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Zapatero llega a Marruecos de la mano del lobby del PSOE tras el regalo del Sáhara a Rabat

Zapatero, convertido, en un habitual de Marruecos, también defiende la política de Sánchez respecto al Sáhara Occidental.

Zapatero, convertido, en un habitual de Marruecos, también defiende la política de Sánchez respecto al Sáhara Occidental.
El ex presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, en una imagen reciente | EFE

El lobby socialista se refuerza en Marruecos tras haber regalado Pedro Sánchez el Sáhara a Rabat. José Bono, exministro de Defensa, ha empezado ya a hacer acto de presencia en Marruecos. Por supuesto, defendiendo al rey Mohamed VI y apoyando sin fisuras la decisión del Gobierno del PSOE de entregar el Sáhara Occidental, tal y como ha publicado ya Libertad Digital. Y el segundo protagonista de excepción que se ha activado ya de forma visible es, casualmente, el que más relación tiene con el ex ministro de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos: José Luis Rodríguez Zapatero. Hay que recordar que Moratinos mantiene una intensa actividad empresarial con su consultora internacional y que su muy buena relación con Zapatero le ha permitido ya contar con apoyo en destinos de difícil penetración e implantación.

El exministro Bono, en otro tiempo claro defensor del Frente Polisario, ya ha cambiado su perspectiva. Según el propio Bono, a la vista de los recientes acontecimientos. Y otro de los que cambiado la perspectiva, también a la vista de los nuevos episodios, es Rodríguez Zapatero. El expresidente español ha sacado tiempo en su apretada agenda, repleta de labores de defensa del Grupo de Puebla -a su vez, centrado en la exportación del comunismo en todo el mundo- para unirse al lobby de apoyo a la decisión de Pedro Sánchez de entregar el Sáhara a Rabat.

Los pasados días 22 y 23 de septiembre, de hecho, se celebró en Gran Canaria una reunión, bajo la batuta del Gobierno de Marruecos, en la que uno de los invitados estrella fue Rodríguez Zapatero. Sus viajes a Marruecos y al mismo Sáhara se han convertido en habituales. Y en ellos el expresidente pregona las bondades del régimen marroquí. La presencia y labor de apostolado en favor de Rabat se ha convertido en tan habitual que fuentes diplomáticas españolas coinciden en calificar al grupo que comanda Zapatero de "lobby". Un lobby en el que están, además de Zapatero, el propio Felipe Gonzalez, José Bono, Miguel Ángel Moratinos, María Teresa Fernández de la Vega o María Antonia Trujillo.


La exministra Trujillo no dudó en confirmar su apoyo a Rabat con sus declaraciones del pasado 2 de septiembre en la localidad marroquí de Tetuán, en las que afirmó que la españolidad de Ceuta y Melilla "supone una afrenta a la integridad territorial de Marruecos" y que suponen "vestigios del pasado que interfieren" en la nueva forma de entender las relaciones con Rabat.

La exministra ha tenido, de este modo, una participación activa en un acto claro de defensa de esa nueva relación entre Rabat y el Gobierno de Pedro Sánchez: en el congreso "Las relaciones entre Marruecos y España: ayer y hoy", que, casualmente, fue inaugurado por Rodríguez Zapatero.

Hay que recordar, además, que la conferencia que ha dado el banderazo de salida a este movimiento expreso de todo el lobby socialista en Marruecos, fue la celebrada los pasados días 22 y 23 de septiembre en Gran Canaria estuvo organizada, al al menos formalmente, por el Movimiento Saharauis por la Paz (MSP), fundado por el exmiembro del Frente Polisario Hach Ahmed. Y, de nuevo, casualmente, los actos organizados por este movimiento acaban albergando a infinidad de defensores de Marruecos procedentes de los cuadros socialistas.

Zapatero se ha convertido, además, en un habitual de Marruecos. Uno de sus últimas visitas tuvo como epicentro, precisamente, la Universidad Abdelmalek Essaadi de Tetuán, donde el expresidente socialista también participó en ese I Congreso Internacional ‘Las relaciones entre Marruecos y España, ayer y hoy’.

Y allí, Zapatero no dudó en ensalzar el cambio radical de la política exterior española con respecto al Sáhara Occidental.

Y todo ello ocurre mientras las cesiones a Rabat del Gobierno de Pedro Sánchez no cesan y mientras se confirma igualmente el protagonismo de la mujer de Pedro Sánchez, Begoña Gómez, en sus relaciones con empresarios marroquís. La relación entre Gómez y uno de los mayores centros de contactos y formación marroquí se produjo a raíz de su paso por el Africa Center y se basó en las relaciones preferentes con el APD Maroc, una entidad en la que se engolaban 20.000 de los más importantes directivos de Marruecos.

Y todo ello, a su vez, aderezado por el escándalo del hackeo del móvil del presidente Sánchez previo, de nuevo casualmente, a la decisión de regalar el control del Sáhara a Rabat.

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