre, el macarra chulo de toda la vida. El déspota que nos gobierna con etarras, separatistas y lo más radical de la sociedad. Desmontar a Feijóo por unos cuantos alaridos de enfermo mental. Le están convirtiendo en el salvador ante la dictadura sanchista.

José Marco, como Luis Herrero, señala que "Pedro Sánchez no tiene una mayoría social que le respalde. Nunca la ha tenido". Tiene mayoría parlamentaria por sus acuerdos con lo peorcito de España, pero no tiene apoyo ciudadano. "Tal vez se figuró alguna vez que podía conseguir esa mayoría social desde el gobierno. Si fue así, nunca hizo un gran esfuerzo por lograrlo. Siempre ha preferido ir negociando con sus socios medidas para sacar adelante un proyecto cada vez más ajeno a la realidad". Al contrario, Sánchez gobierna para sus socios mientras insulta al resto de los ciudadanos, siempre ha sido así.

"Los resultados de las encuestas, inequívocos de por sí, señalan este mar de fondo. Se alejan de Sánchez votantes que antes le respaldaron y la opinión que siempre le fue contraria se muestra cada vez más exasperada". "El tiempo pasa y la tensión a la que Sánchez somete a la sociedad española lo ha acabado de deteriorar". Le detestan.

"El debate de ayer fue "un interminable monólogo en el que el Presidente del Gobierno abandonó cualquier propuesta que pudiera llevar preparada para presentarse como el único protagonista de un duelo contra un enemigo que sólo existe en su cabeza. Feijóo debió de comprender pronto la situación, y atacó lo justo", no merecía la pena, Sánchez se estaba retratando.

"Sánchez se había embalado en esa delirante exhibición montada para sí mismo y para los suyos, no demasiado entusiastas. Y seguía y seguía enumerando agravios, desprecios, insultos contra una fantasía construida en su imaginación, ajena a la realidad personal y política de Feijóo. Esta pérdida de contacto con la realidad muestra una vulnerabilidad esencial, que la oposición está en la obligación de aprovechar. No hace al personaje menos peligroso. Evidentemente, Sánchez está dispuesto a cualquier cosa con tal de mantenerse en el poder. Ha quemado su autoridad en muy pocos años, y así ha llevado hasta el agotamiento terminal el gran ciclo que para el PSOE arrancó con la Transición. Ese vacío histórico es lo que Sánchez puso en escena, sin quererlo, en su encerrona". Que el PSOE ha dejado de existir, se ha cargado a su partido, y la única forma de mantenerse en el poder es a lo Daniel Ortega en Nicaragua, que se ande con ojo con esas cosas.

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