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La mafia china, la clientela silenciosa para la que trabajan los clanes de la droga de la Cañada Real

Las familias gitanas controlan las plantaciones de marihuana en el asentamiento, mientras que las organizaciones del país asiático exportan la hierba.

Las familias gitanas controlan las plantaciones de marihuana en el asentamiento, mientras que las organizaciones del país asiático exportan la hierba.
Cogollos de marihuana de una plantación indoor en Madrid (ARCHIVO). | EUROPA PRESS/POLICIA NACIONAL

Un puñado de familias de etnia gitana distribuidas en distintos clanes, con conexiones y lazos de sangre entre sí, se reparten el negocio de la marihuana en la Cañada Real Galiana, conocida por tratarse del mayor supermercado de la droga en España. La hierba ha tomado el relevo a la heroína, que ahora se vende en narcopisos de Madrid. Ya apenas se ven los clásicos zombis del caballo, que llegaban en mugrosas cundas al asentamiento ilegal para conseguir su dosis diaria.

También son menos los fumaderos. Ahora se lleva la maría, que clanes como el de ‘los Brunos’ cultiva en construcciones que ocultan auténticos invernaderos de la hierba de la risa, en parcelas arrendadas de Valdemingómez. El negocio se ha modernizado y sus capos han hecho lo propio. Es el momento de la especialización y las alianzas. De ahí, la buena sintonía con la mafia china. Es una clientela silenciosa y experta en lo suyo: la exportación de la mercancía.

No hay más que echar un vistazo a algunos operativos antidroga recientes. El 18 de marzo de 2022, tuvo lugar una operación conjunta de Policía y Guardia Civil sin precedentes, en los sectores 3 y 4 de la Cañada Real Galiana, con la que pusieron fin al narco-poblado del clan de ‘los jabalí’ en esta área. Se dedicaban al cultivo de marihuana indoor (en interiores). Cayeron sus cabecillas, el matrimonio Jiménez Bruno y otras 42 personas que participaban en el entramado. Su negocio acababa con la venta de la droga a grupos organizados de origen chino.

Los investigadores de la Sección de Estupefacientes de la Unidad de Drogas y Crimen Organizado (UDYCO) de Madrid seguían sus pasos desde hacía un año y se incautaron de más de 17.500 plantas de maría y 110 kilos de cogollos, además de 24 armas de fuego y cerca de 60.000 euros en efectivo. La operación Pipa-Barro fue un gran golpe para este clan de la Cañada Real, pero también para los sus socios. La mafia china debía recibir la mercancía procedente de las 22 parcelas registradas para distribuirla por Europa.

La alianza -muy productiva hasta ese momento- se rompió de forma abrupta con la operación policial. Pero no era la primera vez (ni será la última) que un clan de la droga une sus fuerzas a una banda criminal procedente del país asiático. La mafia china se ha especializado en el envío de marihuana cultivada en España a otros países del entorno, muy habitualmente haciendo uso de empresas privadas de mensajería que hacen llegar los paquetes a países como Reino Unido, Francia o Alemania.

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Captura de video de la operación Pipo-Barro en la Cañada Real de Madrid. POLICÍA NACIONAL.

Paquetes con sorpresa

Así lo han constatado distintas operaciones policiales, como la que tuvo lugar el 8 de febrero de 2021. En aquella ocasión, se desarticuló una organización criminal china que se dedicaba al tráfico de drogas internacional y al blanqueo de capitales. Casi tres años después de que se iniciara la investigación, les cerraron el chiringuito. Se practicaron 30 registros, 38 personas fueron detenidas y los agentes se incautaron de más de media tonelada de marihuana, lista para su envío al extranjero.

Todo esto gracias a que, en abril de 2018, se detectó que la banda enviaba grandes cantidades de hierba a Francia a través de una red de empresas de paquetería postal regentadas por ciudadanos de su país. El grupo estaba perfectamente organizado y tenía un alto grado de especialización. Cada parte de la estructura tenía un cometido. Por un lado, trabajaban las células encargadas del cultivo de la marihuana, en invernaderos y viviendas aisladas de gran tamaño. Por otro lado, los que se encargaban del envasado y la preparación de los "pedidos".

El operativo se desarrolló en las comunidades autónomas de Madrid y Asturias, así como en las provincias de Salamanca, Toledo, Lugo y Las Palmas de Gran Canaria. Esto nos da una idea de la dimensión del negocio. De forma similar, aunque a menor escala, actuaba la banda que cayó el 2 de junio de 2021. Cuatro varones -tres de nacionalidad china y un español- fueron detenidos en el distrito madrileño de Usera, por distribuir maría oculta en cojines a través de compañías de mensajería. El mismo modus operandi.

Tráfico de personas

Fuentes policiales explican que, desde hace alrededor de 15 años, se han instalado en España multitud de grupos criminales extranjeros con la intención de cultivar y distribuir marihuana. Empezaron en Cataluña y después se han ido extendiendo por el resto del país, aunque Madrid es dominio de los clanes de la Cañada Real y en la capital no les queda más remedio que aliarse con ellos.

Muchas de estas organizaciones proceden de Europa del Este, pero las chinas se llevan la palma. Sus miembros son menos ostentosos y -por ende- pasan más desapercibidos para las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. No obstante, otra de sus peculiaridades es que -en ocasiones- el tráfico de drogas va aparejado a la trata de seres humanos, a los que traen engañados para trabajar a destajo en sus plantaciones indoor.

Uno de los casos más llamativos en este sentido es el que conocimos en julio de 2021, cuando los Mossos d'Esquadra liberaron a diez personas esclavizadas por uno de estos grupos de la mafia china. Les tuvieron encerrados durante año y medio en una nave industrial dedicada al cultivo de marihuana, de manera que ni siquiera habían oído hablar de la covid o la pandemia.

La discreción, la clave

En cualquier caso, fuentes policiales consultadas por LD coinciden en resaltar la discreción de estos grupos de la mafia china como clave de su éxito. "No son de mansiones o coches de demasiado lujo, como los rusos", destacan, "tienen vidas aparentemente normales". "A veces es un detalle insignificante el que les delata", añaden, "son meticulosos". Un cabo suelto propició que el 14 de abril de 2021 cayera la 'Bang de Fujian’, una de las mayores organizaciones criminales de origen chino que operaban en España.

El grupo estaba formado por miembros de dos clanes familiares, los Lin y los Zengh Wei. Se dedicaban al tráfico internacional de marihuana industrial. Agentes de la los Mossos d’Escuadra y la Policía Nacional desmantelaron 13 fábricas y detuvieron a 65 personas, en el desarrollo del operativo. Su centro de operaciones estaba en Cataluña, donde tenían todas las plantaciones a excepciones de dos, que instalaron en Asturias.

Golpes policiales como este, aunque la banda ya tiene sucesora operando con el mismo nombre en Chile, han hecho que muchos grupos de la mafia china dejen el cultivo de la hierba en manos de otras organizaciones afines, para centrarse en la exportación de la droga. Lo que ocurre en Madrid es un claro ejemplo de este modelo de negocio. Ellos compran la maría barata a los clanes de Cañada Real y después la venden mucho más cara en países como Reino Unido.

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