Los cazas de combate del Ejército del Aire y el Espacio vuelven a desplegarse en la Europa del Este para poner su granito de arena en el control de la amenaza rusa a los países aliados. Así lo han hecho en las últimas horas seis aparatos Eurofighter Typhoon, que van acompañados por un total de 150 efectivos españoles entre pilotos, mecánicos, armeros, personal médico y de apoyo logístico o económico.
Durante tres semanas, entre este lunes 14 de noviembre y el próximo viernes 2 de diciembre, van a estar desplegados en la base aérea de Bezmer, ubicada en el centro-este del país, con el objetivo tanto de ayudar al ejército búlgaro a controlar su propio espacio aéreo, en misión de Policía Aérea, como para realizar misiones de entrenamiento junto a los pilotos búlgaros, que manejan vetustos cazas MiG-29 de fabricación soviética.
La llegada de los cazas españolas al país ha sido confirmada este viernes en sendos comunicados por la OTAN y el Ministerio de Defensa búlgaro, pero desde España no se ha informado del mismo. Un hecho similar a cuando se anunció el despliegue el pasado mes de octubre, pues fue Bulgaria quien desveló el despliegue de cazas en su territorio. Sólo horas después, fue confirmado por el Ministerio de Defensa de Margarita Robles.
Los países del Este de Europa, desde el Báltico -donde también realizan en rotación estas misiones los cazas españoles- hasta los Balcanes, tienen el problema de tener que proteger su espacio aéreo de intrusiones frente a una aviación rusa que como si se continuase en tiempo del Telón de Acero entra en sus espacios aéreos o zonas de responsabilidad incumpliendo la legislación internacional, es decir, sin plan de vuelo notificado y con el transpondedor apagado.
Para este año todavía está previsto un segundo despliegue aéreo español en el Este de Europa. Se trata de un destacamento de 130 militares y 8 cazas de combate F18 Hornet que cumplirá con una misión similar desde la base aérea de Fetesi, en el este de Rumanía, y que estarán allí desplegados entre el jueves 1 de diciembre y el próximo viernes 31 de marzo.
Los militares españoles que vayan a Rumanía coincidirán en el país con otro destacamento que llegó a mediados de octubre y que estará también hasta el 31 de marzo -aunque esta misión es prorrogable hasta el 20 de junio de 2023- y que consiste en el despliegue de un radar de vigilancia aérea de largo alcance, ubicado en el acuartelamiento de Schitu, para ayudar a controlar el espacio aéreo en el flanco este de la OTAN.