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La otra cara del taxista que mató y descuartizó a Juana Canal hace casi 20 años

El asesino confeso de la vecina de Ciudad Lineal hacía una vida normal con su nueva pareja y los hijos de ambos en Fuente el Saz del Jarama.

El asesino confeso de la vecina de Ciudad Lineal hacía una vida normal con su nueva pareja y los hijos de ambos en Fuente el Saz del Jarama.
Jesús Pradales, en su puesto de hamburguesas ambulante. | FACEBOOK

Jesús Pradales, asesino confeso de Juana Canal, fue detenido el pasado 26 de octubre. Esa misma noche cedió ante la presión y admitió haber matado a la que era su pareja hace casi 20 años, poniendo fin al caso apenas cuatro meses antes de que prescribiera. Hasta entonces, hacía una vida aparentemente normal. Tras la desaparición de la vecina de Ciudad Lineal —el 23 de febrero de 2003—, había rehecho su vida y creado su propia familia.

Para algunas personas del entorno de Juani, como la llamaban cariñosamente sus familiares y amigos, lo logró "demasiado pronto". Más allá de esta consideración, cabe indicar que LD ha podido confirmar que la expareja de la víctima se casó con otra mujer sólo cuatro meses después de que se le perdiera la pista: el 8 de junio de 2003. Así ha quedado registrado en las publicaciones que han realizado en sus perfiles de Facebook tanto Jesús como su esposa.

Cuando Juani desapareció, su novio dio por zanjada la relación. Hizo creer a todo el mundo que ella se había marchado tras una discusión y que "no iba a volver", según ha relatado a este periódico su sobrina y ahijada Inma Castro Canal. En línea con esa versión de los hechos, devolvió las llaves de la casa al hijo mayor de la víctima —Sergio, que vivía con ellos— y se fue a casa de sus padres.

Cambió de vida

Aunque había indicios más que suficientes para investigar a Jesús como sospechoso, como la llamada que Juani hizo a la policía la noche del suceso o el estado en el que se encontraba el piso de la calle Boldano —donde se ha sabido después que mató y descuartizó a la víctima—, el caso se tomó como una desaparición voluntaria y él continuó con su vida. Eso sí, con algunos cambios importantes.

Uno de los más significativos es que Jesús abandonó el taxi, un negocio bastante rentable en aquellos tiempos. En su lugar, decidió dedicarse a la hostelería. Según ha reflejado en las redes sociales, trabajó en algunos establecimientos como camarero hasta que montó su propio negocio: un puesto de hamburguesas ambulantes del que se muestra muy orgulloso en Facebook.

Formaba parte de la nueva vida de feriante que había creado junto a su mujer y sus tres hijos, con los que vivía en el municipio madrileño de Fuente el Saz del Jarama hasta el momento de su detención. Aunque el restaurante ambulante le llevaba a ir constantemente de pueblo en pueblo —de fiesta en fiesta— vendiendo bocadillos.

El papel de su mujer

Ni siquiera su propia mujer parecía desconfiar del taxista, reconvertido en feriante (influido por su familia política, que se dedicaba al sector). Al menos hasta que los medios de comunicación empezaron a apuntarle como principal sospechoso del asesinato de Juana. Las conversaciones que mantuvo con su marido a partir de ese momento, a las que ha tenido acceso la policía, revelan que a ella le surgieron dudas.

"Jesús, en las noticias de la tele dicen que eres el único sospechoso, que fuiste tú", comentó la mujer llegando incluso a reclamarle que le dijese la "verdad". Él le aseguro que no había hecho "nada" y le quitó importancia a las informaciones que se habían difundido, bromeando con comer "lentejas". Es la primera conversación que consta en el sumario del caso.

Ella era conocedora del fuerte carácter de Jesús, que contaba con antecedentes policiales que nos dan una idea del perfil del sujeto. Entre ellos su detención en abril de 2006 —tres años después del crimen de Juana Canal—, por malos tratos a su actual pareja. Según aparece en el sumario del caso, la agredió en una gasolinera de Getafe "en presencia de sus hijos menores".

No fue condenado por estos hechos, pero ya había sido arrestado en otras ocasiones por delitos contra la seguridad vial, entre otros. Constan detenciones practicadas por la Guardia Civil en diciembre de 2003 y mayo de 2004. Algunas de estas cosas llegaron a oídos del entorno de Juani, que siempre le tuvo en el punto de mira.

Queridos en Navalacruz

Jesús procede de una familia muy querida en Navalacruz. Allí se crió su padre, Antonio Pradales. Un reconocido pintor que retrató el municipio abulense en muchas de sus obras y sentía un gran apego por aquellas tierras. Un cariño que el asesino confeso de Juana parece haber heredado, a la vista de publicaciones en Facebook que —sin saberlo— le han terminado delatando.

En 2019, una pareja de senderistas halla en la zona unos huesos que resultaron ser de la víctima. Fueron localizados muy cerca de una finca de la familia de Jesús en el pueblo de Ávila. Juani no tenía ningún vínculo con la localidad, pero era evidente que el que fuera su pareja en el momento de su desaparición sí lo tenía.

Esa relación se vio reflejada incluso en los periódicos de la época. Jesús es el único de los tres hijos del pintor Antonio Pradales que "abandonó el mundo de los pinceles" a edad temprana, indicó el Diario de Ávila el 28 de febrero de 1992. Uno de sus hermanos, sin embargo, ha seguido los pasos de su padre. Aunque en el retrato de su familia siempre habrá una mancha de pintura negra: el asesinato de Juani.

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