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El detenido por la desaparición de Juana Canal cambia su confesión: la mató y la descuartizó en la bañera

Jesús P. ha confesado en las últimas horas que asesinó a su ex pareja de un golpe y enterró su cadáver desmembrado en Ávila para no ser pillado.

Jesús P. ha confesado en las últimas horas que asesinó a su ex pareja de un golpe y enterró su cadáver desmembrado en Ávila para no ser pillado.
Jesús P., asesino confeso de Juana Canal. | EFE

La presión ha podido con el que fuera pareja de Juana Canal en el momento de su desaparición, el 23 de febrero de 2003. Jesús P., que fue detenido el pasado miércoles, ha acompañado a los investigadores a los registros practicados este jueves. Una vez en la zona en la que se encontraron los primeros huesos de la víctima en 2019 y nuevos restos óseos la semana pasada, ha empezado a cantar.

En un primer momento, la ex pareja de la vecina de Ciudad Lineal, dio una versión edulcorada de los hechos. Intentó convencer a los agentes de que se la había encontrado muerta en la casa que compartían en Madrid, que se asustó y entonces decidió deshacerse del cadáver. No tardó en reconocer la verdad, ante la contundencia de las pruebas contra él: la mató a golpes, descuartizó su cuerpo en la bañera y lo enterró muy cerca de la finca inspeccionada en Navalacruz (Ávila).

Tal y como estaba previsto, este viernes ha pasado a disposición judicial, tras declarar ayer en sede policial. Fue a última hora de la noche cuando reconoció ser el autor el crimen, según señalan fuentes cercanas a la investigación. No obstante, los agentes del caso tenían claro que él había matado a Juana desde que lo detuvieron. El pinchazo de su línea ha sido clave para la resolución del caso.

Según las escuchas de las conversaciones del acusado, Jesús habría contado con la colaboración de un cómplice o encubridor que estaría al tanto del crimen y podría haberle ayudado a trasladar el cadáver desde la vivienda que compartía con Juana en la Calle Boldano hasta el paraje en el que -ha admitido- ocultó su cuerpo, en una zona boscosa del municipio abulense. No ha trascendido si en las últimas horas ha dicho algo al respecto.

En la último versión de los hechos ofrecida por el autor confeso del asesinato, delante de su abogado, ha relatado que llegó a su casa y discutió fuertemente con su pareja, hasta el punto de que Juani -como la llamaban sus familiares y amigos- llamó a la Policía. Los agentes de la comisaría de Ciudad Lineal se personaron en el inmueble, pero no realizaron ninguna diligencia relevante. Cuando se marcharon, perpetró el crimen. Rondaban las tres de la madrugada.

Como sabía que debía deshacerse del cuerpo rápidamente para no ser pillado, porque el hijo mayor de Juana vivía con ellos y -aunque no había pasado la noche allí- podía volver en cualquier momento. El chico había salido de fiesta y se había quedado a dormir en casa de unos familiares. Un tiempo limitado para hacer desaparecer el cadáver. Lo descuartizó en la bañera y lo trasladó al lugar donde lo enterró, en la localidad de Navalacruz.

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