El indultado Oriol Junqueras se ha presentado este miércoles en Madrid para presumir de su paso por la cárcel y descartar la propuesta de la Assemblea Nacional Catalana (ANC) de volver a declarar la independencia aprovechando la presidencia española de la Unión Europea, en el segundo semestre del próximo año. En ERC consideran que el plan expresado por la organización separatista está fuera de la realidad y es una auténtica ocurrencia.
Frente a tales desvaríos, Junqueras pretende hacerse pasar en la capital de España como el nuevo Pujol, un político templado y pragmático frente a los arrebatos de las organizaciones separatistas y de sus propios socios de gobierno en Barcelona, Junts per Catalunya (JxCat). Hoy ha sido el protagonista del Fórum Nueva Economía, escenario en el que ha desgranado todos los tópicos de su partido sobre la democracia, el diálogo y el futuro de Cataluña.
Junqueras ha vendido la historia de que "ERC defiende, como la inmensa mayoría de la sociedad catalana, y así lo reflejan todas las encuestas sin excepción, que este conflicto debe resolverse votando". Y ha vuelto a recurrir a la figura de "la inmensa mayoría de la sociedad catalana" para asegurar que "la represión ha sido profundamente injusta". Y tras una pausa dramática, ha añadido: "Por cierto, ha contribuido a abrir muchas puertas". En ese punto se ha vuelto a callar para concluir con cierto tono de suficiencia que "yo ahora soy capaz de abrir muchas más puertas de las que podía abrir antes de haber estado en la cárcel".
Como se recordará, Junqueras pasó la mayor parte de su encarcelamiento en la prisión catalana de Lledoners, dependiente de la Generalidad y donde tenía ventajas y comodidades como visitas ilimitadas, entrevistas televisivas y radiofónicas. Además del indulto.
La alusión a las puertas no aludía a que hubiera añadido otra especialidad a su catálogo delictivo, sino a las resoluciones pagadas por la Generalidad en organismos internacionales a favor del proceso separatista y sus líderes, la última de ellas la del "comité de Derechos Humanos" de Naciones Unidas, un órgano consultivo que ha recibido en torno a un millón de euros de la administración autonómica catalana en los últimos años.
El plan de Junqueras es mantener la mesa de diálogo, aunque ha criticado que Sánchez acude a ella "arrastrando los pies" y que si pudiera no la convocaría. Además, ha apuntado que "debemos construir mayorías democráticas suficientemente amplias como para que cada uno de nuestros pasos pueda estar acompañado no sólo por una mayoría de la sociedad catalana sino también por una mayoría relevante de la comunidad internacional que a través de distintos espacios y órganos toma cada vez decisiones o resoluciones que son coincidentes con nuestra posición".
Anna Gabriel ante Llarena
Por otra parte, Junqueras, Gabriel Rufián y dirigentes de la CUP y de ANC y Òmnium han acompañado a Anna Gabriel, la exdiputada de la CUP que huyó a Suiza a pesar de que no se le imputaba ningún delito que acarreara penas de prisión, en su deposición ante el juez Pablo Llarena en el Tribunal Supremo, que le ha interrogado por la comisión de un posible delito de desobediencia. A la salida de la declaración se ha mostrado visiblemente emocionada tras declarar que el proceso separatista no debería haber llegado nunca a los juzgados.