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El socialista con dos hijos secuestrados en Rusia: "El Gobierno no puede mirar para otro lado"

El órdago de Putin aterra a los más de 300 padres españoles que, como Pedro Llorente, tienen a sus hijos en Rusia tras ser secuestrados por sus madres

El órdago de Putin aterra a los más de 300 padres españoles que, como Pedro Llorente, tienen a sus hijos en Rusia tras ser secuestrados por sus madres
Pedro Llorente, junto a sus dos hijos antes de ser secuestrados por su exmujer | Libertad Digital

Mientras el mundo entero debate sobre si el último órdago de Vladimir Putin es o no un farol, hay quien escucha sus amenazas conteniendo la respiración. Es el caso de los padres españoles con hijos secuestrados en Rusia. "Cuando escuché su discurso, se me encogió el corazón", confiesa Pedro Llorente, el socialista que el pasado mes de junio denunció a su exmujer por fugarse a Moscú con sus dos hijos adolescentes.

"Esto ya no es una broma. Llevamos 6 meses de guerra, hemos visto brutalidades que no se veían en Europa desde la Segunda Guerra Mundial, e incluso hay riesgo de que en Rusia se desate una guerra civil", advierte atemorizado. Precisamente por eso, insiste en que "el Gobierno no puede mirar para otro lado" ante esta situación. "Son niños españoles. Y los míos no son los únicos, ni mucho menos. Hay muchísimos más, y es hora de que el Ministerio de Justicia y el de Exteriores se pongan las pilas y reclamen a la Embajada rusa la devolución inmediata de todos ellos", insiste.

Su principal temor es el cierre de fronteras y que, si las cosas empeoran, no puedan salir del país, pero también que Putin empiece a reclutar a los adolescentes. "De momento están llamando a los que tienen experiencia militar, pero ya hemos visto lo que está pasando y, en Rusia, a los 17 años ya les llaman a filas. Mi hijo todavía tiene 15, pero, tal y como están las cosas, no sabemos cómo puede terminar esto, y me da miedo, muchísimo miedo", reconoce.

300 padres en la misma situación

Secretario de Política Institucional del PSOE de San Sebastián de los Reyes y miembro del Comité Regional del PSM, Llorente asegura que ya ha intentado mover los hilos dentro del Ejecutivo. "No por mi caso, sino por todos, pero el problema es que en estos temas la gente no suele mojarse", lamenta. De ahí, que insista en la necesidad de unir fuerzas con las decenas de padres españoles que, desgraciadamente, se encuentran en su misma situación.

A pesar de que el Gobierno no cuenta con datos oficiales, Javier Somoza, presidente de la Asociación Niños Sin Derechos (NISDE) calcula que en España hay alrededor de 300 casos de sustracción internacional con destino Rusia. "Y la secuestradora siempre es la madre", subraya. El último secuestro del que tienen constancia en su asociación es el de Anastasia Acosta Maryubeliva, una pequeña de tan solo 7 años, cuya desaparición fue denunciada el pasado 8 de agosto. Sin embargo, en NISDE todavía tienen casos abiertos desde hace 15 años.

En los últimos meses, el propio Somoza ha mantenido numerosas reuniones con distintos estamentos del Gobierno, sin que éste haya hecho nada para ayudarles. "Si quieren, claro que pueden hacer algo. Hay muchos rusos con propiedades en España y tienen medios más que de sobra para presionar", insiste Llorente, que asegura que hará todo lo posible para que el Ejecutivo de Pedro Sánchez reaccione de una vez por todas.

La historia de Pedro Llorente

Su historia se remonta al pasado mes de junio, cuando le llamaron del instituto para decirle que sus hijos llevaban varios días sin ir a clase y que no tenían noticias de ellos. El socialista, que también había intentado hablar con ellos sin éxito, se puso en lo peor, ya que, apenas unos días atrás, él y su exmujer habían discutido por las vacaciones de los niños.

No se equivocó. Pronto recibió un mensaje suyo en el que ésta le confesaba que efectivamente estaban en Rusia. Su primera versión fue que se habían ido a toda prisa sin avisar porque sus padres habían tenido un accidente de coche. Las otras familias del instituto también le trasladaron a Pedro lo que habían podido averiguar a través de sus hijos, a los que les habían dicho que volverían al terminar el verano.

Una secuestradora reincidente

Al principio, las fuerzas de seguridad quisieron confiar en su palabra. Sin embargo, hoy la situación es bien distinta. "La Policía ya me ha advertido de que no van a volver", reconoce el socialista. Algo que, por otro lado, él ya se temía, puesto que no es la primera vez que su exmujer hace algo parecido. Cuando su hijo mayor tenía dos años y la pequeña ni siquiera había cumplido uno, ella le dijo que no estaba bien y que necesitaba irse un tiempo a Rusia con su familia.

"Tener dos hijos tan seguidos y estar en un país que no es el tuyo no es fácil, así que yo lo entendí perfectamente y me pareció bien que se fuera", explica Llorente. Su sorpresa llegó cuando, al poco tiempo, le mandó "un divorcio ruso" y le dejó claro que su intención era quedarse allí para siempre. Una enfermedad hizo, sin embargo, que, seis años, después su exmujer regresase a España, donde finalmente acabó rehaciendo su vida.

Desde entonces, Pedro veía asiduamente a sus hijos y confiaba en que no se fugara de nuevo. Lo que jamás imaginó es que volvería hacerlo en el peor momento posible: en medio de una guerra que no sólo está teniendo consecuencias devastadoras para Ucrania, sino también para la propia Rusia, donde los ciudadanos que se movilizan contra Putin ya están siendo víctimas de la represión.

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