La inseguridad de Barcelona es el principal problema de la ciudad, según los datos de la segunda oleada del Barómetro del Ayuntamiento de la capital catalana. El sondeo, con ochocientas entrevistas realizadas entre el 16 y el 25 de noviembre, constata que la actividad delictiva es la primera preocupación para el 24,8% de los barceloneses. En segundo término, la limpieza. O más bien la falta de limpieza, un problema para el 15,6%.
En tercer lugar se sitúa la dificultad para acceder a una vivienda (7,6% de las respuestas) y en el cuarto, la "gestión política municipal", con el 6,6% y por delante del tráfico (4,6%), el paro (4,3%), los problemas económicos (3,4%), la contaminación (3%), el incivismo (3%), la pobreza (1,8%), las bicicletas y patinetes (1,5%), entre otros aspectos.
Constatado que la inseguridad es percibida por los barceloneses, el teniente de alcalde Jordi Martí, encargado de presentar los datos, ha restado importancia al dato, ya que, según ha dicho, ha descendido el número de delitos y de denuncias.
A las puertas de las elecciones
A cinco meses para las elecciones municipales, el sondeo (que no incluye proyección electoral por la cercanía de los comicios) no aporta buenas noticias para el equipo de gobierno encabezado por Colau. Si la inseguridad y la suciedad se erigen como principales déficits en la ciudad, la percepción ciudadana sobre el estado de Barcelona también es negativa.
El 66,4% de los encuestados considera que la ciudad ha empeorado en los últimos doce meses, frente a un 20,5% que opina lo contrario y un 10,4% que considera que no ha variado. En cuanto a las perspectivas de futuro, el 53,6% afirma que Barcelona mejorará; el 33,5%, que empeorará; un 3,3% cree que seguirá igual y un 9,6% no hace un pronóstico o se lo reserva.
Respecto a la gestión municipal, el 50,4% de los encuestados apunta que es mala o muy mala, el 35% la considera buena o muy buena y un 11.5% sostiene que es normal o regular. La situación de la economía es mala para el 59,9% y buena e incluso muy buena para un 27,9%. Aún peor es la opinión sobre la evolución de la economía en Barcelona en el último año. El 63,1% cree que ha empeorado por un 21,9% que sostiene que ha mejorado. El resultado es mucho más equilibrado sobre las perspectivas de futuro económico de la capital catalana. El 41,6% opina que mejorará y el 40,6%, que irá a peor.