Ni los más animalistas del Gobierno se libran de que les superen en radicalismo. Un acto sobre alimentación saludable —"Vive saludable, vive mejor"— con la presencia de la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, y los ministros de Trabajo —Yolanda Díaz— y Consumo —Alberto Garzón— en el que se ha defendido la necesidad de cambiar los hábitos alimentarios para preservar el planeta, ha sido saboteado este sábado al mediodía por una activista de Animal Rebellion —que se definen como movimiento de justicia animal y climática que tienen el objetivo declarado de impulsar la acción del Gobierno hacia un sistema alimentario basado en plantas— y se ha pegado con cola al atril del escenario.
La activista ha subido al escenario momentos después de que Garzón y Colau intervinieran, cuando empezaba una mesa redonda con representantes de diferentes entidades. Y lo ha hecho para pedir al Gobierno medidas para fomentar una alimentación vegana, y a la Generalidad que no dé ayudas al sector ganadero.
"Muchos diálogos, pero no se está haciendo nada", ha dicho la activista desde el atril, que ha seguido con su discurso unos minutos más pese a que le pidieron que abandonase el escenario.
Ante su negativa, los organizadores del acto optaron por apagar su micro, para que no se oyese su discurso, deslabazado y poco inteligible por otra parte, en el que echa en cara al ministro Garzón su defensa de la ganadería extensiva.
Una activista animalista interrumpe un acto en Barcelona con Yolanda Díaz, Garzón y Colau y se pega al atril con pegamento. Varios operarios han tenido que desmontar el atril para llevársela. pic.twitter.com/tgDrHXRNaj
— Wall Street Wolverine (@wallstwolverine) October 15, 2022
De poco le ha valido al ministro Garzón sus ataques a la ganadería y al consumo de carne. Como ha podido comprobar hoy, siempre va a haber gente mucho más radical en sus planteamientos animalistas.
Pegada al atril
Una vez que terminó su perorata, pidieron a la activista que abandonase el acto. En esos momentos los responsables del mismo se dieron cuenta de que se había enganchado al atril con pegamento de contacto.
A continuación, unos operarios han procedido a desmontar el atril para sacarla de la sala, a la fuerza, mientras gritaba "¡Justicia climática ya! ¡Justicia animal ya! ¡No tenemos planeta B!".
Ya fuera de la sala se le oye decir en tono amenazante "como me hagáis daño en las manos, os vais a cagar (sic)", como se recoge en este vídeo de La Vanguardia.
Cada vez más radicalizados
El ecologismo climático, el feminismo —como el que practican en Femen— y el animalismo son movimientos cada vez más radicalizados, y sus actos, como dañar obras de arte para protestar o lanzar botes de pintura contra edificios públicos, además de todo tipo de performances, se han puesto de moda.
Así ocurrió ayer en la National Gallery de Londres, donde dos energúmenas ecologistas de la organización Just Stop Oil, que protestaban contra el uso de petróleo y gas, arrojaron sopa de tomate contra el cuadro Los girasoles de Van Gogh.
Justo después de atentar contra el cuadro de Van Gogh, se han pegado a sí mismas a la pared del museo, como ha hecho la activista de Animal Rebellion en el acto de Barcelona.