
La invasión rusa de Ucrania comenzó el pasado 24 de febrero. Los estrategas de Vladimir Putin planificaron un ataque en cinco frentes e inició una guerra que, a día de hoy, no vislumbra su final, aunque desde el pasado mes de septiembre la iniciativa ha cambiado de bando y el que se supone que es el segundo ejército más poderoso del mundo pierde terreno casi a diario, alentando la esperanza de que la victoria de David frente a Golliat vuelva a ser posible.
A unos 3.500 kilómetros de Kiev, la capital ucraniana, a las afueras de Toledo, un grupo de 64 ucranianos se empiezan a preparar para ir al frente en unos meses. Hace un año ninguno pensaba que se pudiese encontrar en una situación así, pese a los carteles del Ministerio de Defensa ucraniano pidiendo voluntarios para alistarse e irse a combatir al frente del Donbás, porque en guerra ya estaban antes del febrero pasado, pero a una escala mucho menor.
Han sufrido la crudeza de la guerra desde el primer día, ya sea en primera persona o a través de las vivencias de sus familias, pero hasta ahora no se habían incorporado al ejército. Ellos son parte de uno de los últimos reemplazos llamados a filas por el Gobierno de Ucrania para liberar su país. Hasta principios de este mes de noviembre estaban en sus empleos u ocupaciones habituales. Ahora ha llegado su turno.
La gran mayoría, de entre 19 y 40 años, no tienen experiencia militar previa, no han cogido un arma. Sólo cuatro han tenido contacto anteriormente con las Fuerzas Armadas de su país y tienen algo de conocimiento previo. Otro más, que era agente de policía, también sabe también cómo usar un arma. Es decir, hay que formarlos desde el principio, enseñarle cómo deben convertirse en un grupo cohesionado y cómo deben moverse y actuar como militares.
Su curso de formación durará cinco semanas, centrándose en la instrucción de combate, el tiro, el combate urbano, los primeros auxilios y el combate cuerpo a cuerpo no letal. Se desarrollará durante 10 horas al día en jornada de 6,5 días a la semana. Su única tarde libre será la de los miércoles, pues se quiere aprovechar que los fines de semana el campo de maniobras de los Alijares quedará libre de los militares españoles que se adiestran en él.
Todavía no han empezado a utilizar las armas, están en el proceso de adaptación previo, pero "vienen muy motivados para defender a su país", explica el militar español Alexander José Sanchís, que nació en las cercanías de Kiev, fue adoptado por una familia española y se ha presentado voluntario para servir de intérprete. "Es un placer y un orgullo ayudar a los ucranianos", explica.
"¿Miedo? Cuando eres padre no temes por tu vida, sino por la de tus hijos. Están contentos de estar aquí para ayudar a recuperar nuestra libertad, nuestra patria", explica el comandante Oleksii Herasymchuk, responsable de los reclutas de su país. "No le aconsejo esta guerra a nadie. Es muy difícil. Estoy muy agradecido por la organización de estos cursos. Después de aprender a sobrevivir a estos combates en España, volveremos a Ucrania y les contaremos a todos cómo nos está ayudando España", ha asegurado posteriormente.
Los reclutas ucranianos estarán durante este tiempo en el Toledo Training Command (TTC) que se ha habilitado en las instalaciones de la Academia de Infantería del Ejército de Tierra, bajo mando del coronel Álvaro Díaz Fernández, y que ha reformado algunos de sus edificios para crear una zona de vida que acomode a los ucranianos con la mejor calidad de vida posible. A ellos, y a los que vengan a adiestrarse durante los dos próximos años.
Unas obras que han sido visitadas este domingo por la ministra de Defensa, Margarita Robles, para conocerlas de primera mano. "Quiero darles mi más cordial bienvenida. Saben que España está apoyando a Ucrania. Reconocemos todo el esfuerzo y todo el coraje del pueblo ucraniano y nos sentimos muy cerca de ustedes porque están defendiendo, no solamente su país, sino también valores de libertad, de democracia y de la paz en el mundo", ha dicho.
"Esperamos que aquí en Toledo se sientan como en su casa. Sabemos que son momentos difíciles para todos ustedes porque su país está en guerra y han dejado lejos a sus familias. Queremos que se sientan como en casa porque tienen el apoyo y el calor de todos los españoles. No tenemos ninguna duda de que esta guerra la va a ganar Ucrania, de hecho ya la están ganando y están dando un ejemplo al mundo", ha continuado la ministra.
En este centro de adiestramiento no sólo se impartirán cursos de instrucción básica para los reclutas ucranianos, si no también módulos de dos meses más especializados para militares ucranianos, como es el caso de desactivación de explosivos, tiro de precisión, lucha contra explosivos improvisados o de instrucción paramédica para el combate.