
La cuenta atrás para que todos los terroristas de ETA en prisión sean trasladados a centros del País Vasco o Navarra está cerca de concluir. El Ministerio del Interior ha informado en las últimas horas a las principales asociaciones de víctimas del terrorismo del traslado de siete nuevos miembros de ETA a cárceles de estos territorios. De este modo, consumado estos traslados, tan sólo quedarán siete terroristas que cumplen sus penas fuera del País Vasco o Navarra.
La decisión, como no podía ser de otro modo, ha sentado como un jarro de agua frío en el seno de las asociaciones que dan apoyo a aquellos que sufrieron el zarpazo asesino de ETA. La Asociación Víctimas del Terrorismo (AVT) ha mostrado su malestar y se ha mostrado segura de que la mala noticia que les va a traer el año 2023 es la excarcelación de todos los asesinos que han sido acercados durante los años de Pedro Sánchez en el Palacio de La Moncloa.
"Estaría bien que, por lo menos, una vez ejecutados todos los traslados, el ministro -en alusión a Fernando Grande Marlaska- entonara el mea culpa y admitiera: sí, he mentido. Admitir esto, desde luego no mitigaría el dolor de las víctimas, pero por lo menos no sumaría al dolor está sensación constante que tenemos de que, encima, nos están tomando por tontos", dicen desde la asociación de víctimas.
La asociación Dignidad y Justicia ha asegurado que "Sánchez consuma de este modo su traición al colectivo que durante décadas ha marcado la talla moral de nuestra democracia, esa que le ha habilitado para ocupar el sillón de la Moncloa. El responsable de Interior, Fernando Grande Marlaska, por su parte, será recordado como un hombre pasivo, una marioneta de Sánchez y el peor ministro de la democracia, el que cedió al chantaje de los terroristas".
Para la asociación que preside Daniel Portero, tanto para el presidente del Gobierno como para el ministro del Interior "las víctimas no solo son algo secundario, sirven como moneda de cambio para mantener sus asientos calientes. La sangre de más de 800 personas que dieron su vida por la democracia sirve hoy para comercializar un puñado de votos".
Los siete terroristas de ETA cuyo traslado ha sido aprobado en las últimas horas son Dolores López Resina, Óscar Barreras Díaz, Mikel San Sebastián Gaztelumendi, Luis Mariñelarena Garciandía, Aitor Cotano Sinde, Jon Kepa Preciado Izarra y Jon Mirena San Pedro Blanco. Los cinco primeros tienen delitos de sangre. Exactamente, participaron en el asesinato de ocho personas en diferentes puntos de la geografía nacional.
Dolores López Resina. De la cárcel de Logroño al País Vasco. Fue condenada a 102 años de prisión por su participación en el atentado de ETA del 22 de febrero de 1992 en Santander en el que fueron asesinados Eutimio Gómez, Antonio Ricondo y Julia Ríos. También fue condenada a 186 años por su participación en el asesinato de Vicente Beti el 18 de abril de 1994 en Barcelona. También fue condenada a 17 años por el secuestro de José María Aldaya (1995) y otros 17 años y medio por el secuestro de Cosme Delclaux (1996).
Óscar Barreras Díaz. De la prisión de Logroño a una cárcel del País Vasco. En enero de 1999 la Audiencia Nacional le condenó a la pena de 35 años de prisión como responsable del atentado que acabó con la vida de Luis Andrés Samperio Sañudo.
Mikel San Sebastián Gaztelumendi. De la cárcel de Soria a un centro penitenciario en el País Vasco. En mayo de 2010 la Audiencia Nacional le condenó a 1040 años de prisión como responsable del atentado que asesinó a Diego Armando Estacio y a Carlos Alonso Palate en la terminal T-4 del aeropuerto de Madrid-Barajas.
Luis Mariñelarena Garciandía. De la cárcel de Pamplona a una prisión del País Vasco. En 2002 fue condenado a 100 años de prisión como responsable del atentado en el que resultaron asesinados Fernando Buesa Blanco y su escolta Jorge Diez Elorza en febrero del 2000.
Aitor Cotano Sinde. De la prisión de Dueñas (Palencia) a una cárcel del País Vasco. Fue condenado en 2011 a ocho años de cárcel por la preparación de un bidón de cerveza cargado de explosivos para cometer un atentado que no se pudo llevar a cabo. Además, ese mismo año El TS confirmó 15 años de cárcel por colocar un artefacto en la sede del PSE en Balmaseda en 2007.
Jon Kepa Preciado Izarra. Del centro penitenciario de Dueñas (Palencia) a una cárcel del País Vasco. Fue condenado a 377 años de cárcel por intentar asesinar a la que fuera teniente de alcalde del municipio vizcaíno de Portugalete, Esther Cabezudo. También fue condenado a 54 años de prisión por colocar un artefacto explosivo en la parte trasera del edificio de la empresa Iberdrola, ubicado en el barrio bilbaíno de San Adrián, en julio de 2003. Además, fue condenado por la Audiencia Nacional a 9 años de cárcel por colocar un coche bomba junto al edificio que alberga a la hacienda foral vizcaína y la sede de Antena 3. También fue condenado a 16 años de prisión por el artefacto que según la sentencia colocó el 23 de junio de 2003 en los baños masculinos del hotel Tamarises en la localidad vizcaína de Getxo. Forma parte de ATA, el colectivo que considera que ETA debe volver a su actividad criminal.
Jon Mirena San Pedro Blanco. De la cárcel de Dueñas (Palencia) a una prisión del País Vasco. Condenado a 50 años de cárcel por participar en un intento de atentado contra un policía que se produjo el 6 de junio de 1991 en Baracaldo (Vizcaya).