El 12 de enero de 2022 es la última vez que la familia de Esther López ve a la joven de Traspinedo. Aquella tarde salió de casa para ver un partido de fútbol con sus amigos en un bar. Ya no volvió. Ganó su equipo, el Real Madrid, y hay constancia de que lo celebraron juntos. Pero, después, algo se torció. Su cadáver fue hallado por un senderista en una cuneta, el 5 de febrero. Sus seres queridos la buscaron sin descanso durante los 23 días que estuvo desaparecida. Entre ellos se encontraba Óscar, el principal sospechoso del caso, que participó en las batidas y lloraba desconsolado a la vista de todos.
Así fue hasta que su entorno empezó a recriminarle que dejase a la joven sola en una carretera aquella madrugada, independientemente de que hubiesen discutido. Eso es lo que Óscar contó inicialmente, que ella se enfadó porque quería seguir de fiesta y él no la secundó. Después ofreció otras versiones, como que la dejó allí porque alguien iba a ir a recogerla o que se había empeñado en ir a casa de Carolo -que se había bajado del coche unos minutos antes- para ver si le convencía de ir a otro sitio.
Con el paso de los días, empezó a incurrir en contradicciones y desapareció del mapa prácticamente. "Hace tiempo que la causa apunta a un único sospechoso, que es Óscar", asevera Guillermo Ruíz, en declaraciones a LD. Según explica el abogado de la familia de Esther López, "aún no ha habido juicio porque la instrucción ha durado lo que prevé la ley, que es un año, y ahora posiblemente se prorrogue unos meses más porque estamos a la espera de un par de informes y de un informe final que relacione todos los indicios que existen en la causa".
Indicios contra Óscar
Si hay algo que tiene claro el letrado es que hay muchos indicios que apuntan a la culpabilidad de Óscar y "deberían ser suficientes, por la gran cantidad que son y por lo conectados que están, para abrir un juicio oral". "No lo sé" o "no me acuerdo" son las frases más recurrentes durante su declaración ante la juez. Nunca pudo dar explicación -por ejemplo- al hecho de que se encontrara ADN de Esther en su maletero, o de que su vehículo tuviera un golpe en la parte delantera.
Tampoco cuadraban los tiempos, ni los movimientos que realizó aquella noche. Según relató, dejó a Esther en el cruce de la N-122 en el que se encuentra el restaurante La Maña poco después de las 2:30 horas del 13 de enero. Sin embargo, el estudio del móvil de la joven reveló que estaba cerca de la casa de Óscar una hora más tarde. Él lo ha negado desde el principio. Asegura que a esa hora estaba durmiendo. No ha podido explicar —por tanto— por qué su teléfono registró cerca de 400 pasos entre las 3:00 y las 4:00 de la madrugada.
Por otra parte, intentó ocultar que viajó a Valladolid la mañana del 13 de enero. Incluso puso su móvil en modo avión alrededor de dos horas y media (de 6.31 a 8.55). Hay constancia de que allí lavó su coche en una gasolinera. Él lo niega pero varias cámaras de seguridad capturaron imágenes de ese momento —en torno a las 15.30 horas—. No cabe duda de que ha intentado confundir a los investigadores durante todo este tiempo, con mentiras y medias verdades que las pesquisas han desmontado.
Así ha sido prácticamente hasta ahora. "En estos últimos meses, intentó explicar su presencia en Valladolid en una fecha y lugar concreto", explica Ruíz, "pero la policía rápidamente aportó a la causa unos posicionamientos del GPS, con la baliza que habían colocado en su coche, que ubicaba el vehículo en otro lugar". "La UCO está centrada en terminar esto", asegura, "están comprometidos a acabarlo en un plazo breve de tiempo". "Puede que a finales de febrero tengamos respuesta", vaticina.
¿La escena del crimen?
Lo que dice la autopsia, que apunta a una posible muerte violenta y sospechosa de criminalidad, es que Esther —de 35 años— falleció por hipotermia, tras ser atropellada (está por determinar si voluntariamente o no). El golpe que recibió le causó varias lesiones y una hemorragia interna que le causó un fallo multiorgánico, pero no acabó con su vida en el acto. Es decir, que podía haberse salvado si hubiera sido socorrida a tiempo. Se estima que pasó varias horas a la intemperie ante de morir.
Lo que no está claro es si los hechos ocurrieron en la zona en la que se encontró su cadáver, que había sido rastreada varias veces durante el tiempo en el que Esther estuvo desaparecida, o si éste fue trasladado hasta allí posteriormente. La segunda hipótesis cuadraría —por ejemplo— con el estado en el que se halló el móvil de la joven. Fue localizado junto al cuerpo de Esther, perfectamente limpio e intacto. Sorprendió que no tuviera ni una sola huella. Hecho que sugiere que alguien lo limpió a conciencia.
Situación del caso
"Los otros dos acusados (Ramón el manitas y Carolo) siguen en la condición formal de investigados, precisamente porque no se ha cerrado la instrucción", explica el abogado. Pero —insiste— "todos los indicios, todo lo que va surgiendo de la investigación, apunta desde hace tiempo a la misma persona".
Se trata de Óscar, un amigo de la familia de Esther López al que su hermana Inés define como "un lobo con piel de cordero" en el video conmemorativo del primer aniversario de la muerte de la joven. Un emotivo montaje para recordarla y reclamar justicia.
Su publicación provocó una reacción airada del sospechoso del asesinato, que rompió su silencio para culpar a los medios de comunicación de estar sufriendo "un juicio paralelo" y presentarse como una víctima. Tampoco era la primera vez, nos recuerda Guillermo Ruíz.
"Pero el problema es que no solo no da respuesta a asuntos fundamentales, sino que la versión que ha dado de los hechos es completamente contradictoria con lo que arrojan la investigación", detalla. "Este cambio de estrategia parece más una reacción a la desesperada, frente a lo que es una avalancha de indicios en su contra".