La Unión Europea aprobó hace unas semanas la puesta en marcha de un programa de entrenamiento militar para tratar de ayudar a Ucrania y su ejército a liberarse de los ocupantes rusos. Algo similar a lo que los ejércitos europeos están haciendo o han hecho desde hace unos años con países como Mozambique, Mali, Somalia o República Centroafricana, que tienen al yihadismo como la principal lacra que amenaza su estabilidad.
Una nueva misión que se realizará en suelo de los países europeos que han aceptado implicarse -la guerra impide que se pueda hacer en suelo ucraniano- y que, en el caso español, van a tener lugar en el campo de maniobras de Toledo, según ha quedado claro en el encuentro que han mantenido este lunes en Madrid la ministra de Defensa, Margarita Robles, y la coronel Yulia Tapaciok, jefa de Relaciones Bilaterales para la Región Europa del Estado Mayor Conjunto ucraniano.
En esta instalación castellano-manchega, que pertenece al Ejército de Tierra, se llevará a cabo el adiestramiento de rotaciones de cerca de 400 militares ucranianos cada dos meses, a los que se les va a impartir un módulo de instrucción básica y otros en los que se irán especializando con otros módulos de desactivación de explosivos, tiro de precisión, lucha contra explosivos improvisados e instrucción paramédica.
La planificación actual también tiene previsto que se realicen cursos relaciones con la ciberdefensa, así como un curso para saber usar sistemas de artillería de campaña 105/14 y otro básico del sistema antiaéreo Hawk, del que España mandó cuatro unidades la pasada semana a Ucrania. El envío de los Hawk fue anunciado por sorpresa a mitad de mes por el secretario general de la OTAN, confirmado poco después por el ministro de Defensa ucraniano y sólo ratificado tras todo eso por España.
Junto a esos cuatro sistemas Hawk, él Gobierno envió asimismo un sistema de lanzamisiles Aspide, que nuestro país había comprometido con Ucrania el pasado mes de agosto. La tardanza en su envío se debe a que una veintena de militares ucranianos se han estado adiestrando para su uso durante algo más de un mes -entre mitad de septiembre y mitad de octubre- en el campo de maniobras de Zaragoza.
La previsión inicial de la UE es que sus países socios participen en este programa de adiestramiento durante los dos próximos años y que formen en total a unos 12.000 militares ucranianos. Una misión que, según las previsiones iniciales, se mantendría más allá de la guerra en el caso de que durante ese periodo hubiese una salida política o militar al conflicto.