Menú

La amiga que denunció la desaparición de Sandra Bermejo: "La casa estaba en orden y la nevera llena"

El pasado 8 de noviembre, la psicóloga madrileña faltó a su clase de teatro sin previo aviso. Su amiga se preocupó. Era raro "en ella", asegura a LD.

El pasado 8 de noviembre, la psicóloga madrileña faltó a su clase de teatro sin previo aviso. Su amiga se preocupó. Era raro "en ella", asegura a LD.
Cartel de búsqueda de Sandra Bermejo en Gijón. | FACEBOOK

Continúa la búsqueda de Sandra Bermejo, la psicóloga madrileña de 32 años desaparecida hace 9 días en Gijón. La joven, apasionada del deporte y las artes, se marchó a vivir a la ciudad asturiana con la llegada de la pandemia, aprovechando que podía realizar sus sesiones de terapia online. No tardó en adaptarse. Llegó en julio de 2020 y en octubre se apuntó a clases de teatro. Allí conoció a N. G. D., quien se convirtió en su amiga inseparable. La introdujo en su círculo y en la actualidad formaban parte de la misma pandilla. Ella es precisamente la primera persona que detecta que algo podría haberle pasado y quien pone la denuncia en comisaría, tal y como relata para LD.

No notó "nada raro" la última vez que vio a Sandra. Fue el jueves anterior a su desaparición, en clase de teatro. Ese fin de semana no se vieron, tenían planes por separado. Pero habían quedado para celebrar el cumpleaños de una amiga común la semana siguiente y se despidieron con normalidad hasta el próximo martes. Debían verse de nuevo en clase de teatro, pero no fue y tampoco avisó. Algo que no era propio de ella. "Siempre avisábamos cuando no vamos. Y ellas más", destaca N. G. D., a la que llamaremos Nuria (nombre ficticio) para facilitar la lectura.

Nuria la conoce bien. "Empezamos siendo compañeras de teatro, pero ya somos amigas amigas, porque quedábamos muchísimo, compartíamos un montón de confidencias, hacíamos rutas... Nos llevábamos súper bien. Era una más del grupo", explica. Cuando Sandra no acudió a clase el martes 8 de noviembre, ella se preocupó. Pensó que podía haber caído enferma y al salir intentó contactar. Lo hizo vía WhatsApp porque ya era tarde, alrededor de las diez de la noche. El mensaje no le llegaba, pero concluyó que estaría dormida. "A veces se acostaba súper pronto porque madrugaba bastante, solía ir a hacer ejercicio antes de trabajar".

Al día siguiente, vio que el WhatsApp seguía sin tener el doble check. Así que le mandó un SMS, por si tenía algún problema con el 4G o con la aplicación. Pero tampoco contestó. Ya por la tarde saltaron todas las alarmas cuando Sandra no entra en la videollamada que tenía programada con su familia. Su madre escribe a Nuria por si sabe algo de su hija, pasadas las 17.30 horas. Estaba muy inquieta porque no conseguía localizarla. La amiga se acerca a su casa en busca de respuestas. "Fuimos para allá (mi marido y yo) y picamos. Aporreé la puerta, llamé de todas las maneras. Pero no abría".

Nuria llamó a su madre y le contó: "No nos está abriendo la puerta. Es imposible que, si está dentro y está bien, no esté oyendo el jaleo que estoy montando". La mujer, que vive en Madrid, le pidió que se acercara a la comisaría para "que le dijera a la policía lo que pasaba". Los agentes le explicaron que, antes de poner la denuncia por desaparición, ellos "tenían que comprobar que no estaba en el domicilio y que por lo que sea no pudiera abrir". Así hicieron. Mandaron una patrulla, entraron en el domicilio y la joven psicóloga no estaba en su interior. "La casa estaba bien, como si te vas a comprar el pan y vuelves, en orden y con la nevera llena. Todo normal", señala.

Eso sí, "el coche no estaba en la cochera". "Ahí ya pusimos la denuncia y empezó la búsqueda", añade. Ese miércoles, salieron de comisaría sobre las 23:00 horas. Y desde el jueves, el ritmo de la investigación ha sido frenético. El vehículo de Sandra se localiza el viernes sobre las nueve de la mañana en el aparcamiento más próximo a la peña La Gaviera, en el vértice que se encuentra tras el faro de Cabo Peñas. El mismo lugar donde su móvil emitió señal por última vez el día de su desaparición, a las cinco de la tarde. A sus familiares y amigos no les extrañó que pudiera estar dando un paseo por la zona. Era habitual que saliera de ruta, sola o en compañía de otras personas. La propia Nuria iba con ella en algunas ocasiones, aunque reconoce que nunca estuvieron juntas en este sitio en concreto.

¿Qué le ocurrió?

Sobre qué le ha podido ocurrir una vez allí, su grupo de amigas intenta no darle demasiadas vueltas. "Preferimos no teorizar, porque todo lo que podamos teorizar serían elucubraciones nuestras. Estamos intentando no pensar mucho, porque si no nos volvemos locas", explica, "pueden ser tantas cosas...".

No saben si pudo quedar allí con alguien. Nuria nos asegura que no tenía pareja. "Quedaba con chicos a veces, pero no tenía nada serio", señala. Resta importancia a la noticia que ha salido en algunos medios sobre la foto dedicada de un deportista que recogió en una floristería semanas antes. "Doy por hecho que sería para un regalo", indica, "ni siquiera nos lo contó".

Lo que sí nos asegura Nuria es que nadie de su entorno cree que Sandra hubiera ido allí con la intención de quitarse la vida. "Sería superraro, ya te digo que yo me preocupé cuando no avisó de que faltaría a teatro, o sea que imagínate. Se habría despedido de alguna forma, habría dejado una nota", argumenta, "se preocupaba mucho por los demás, no haría eso. Y menos sin despedirse de nadie, al menos de su familia".

Hacía vida normal

Sandra tenía "planes por hacer" con su grupo de amigas y su vida totalmente montada. Sus últimos días hizo las mismas cosas de siempre. El día de su desaparición, había tenido una sesión de terapia por la mañana con un paciente y tenía agendada una reunión con su club de lectura por la tarde. "Estaba haciendo planes y vida normal", asegura Nuria.

Tampoco era extraño que se hubiera ido a dar un paseo por la tarde aquel martes. Le habían anulado la sesión que tenía concertada por la tarde, y tenía tiempo libre. Además de su afición al teatro y la lectura, es una amante del deporte y la naturaleza. Nuria no recuerda que ella le hubiera hablado de Cabo Peñas, pero dice que sus familiares y algunos amigos le han trasladado que era "una zona que le gustaba bastante".

cartel-sos-desaparecidos-sandra-bermejo-171122.jpg

La psicóloga madrileña había hecho muchos amigos desde su llegada a tierras asturianas. "Es una persona supercercana y superacogedora", afirma. Su amiga no cree que pudiera haber alguien que quisiera hacerle daño. "Nunca me contó que hubiera discutido con nadie ni nada", añade. No pierde la esperanza de que Sandra aparezca sana y salva en cualquier momento, y pide que "si alguien tiene alguna pista, contacte con la policía o con los teléfonos del cartel de SOS Desaparecidos".

Temas

En España

    0
    comentarios