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Una hermana de Juana Canal, ante el hallazgo de más huesos: "Sólo quiero que esto se acabe"

En las últimas horas, se han encontrado nuevos restos óseos en el municipio abulense de Navalacruz que podrían ser de la mujer desaparecida en 2003.

En las últimas horas, se han encontrado nuevos restos óseos en el municipio abulense de Navalacruz que podrían ser de la mujer desaparecida en 2003.
Las hermanas Canal, Juana y Carmen, antes de la desaparición de la primera. | Familia Canal

El dispositivo especial desplegado por la Policía y la Guardia Civil desde el pasado lunes para rastrear el paraje de Navalacruz (Ávila) en el que dos senderistas encontraron un fémur y parte del cráneo de Juana Canal en 2019, está dando sus frutos. En las últimas horas han hallado nuevos restos óseos, que se suman a los encontrados en los días anteriores, que podrían ser de la vecina de Ciudad Lineal desaparecida en 2003. "Han dicho que está casi todo", confirma a LD su hermana mayor.

Es la primera vez que Carmen Canal habla desde que la familia se enteró del hallazgo de los primeros huesos, el pasado mes de junio. Para ellos, los seres queridos de Juani -como la solían llamar-, es entonces cuando empieza verdaderamente el duelo. Fue la constatación de que estaba muerta, aunque lo sospechaban prácticamente desde el principio. Nunca les cuadró que dejara a sus dos hijos sin mirar atrás. "Lo estoy llevando muy mal", asegura visiblemente afectada.

Ella es la mayor de cuatro hermanos (cinco, contando a Juana) y para todos ellos ha sido como una segunda madre. Tiene 71 años y -a sus espaldas- hay mucho dolor. Su sobrino -el hijo mayor de la víctima- falleció, hace ahora 8 años. Apenas un año más tarde lo hizo su madre, que se marchó sin conocer el hallazgo de los primeros huesos y posiblemente pensando que su hija podía seguir viva.

Lo que desea Carmen es "que se acabe todo esto". "Sólo quiero que esto se acabe", insiste, y poder darle a Juana "su descanso". Le darán una misa el próximo día 28 de octubre en el colegio de salesianos en el que ella cursó sus estudios. Lo que pase con él, poco le importa ya. "Me da igual", asegura. Se refiere a Jesús, quien mantenía una relación sentimental con la víctima en el momento de su desaparición y que a día de hoy sigue siendo el principal sospechoso del caso.

Jesús y Navalacruz

Aunque de momento no ha salido a la luz que haya ninguna prueba incriminatoria, los datos nuevos que se van conociendo siguen apuntando hacia él como responsable de lo que quiera que ocurrió el 22 de febrero de 2003, tras la fuerte discusión que -él dijo- tuvo con Juana. Según creen los investigadores, un homicidio con ocultación de cadáver.

Sin duda la vinculación de Jesús con Navalacruz, el lugar donde se localizaron los restos de Juana en 2019 y en el que se han encontrado nuevos vestigios estos días, es algo que los agentes del caso tienen en cuenta en su investigación. Ésta queda sobradamente acreditada en las publicaciones que él mismo y su entorno han realizado en distintas redes sociales

Por otra parte, Libertad Digital ha podido confirmar la estrecha relación de la familia del que fuera pareja de Juana con el municipio abulense. Entre otras cosas, podemos mencionar que allí se crio el padre de Jesús, madrileño de nacimiento, y que tanto él como el resto de sus hermanos han seguido acudiendo al pueblo los fines de semana y en periodos vacacionales.

El único sospechoso

Lo cierto es que nunca hubo otro sospechoso. El día en que Juana desaparece, el mayor de sus dos hijos -que vivía con ella- encuentra en el piso familiar una carta en la que Jesús le explicaba que se había marchado. Supuestamente, habían discutido y se fue sin que él pudiera impedirlo, a pesar de que salió tras ella. De hecho, en un principio se pensó que verdaderamente la vecina de Ciudad Lineal podría haber desaparecido voluntariamente.

Tanto es así que -según asegura Carmen- inicialmente a la familia no le prestaron "demasiada atención". Prueba de ello es que el piso en el que residía la víctima nunca se investigó. Está segura de que es así porque su hijo siguió viviendo allí. Se ha hecho ahora -el pasado mes de septiembre- como parte de las nuevas diligencias abiertas por el juzgado de Ávila encargado del caso, a partir del hallazgo de los primeros huesos de Juana en 2019.

Aun así, Carmen no les culpa. Entiende que eran otros tiempos y las cosas funcionaban de otra manera. Sí se inspeccionó -sin embargo- el taxi que por aquel entonces tenía Jesús, nos explica. Pero no debieron hallar nada significativo, a la vista de los acontecimientos. "Tampoco había los medios que hay hoy", exclama, "son 20 años los que han transcurrido".

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