Tras llevar a cabo una reforma educativa repleta de ideología, Pedro Sánchez prepara ya una segunda vuelta de tuerca en el control del desarrollo personal de los niños. El PSOE ha elaborado un documento en el que describe todo un nuevo esquema de control de las clases particulares que los padres tienen que dar a sus hijos, precisamente, para paliar el mal nivel educativo de muchos de los colegios. La palabra clave del texto: igualdad. El mensaje obvio: el control oficial para limitar la libertad de los padres de reforzar la formación de sus hijos.
A Pedro Sánchez no le vale con los "triángulos con perspectiva de género", "la dosificación del esfuerzo" -no vaya a ser que algún alumno se agote-, o con el "desarrollo máximo de las potencialidades en todo el alumnado desde una perspectiva inclusiva". Todo ello son contenidos o enfoques que aparecen, tal cual, descritos en el nuevo esquema educativo aprobado por el PSOE y respaldado por todos sus socios de Gobierno. Contenidos que se priman mientras se rebajan las exigencias en historia, lengua o matemáticas hasta el punto de desplazar a la regla de tres, los números romanos, el mínimo común denominador, el dictado, los prefijos y sufijos o las conjugaciones verbales.
Los socialistas saben que, pese a la enorme crisis económica, las familias siguen haciendo lo imposible por reforzar la educación de sus hijos y que, con grandes sacrificios, pagan clases particulares siempre que pueden para evitar una mala formación de los menores. Y por ello han decidido ahora poner su mirada en esas clases: para empezar a limitar su plena libertad y controlar la "falta de equidad" que provoca, dicen, que unos alumnos las reciban y otros no.
El documento del PSOE, registrado ya en el Congreso, señala que "recientemente se han publicado diversos informes y artículos de opinión que ponen en cuestión la igualdad en el acceso a actividades extraescolares debido, entre otros motivos, a la extensión de la jornada continua". El PSOE afirma que "estas opiniones Ilaman la atención sobre la falta de oferta de actividades extraescolares en aquellos centros en los que hay jornada continua y por consiguiente esta modalidad de estudios incitaría a que las familias tuviesen que realizar una inversión extraordinaria en clases extraescolares para sus hijos e hijas".
Los socialistas empiezan a dejar claros sus objetivos unos párrafos más adelante: "No todas las familias pueden afrontar unos gastos extraordinarios en actividades extraescolares para sus hijos e hijas, aunque también es importante recordar que las actividades extraescolares, como su nombre indica, son extraescolares y por tanto no forman parte de la jornada lectiva ni del currículum educativo".
"Por otro Iado, las clases particulares tienen una tradición en España como apoyo al estudio o a la realización de tareas fuera del horario escolar, como son los tradicionales deberes. Pero también se utilizan para mejorar el rendimiento de los alumnos que aspiran a tener mejores resultados", señala el documento del PSOE. "El sistema educativo español tiene como objetivo proporcionar una educación de aprendizajes mínimos y comunes para permitir a nuestros jóvenes la continuidad en los estudios o el acceso al mundo laboral con una formación básica y elemental, así como atender su diversidad de intereses académicos y profesionales y facilitar su máximo desarrollo", afirma el PSOE.
Y, por lo tanto, y según su argumentario, "tal y como está concebida nuestra Iey, la educación es gratuita en la etapa obligatoria y, en los centros públicos, gratuita en la mayoría de las etapas pre y postobligatorias, y en todo caso, complementada con un sistema de becas y ayudas al estudio". Por lo tanto, "debe cubrir las necesidades de apoyo educativo que el alumnado pueda requerir en función de sus ritmos de aprendizaje. Por ello, existen programas de atención a la diversidad y de refuerzo, que las distintas administraciones educativas deben garantizar en sus ámbitos de competencia".
Traducido: "Consecuentemente, es preocupante el contenido de recientes artículos e informes que señalan que un porcentaje importante de alumnos españoles, un 25%, deben recurrir a clases particulares y otros, que llegan a afirmar que algunas familias llegan a destinar más de 600 € mensuales a estas clases". Para los socialistas, "estas cantidades son del todo inasumibles en un sistema educativo como es el español, que garantiza la educación obligatoria gratuita, que se basa en la igualdad de oportunidades para todos los estudiantes y que pretende que todos ellos lleguen a alcanzar el éxito educativo".
Pero el PSOE no saca como conclusión que el problema es la falta de calidad en muchos colegios, motivo por el que los padres se ven obligados a tener que pagar clases particulares. No: usa su argumento para anticipar un sistema de control sobre las clases particulares.
"Las clases particulares no pueden sustituir el proceso de aprendizaje que se Ileva a cabo en los centros educativos, ni la labor que realizan los docentes en el aula, en la educación formal", señalan desde el PSOE. "Recurrir puntualmente a alguna clase particular puede cobrar sentido cuando existe una dificultad excesiva para seguir con normalidad una materia, pero no debe ser la norma general ni ser extensible a varias materias", sentencia el partido de Pedro Sánchez.
Los argumentos a partir de ahí llegan al surrealismo: "Pedagógicamente, esta práctica puede ser negativa y contraproducente para el alumno, quien además de pasar 5 o 6 horas lectivas en el aula, se vería obligado a extender su jornada escolar con varias horas de clases particulares en su tiempo libre, en un tiempo extraescolar". Además, "las clases particulares ponen de manifiesto la excesiva carga de deberes que se siguen dando en muchos centros, principalmente de educación primaria". Y "el sistema educativo debe garantizar que los alumnos y alumnas cuenten con los recursos adecuados sin tener que recurrir a un gasto extraordinario por parte de las familias para lograr el éxito educativo".
Y el PSOE pasa a sentar el principio base: "No todas las familias tienen el mismo nivel educativo, ni los mismos recursos económicos, ni la disponibilidad de tiempo para poder apoyar a sus hijos e hijas".
Y por todo ello, exigen "elaborar un informe sobre la participación del alumnado español en actividades extraescolares y en clases particulares, tipología, así como su aprovechamiento y coste por aIumno/a"; "impulsar la inclusión, en la medida y forma que se estime factible, datos sobre actividades extraescolares y clases particulares en los Informes de situación del sistema educativo, también en los elaborados por los Consejos Escolares del Estado y, a recomendarlo, en los de las distintas CCAA"; y, sobre todo, "proponer, a partir del diagnóstico e informes elaborados, medidas para mejorar la equidad, la calidad educativa y garantizar la igualdad de oportunidades".
Traducido: comienza la era del control público de las clases particulares.