Tras su llegada al poder el pasado mes de abril, Alberto Núñez Feijóo vio como durante semanas el PP no dejó de crecer en las encuestas. En febrero, tras la grave crisis que se llevó por delante a toda la dirección de Pablo Casado, la media de los sondeos publicados daba a los populares alrededor de un 20% en la intención de voto. En mayo, un mes después del nombramiento de Feijóo en Sevilla, las encuestas ya les situaban en el 25% y en septiembre, llegaron al 32%.
Pero todo cambio tras el inicio de las negociaciones con el gobierno para renovar el Consejo General del Poder Judicial, que finalmente fracasaron y que marcaron un punto de inflexión en los resultados de los populares. Su crecimiento en las encuestas se frenó para dar paso a una "meseta" que no han conseguido remontar.
Desde entonces, los de Alberto Núñez Feijóo ya no crecen en intención de voto. Es más, mes tras mes, van perdiendo apoyo muy poco a poco. Todo ello, a pesar de que el Gobierno se encuentra inmerso en numerosas polémicas y en continuos enfrentamientos internos dentro del Ejecutivo de coalición de PSOE y Podemos.
"Más agresivos"
Barones del PP se refieren en privado a que se encuentran "en una meseta" y ven dos razones principales de la falta de crecimiento. Por un lado, que "la estrategia de moderación" de Génova no termina de "despegar" ni de entenderse en un momento en el que dirigentes territoriales consideran que "el contexto actual invita a ser más agresivos con un Gobierno que protagoniza escándalos continuos".
En las últimas semanas, recuerdan, el Ejecutivo ha iniciado los trámites para acabar con el delito de sedición que pedía Oriol Junqueras, se ha visto salpicado por la tragedia de Melilla que acorrala a Fernando Grande-Marlaska, por la ley del sólo sí es sí impulsada Irene Montero con la que violadores están saliendo de las cárceles, la posible modificación del delito de malversación…
"No se coloca el mensaje"
Otro de los problemas que algunos dirigentes territoriales perciben es que "no se están colocando los mensajes". En las últimas semanas, tras anuncio del Gobierno de que eliminaría el delito de sedición, la cúpula popular decidió hacer una gira por toda España con Feijóo al frente para denunciar las maniobras del gobierno.
"No está teniendo la repercusión que esperábamos", asegura un dirigente territorial que destaca que uno de los pocos actos que ha sido llevado a las portadas ha sido el de Feijóo y Díaz Ayuso hace unos días en Madrid.
Esperan, eso sí, que los próximos sondeos recojan las consecuencias de las últimas polémicas protagonizadas por el Ejecutivo especialmente la eliminación del delito de sedición y la reducción de penas y salida de las cárceles de agresores sexuales como consecuencia de la aplicación de la ley del solo sí es sí de Irene Montero. Algo que creen les hará volver a crecer en las encuestas.