Cada uno por su lado pero sin enfrentamiento. Así se resume la estrategia que han adoptado Partido Popular y Vox en los últimos días después de que la formación de Santiago Abascal anunciase que mantenía su intención de presentar una moción de censura contra Pedro Sánchez.
El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo y el de Vox han hablado por whatsapp estos días para analizar este asunto. Aunque, en un primer momento, los populares sí que se enteraron por la prensa de las intenciones de la formación de Abascal, tras conocerlas, han compartido impresiones.
Abascal ha trasladado a Feijóo que ve necesaria esta moción mientras que el líder del PP le ha explicado que considera que "como no dan los números" para ganarla, el resultado podría suponer una victoria parlamentaria para un Pedro Sánchez que se encuentra en su peor momento. El presidente popular ha insistido también en que para su formación "la próxima moción de censura será en las urnas", tanto de las elecciones municipales y autonómicas de mayo de 2023 como las generales de final de año.
Tras estas conversaciones, PP y Vox parecen haber firmado un pacto de no agresión que marcará su estrategia las próximas semanas. En esta línea, Feijóo anunció el pasado martes en una entrevista en Es La Mañana de Federico que descartaban votar "no" a la moción de Vox. Los populares se mueven entre la abstención, que será la postura más probable, o el sí. Todo ello, a la espera de saber cuál es el candidato que eligen desde la formación de Abascal para encabezar la iniciativa.
No se repetirán los ataques de Casado y García Egea
El PP enmienda así y entierra la estrategia que siguió el anterior líder del PP cuando, en 2020, Vox anunció también una moción de censura contra Sánchez. Entonces, la dirección de los populares protagonizó una cascada de ataques contra la iniciativa. Su exsecretario General, Teodoro García Egea llegó a decir que "Vox es el Podemos de la derecha" o que no se trataba de "una moción de censura" sino de "una tomadura de pelo. Su propia inutilidad lo convierte en un espectáculo circense", añadió.
Estos improperios culminaron el 22 de octubre de 2020, cuando Pablo Casado se subió a la tribuna del Congreso de los Diputados para anunciar que su formación iba a votar que no a la moción e inició un discurso marcado por los ataques personales a Abascal. El líder del PP acusó al de Vox de "querer cortar las dos orejas del PP y acabar de monosabio de Pablo Iglesias", de ser "la pinza de Sánchez" y de fortalecer el bloque de investidura Frankenstein "justo cuando más débil está". Tras ello, hizo referencia a las víctimas del terrorismo, algo que molestó especialmente a Abascal. "El PP es nuestro partido, pero no nuestra patria. Nuestra patria es España. Y por nuestra patria, este partido que usted conoce bien, y que a usted lo conoce muy bien, ha pagado un tributo de sangre que ahora pisotean personas como ustedes", fueron las palabras de Casado que marcaron el fin de la relación entre PP y Vox.
Todo ello, hasta la llegada de Feijóo a la presidencia del PP. Ahora, en Génova aseguran que no verá al líder del PP pronunciar ataques como este ya que, aunque no comparta la presentación de la moción, "él va a seguir con su estrategia de pedir elecciones" y destacando el abandono de la Constitución por parte de Pedro Sánchez.
Por su parte, el líder de Vox, explicó este jueves en una rueda de prensa en el Congreso, saludó el hecho de que Feijóo decidiera no votar en contra de la moción. A pesar de que la estrategia de cada uno es distinta, "yo respeto la suya y ellos la nuestra. Ese es un buen punto de partida para ponernos de acuerdo y para poder hacer algo".