La suspensión de las conversaciones entre el PSOE y el PP para renovar el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) y el Tribunal Constitucional ha provocado sentimientos encontrados entre algunos de los candidatos que optaban a convertirse en nuevos vocales del Poder Judicial.
Algunos de estos candidatos aseguran a Libertad Digital aseguran que tras conocer el comunicado del PP en el que se daban por suspendidas las negociaciones han sentido "alivio" en lo personal y "preocupación" por el devenir de la justicia y de la crisis institucional que vive España. "El Tribunal Supremo se encuentra en una situación crítica", añaden.
Cabe destacar que el Ejecutivo de Pedro Sánchez sacó adelante el año pasado una reforma de la Ley que impide al CGPJ realizar nombramientos en funciones. Posteriormente, efectuaba otra reforma para que el Gobierno de los jueces sólo pudiera elegir a los magistrados del Tribunal Constitucional. Esto ha provocado un bloqueo en la justicia y que a finales de año se vayan a acumular más de 70 nombramientos pendientes en toda España-
Otros candidatos consultados por LD afirmaban que "la posibilidad de que las negociaciones se truncasen nuevamente estaba encima de la mesa. Ahora sólo queda esperar a ver como reacciona Europa ante esta situación". "No se puede negociar el reforzamiento de la independencia judicial cuando a la vez está negociando en paralelo su debilitamiento", añaden.
Tal y como avanzaba este diario antes de conocerse el desenlace, las negociaciones estaban en un "estado crítico", después de que la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, anunciase ante el Congreso su compromiso con ERC de negociar el delito de sedición. Minutos después, Montero intentaba matizar sus palabras: "Si en algún momento se ha interpretado por mis palabras que yo estaba dando un paso más, para nada. En el fragor del debate no siempre uno termina la frase y lo que quería decir es que hay un compromiso firme cuando tengamos las mayorías para impulsarlo, cosa que hoy no ocurre".
El enfado en las filas populares era monumental por lo que consideraban la última "traición" del Partido Socialista. "Asumimos el coste de renovar el CGPJ, incluso electoral, y tenemos que explicar muy bien las cosas, pero hasta aquí hemos llegado. El PSOE está demostrando que quiere dinamitar las negociaciones", afirmaban fuentes populares visiblemente enfadadas.
Socialistas y populares decidieron pisar el acelerador para renovar el CGPJ antes de que estallase la reforma del delito de sedición que exigen los socios independentistas del Ejecutivo, algo que este jueves ha sucedido con las declaraciones de la ministra de Hacienda.