Agentes de la Policía Nacional han detenido en Madrid a uno de los criminales incluidos en la lista de los diez fugitivos más buscados del FBI. Se trata de un neozelandés condenado a cadena perpetua en Estados Unidos por delitos de pornografía infantil, explotación sexual, agresión sexual y ganancias ilícitas de más de 17 millones de dólares.
El detenido pagaba a otras mujeres para convencer a las víctimas de que el material nunca sería publicado, además de retenerlas y obligarlas a realizar prácticas sexuales a las que se habían negado expresamente.