Josep Maria Estela ya no es el jefe de los Mossos d'Esquadra. El consejero de Interior, el exsocialista Joan Ignasi Elena, ha destituido al comisario, al que se tenía como afín a ERC, tras negarse a presentar la dimisión, tal como le habían ido "sugiriendo" en los últimos días. Se trata del sexto jefe de los Mossos en los últimos cinco años.
Tras la aplicación del artículo 155 de la Constitución en Cataluña, Josep Lluís Trapero, fue apartado del cargo y nombrado jefe quien había sido su segundo, Ferran López. Tras las elecciones del 21 de enero de 2017 y la constitución del nuevo Govern, con Torra al frente, se nombró jefe de los Mossos a Miquel Esquius, que fue sustituido por Eduard Sallent. Tras ser absuelto Trapero en la Audiencia Nacional, fue restituido en el cargo. Dirigía la consejería el miembro de Junts Miquel Sámper. Las últimas elecciones propiciaron el enésimo relevo. El cesado Estela sustituyó a Trapero. Y ahora, Sallent, volverá a dirigir a los agentes autonómicos. Al menos hasta diciembre, puesto que la intención de ERC es colocar a una mujer al frente del cuerpo. Con toda probabilidad será la comisaria Rosa Bosch.
Desde la defenestración del major Trapero, que de estrella de la policía autonómica catalana ha pasado a "analista" con despacho en la comisaría principal del cuerpo, pero sin atribuciones, la cúpula de los Mosso" está sumida en el más absoluto caos. Las injerencias políticas son marca de la casa y han causado más de un cese y de un traslado de policías considerados profesionales en favor de afectos a la causa independentista, ya sea de la facción de Puigdemont o de la de Junqueras.
Control político frente a criterios policiales
El gobierno de la Generalidad ejerce un control absoluto del cuerpo y Estela habría tratado de imponer sus criterios técnicos en los nombramientos y ascensos frente a los designios de Elena. Bajo el mandato del actual consejero fue cesado el jefe de investigación de los Mossos, Antoni Rodríguez, quien ha denunciado en los juzgados que Sallent le había reclamado información sobre casos que afectaban a políticos como Miquel Buch, exconsejero de Interior por parte de Junts, investigado judicialmente por la escolta a cargo de los Mossos que dispuso para el prófugo Puigdemont en su refugio de Waterloo.
Tras el golpe de Estado separatista, tanto Junts como ERC pugnaron por el control del cuerpo y nombrado jefes por razones estrictamente políticas. A Estela, designado para sustituir definitivamente a Trapero, le imputan ahora en la consejería falta de profesionalidad. En las últimas semanas había trascendido que no se hablaba con su teórico segundo, Sallent, y que era este quien en realidad dirigía a los Mossos. Estela también se habría opuesto al último listado de ascensos que proponía Elena, con cuatro mujeres y dos hombres. El policía tenía otra lista en la que había cuatro hombres y dos mujeres. Uno de los eslóganes de ERC en materia policial es la feminización del cuerpo.