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Separatistas y proetarras aprueban con nocturnidad la eliminación del delito de sedición impulsada por Sánchez

Los diputados socialistas protagonizan una performance levantándose todos al ser llamado su primer diputado a votación.

Los diputados socialistas protagonizan una performance levantándose todos al ser llamado su primer diputado a votación.
Sánchez este jueves en el Congreso. | EFE

Pedro Sánchez consiguió este viernes, de madrugada, que su reforma del Código Penal para eliminar el delito de sedición pasase el primer trámite parlamentario para su aprobación. Pasadas las doce y media de la noche, el Congreso de los Diputados dio luz verde a la toma en consideración de la proposición que el Gobierno puso en marcha para contentar a los separatistas, y lo hizo en una votación que se efectuó tras más de 15 horas de pleno.

En el mismo día en el que ERC y Bildu votaron a favor a los Presupuestos Generales del Estado para 2023, Sánchez pagó su apoyo con la eliminación del delito de sedición. Con 187 votos a favor, 155 en contra y 6 abstenciones (Junts y la CUP), la propuesta pasó al periodo de enmiendas en el Congreso en una votación por llamamiento impulsada por el PP en la que ningún diputado del PSOE se saltó la disciplina de voto.

Es más, los socialistas realizaron al inicio de la votación una performance levantándose todos a la vez al ser llamado su primer diputado a votación para tratar de dar una imagen de unidad frente al PP.

Eso sí, apenas el presidente, Pedro Sánchez, y unos pocos ministros asistieron presencialmente a la votación: Yolanda Díaz, Félix Bolaños, Irene Montero, Alberto Garzón y María Jesús Montero. De la bancada azul, sólo la vicepresidenta segunda estuvo presente durante el debate.

Tenso debate

En su intervención, el diputado del PSC, Francisco Aranda, aseguró que lo que buscan los socialistas es "adaptarse" a las legislaciones europeas y añadió que "el Gobierno molesta a la oposición. Les molesta que hagamos leyes progresistas y lo que están escenificando es la confrontación más allá de todo el límite ético y político contra su presidente", dijo en referencia a la bancada popular que no daba crédito a las palabras del diputado catalán.

"Hoy se cumple la ley y la convivencia se recupera en Cataluña", prosiguió su discurso tras cargar contra la política de Mariano Rajoy. El socialista también atacó a Vox por "defender", dijo, el franquismo. Pero este asunto no lo utilizó sólo el representante del PSOE, también el de Unidas Podemos, Jaume Asens, que llegó a afirmar que "el franquismo utilizó la sedición para perseguir a sus opositores, las huelgas obreras, por eso es una cuestión de calidad e higiene democrática borrar ese artículo".

El franquismo y los ataques a Isabel Díaz Ayuso fueron una vez más los argumentos a los que recurrió la izquierda radical para no dar más explicaciones sobre la eliminación del delito de sedición: "Lo que es una traición a España es el secesionismo fiscal e independentismo de los ricos de la señora Ayuso. Esa es la auténtica amenaza a la unidad territorial. Ya no es Cataluña, es Madrid", dijo Asens. Eso sí, el representante podemita avanzó que "esta reforma es fruto de un acuerdo y no va lo lejos que querríamos", por lo que presentarán enmiendas para ampliarla dejando en el aire si tratarán de rebajar el delito de malversación.

"Derogar la sedición es positivo", sentenció el diputado de Bildu Jon Iñárritu, mientras que Gabriel Rufián dijo que esta medida "no es una concesión al independentismo sino a la democracia". Según el portavoz de ERC, con esta medida se lo "ponen más difícil al juez y la jueza facha de turno".

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"Iniciativa tramposa y fraudulenta"

Desde la oposición, Cuca Gamarra comenzó su intervención recordando que la eliminación del delito de sedición es el "pago" de Pedro Sánchez a los separatistas para mantenerse en la Moncloa. "Es una iniciativa tramposa y fraudulenta", sentenció. "Un traje a medida de los sediciosos para que sus actuaciones queden impunes", añadió la número dos del PP.

Por su parte desde Vox, Ortega Smith defendió que "España no está en venta y que la soberanía nacional no pertenece a los diputados de esta cámara". Al defender la propuesta de su partido para agravar las penas por ofensas a los símbolos españoles, los diputados de ERC se levantaban a aplaudir irónicamente, simulando compartir su endurecimiento por este delito, después del choque entre Carla Toscano e Irene Montero que entienden como un insulto a las instituciones españolas.

Inés Arrimadas calificó como "delito contra la democracia" la reforma y preguntó a Sánchez "que si tan convencido" estaba de que había que eliminar la sedición, por qué no se lo dijo a sus votantes durante la campaña electoral.

Tras este debate y una votación por llamamiento impulsada por el PP, en la que ninguno de los diputados socialistas se saltó la disciplina de voto, la eliminación del delito de sedición inició su camino en el Congreso tras marcar la actualidad política de las últimas semanas después de que Pedro Sánchez confirmara al líder de la oposición, Alberto Núñez Feijóo, su intención de reformar el Código Penal para contentar a sus socios separatistas. Una llamada telefónica que acabó con la negociación entre PP y PSOE para la renovación del Consejo General del Poder Judicial.

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