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Josu Abrisketa 'Txutxo' y el entramado empresarial que financia a ETA desde Cuba: "Poníamos bombas juntos"

El grupo Ugao, que preside el etarra, facilita a los miembros de la banda huidos de la justicia su inserción social y económica en Hispanoamérica.

El grupo Ugao, que preside el etarra, facilita a los miembros de la banda huidos de la justicia su inserción social y económica en Hispanoamérica.
Josu Abrisketa 'Txutxo', presidente de Grupo Ugao. | CAPTURA DE VIDEO

Muchos de los "responsables de ETA-KAS o ETA-EKIN" fueron condenados -en la Sentencia nº408/2009 del Tribunal Supremo- por administrar "los rendimientos de las empresas" que atendían a los etarras huidos de la justicia en Hispanoamérica. Así se recuerda en el informe pericial -al que ha tenido acceso LD- que Dignidad y Justicia remitió el pasado 2 de octubre al juez Manuel García Castellón, titular del Juzgado Central de Instrucción número 6 de la Audiencia Nacional.

Se encargaban de ayudar a los miembros de la banda terrorista cuando éstos no conseguían cubrir sus necesidades con los medios que les habían facilitado. "Especialmente en Cuba, donde se llegaron a pagar sueldos mensuales de 1.000 dólares a los responsables de la organización terrorista", señala el documento. El dato -que no es nuevo- vuelve a poner sobre la mesa la inestimable ayuda de la dictadura cubana para los etarras fugados, a los que ha ocultado durante décadas.

La excelente relación que el régimen comunista mantiene con ETA se remonta a los años 80. Hay constancia de que la dictadura ha dado refugio desde entonces a más de una veintena de terroristas, a los que habría ofrecido todas las facilidades para que lograran su inserción social y económica en la isla caribeña. Una de las empresas clave del entramado ha sido Gadusmar, dependiente del Grupo Ugao que preside Josu Abrisketa.

La fuga del bacalao

Cabe recordar que entre los condenados por integración en organización terrorista en calidad de dirigentes en 2007, en el macroproceso EKIN-KAS-XAKI, se encuentra Juan Pablo Diéguez Gómez, el administrador de GADUSMAR S.L., una sociedad constituida en diciembre de 1994 en Bermeo y que supuestamente se dedicaba a la venta de bacalao y sus derivados.

Su creación coincide precisamente con los primeros meses de Mikel Antza al frente del aparato político de la banda terrorista, cargo que mantuvo hasta 2004. Durante su mandato, se encargó de "la creación de estructuras de apoyo y captación de los miembros huidos" a terceros países, recoge la pericial.

Lo primero que hizo fue disgregar al "abultado número de integrantes" de la banda que se encontraba en Francia tras las detenciones masivas de mediados de 1985, para alcanzar "mayores niveles de clandestinidad". Logró que un total de 21 países, en su mayoría de Hispanoamérica, se convirtiesen en receptores de terroristas desde que él llegó.

El 17 de abril de 1996, la sociedad en cuestión -Gadusmar-, otorgó "poderes especiales y exclusivos para operar en Cuba a dos miembros de ETA", apunta la pericial. Se trataba de Carlos Ibarguren Aguirre ‘Nervios’ y Agustín Azkarate Itxaurrondo ‘Koldo’. La empresa "dio apoyo financiero" a los etarras y a otros muchos huidos de la justicia española en Sudamérica.

Los etarras de Fidel

En este punto se hace interesante releer algunas de las declaraciones realizadas por un alto funcionario del Partido Comunista Cubano (PCC) que "durante 15 años tuteló a la colonia etarra instalada en la isla caribeña" al diario El País. Una entrevista a Julio Antonio Alfonso Fonseca que fue publicada el 20 de mayo de 2012. Él se había marchado de Cuba para no volver. Allí sólo le esperaba la cárcel.

El diplomático cubano, que -según esta información- aparece nombrado como El de siempre, Guillermo o El pequeño, en los correos internos de la banda terrorista, asegura que "todo lo relacionado con ETA depende directamente de Fidel" y que "tienen asignado un dispositivo específico de protección y control". Para entonces, él calculaba que quedaban unos 15 etarras en la isla. En su mayoría, llegados desde Panamá y Nicaragua.

Sobre Gadusmar aseguró: "Fue presentada en Cuba por Gorka Martínez Bilbao como una empresa normal más del País Vasco. Puede que Josu Ternera sepa algo de eso. En la isla solo vendieron dos contenedores de bacalao traídos de Noruega por un monto aproximado de 40.000 euros, de los que, por cierto, el Gobierno cubano no tenía conocimiento. Allí trabajaban Carlos Ibarguren y Agustín Azkarate".

En esa entrevista Fonseca habla también de Josu Abrisketa, al que califica como "inteligente". "Está muy integrado —se casó con una cubana y tiene una hija—, y enseguida montó UGAO y otras empresas de exportación-importación", añade. También asegura que entramado que creó recibió "ayudas económicas del Gobierno vasco en tiempos del lehendakari José Antonio Ardanza y, sobre todo, de Juan José Ibarretxe".

Quién es Josu Abrisketa

Josu Abrisketa Korta, alias Txutxo, es un dirigente histórico de ETA afincado en Cuba desde hace 37 años. Fue el más joven de los procesados en el Consejo de Guerra de Burgos en 1970. En él se juzgaron tres asesinatos, entre ellos el del inspector jefe de Policía Melitón Manzanares. El etarra fue condenado a 62 años de cárcel, pero en 1977 fue amnistiado y al poco tiempo se marchó a Francia. Las autoridades del país lo deportaron a Panamá en enero de 1984. Y cuatro meses más tarde fue trasladado a Cuba.

En la isla caribeña lleva escondido desde entonces, aunque no ha estado metido en una cueva o pasando penurias. Goza de todos los privilegios que podamos imaginar. Por supuesto, vive mejor y con más libertad que cualquier cubano. No hay más que ver que es el presidente de un grupo de empresas, que sus hijos le visitan cada año y que puede permitirse hablar sin pudor de su pertenencia a la banda terrorista.

La dictadura le ha tenido en palmitas todo este tiempo. "Llevamos 30 años trabajando en Cuba, en momentos de altas y de bajas, siempre de la mano con este país", dice él mismo en una entrevista concedida a Cuba Información TV en 2017. Ugao, el grupo empresarial que dirige, se dedica fundamentalmente al sector energético. Pero ha ido ampliando negocio: calderas, ron, cerveza, instalaciones ferroviarias, calzado... Y donde le dejen hincar el diente.

‘Txutxo’ y la banda

El libro 'Héroes de la retirada' recoge -informa Europa Press- que "la falta de fondos hizo que la VIII Asamblea de ETA, comandada por Josu Abrisketa (Txutxo) y Arnaldo Otegi, recurriese al secuestro de alrededor de media docena de empresarios, que le reportaron 302 millones de pesetas". Sus autores citan, entre otros, a Miren Elósegui, la única mujer que la banda terrorista tomó como rehén a lo largo de su historia.

"Odio las armas, pero me metí en la lucha armada", llega a reconocer en una entrevista concedida en diciembre de 2020 a 7K -medio del grupo de comunicación que edita Gara-, en la que se presenta como un joven estudiante de Química que procedía de una "familia obrera" y que lo dejó "todo" cuando entró "en ETA como liberado". "En la clandestinidad hacíamos todo juntos; lo mismo íbamos a reuniones de tipo cultural, que íbamos a asambleas en fábricas, que poníamos bombas juntos", confiesa.

En la actualidad, desde su posición de empresario, Josu Abrisketa "se mantiene de una forma muy activa en la promoción de la independencia y la cultura del País Vasco", como recoge la investigación encargada por la asociación Dignidad y Justicia, que aporta -además- las pruebas de la estrecha relación entre el etarra y Mikel Antza, el que fuera líder del aparto político de ETA entre 1993 y 2004.

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