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Sánchez cuela en la declaración de Marruecos el Plan Begoña: apoyo a la entrada de universidades españolas en Marruecos

Begoñaz Gómez se erige como la principal triunfadora de una desastrosa visita de Pedro Sánchez a Marruecos.

Begoñaz Gómez se erige como la principal triunfadora de una desastrosa visita de Pedro Sánchez a Marruecos.
La mujer del presidente del Gobierno de España, Begoña Gómez. | Europa Press

La visita de Pedro Sánchez a Marruecos ha sido un desastre en términos estratégicos para España. Ni compromiso de Rabat de respeto a Ceuta y Melilla, ni concesión real de inversiones para empresas españolas, encima, Sánchez se ha comprometido a un plan de financiación con dinero español de 800 millones de euros en créditos que gestionará Marruecos y, para colmo, el rey da plantón al presidente español en un desplante difícil de superar. Pero un punto de la declaración conjunta firmada entre ambos países ha incluido un curioso plan de apoyo a universidades con claro olor a los planes de la mujer del presidente, Begoña Gómez.

El punto está perfectamente escondido en el lugar 56 y señala que España y Marruecos se comprometen a adoptar "las medidas necesarias para alentar a las universidades públicas y privadas españolas, cuya oferta universitaria está hoy fuertemente orientada a la internacionalización y cuyas universidades acogen a más de 20.000 estudiantes africanos que se benefician de más de 11.000 becas, a abrir sedes en Marruecos". Y justo la mujer del presidente trabaja en ese sector. Y justo buscó ese apoyo desde el Africa Center del IE. Y justo negoció ese tipo de planes en sus contactos con el APD Maroc.


La declaración conjunta firmada por España y Marruecos ha servido para dejar claro que España cede el control del Sahara a Rabat, que España igualmente va a pagar 800 millones más y que Marruecos a cambio se compromete a "intensificar su cooperación" y a promover "la paz y la estabilidad, el desarrollo sostenible y los derechos humanos".

Plan a medida de Begoña Gómez

Pero más allá de las inconcreciones marroquíes, el texto ha recogido un apartado que leerá con mucha atención la mujer del presidente, Begoña Gómez. Se trata del apartado que recoge "la dimensión cultural y los lazos humanos".

Allí se puede leer un punto 51 que señala que "los dos países se congratulan de la organización por el Reino de Marruecos, en noviembre de 2022 en Fez, del 9º Foro Mundial de la Alianza de Civilizaciones de las Naciones Unidas, que constituyó una ocasión propicia para poner de relieve la universalidad de sus valores". Del 52 hablando de que "España y Marruecos, que comparten un patrimonio cultural y humano único, están llamados a desarrollar una nueva "red humana" (hermanamiento de ciudades, asociaciones entre universidades, movilidad de estudiantes, acciones conjuntas de asociaciones, creación de comités de estudio e institutos de investigación, etc.), con el objetivo de lograr una asociación inclusiva al servicio de todos". U otro punto, el 53, que señala que "conscientes del papel esencial de la educación, la cultura y el deporte en el acercamiento de los pueblos, España y Marruecos acuerdan que sus intercambios en estos ámbitos ocupen un lugar central en sus relaciones de cooperación".

Pero, más allá, de esas compromisos de bondad, el punto 56 de la declaración ha dado una puntada con hilo. Ya el punto 54 plantea que "en el ámbito de la educación, las partes se comprometen a promover el intercambio de documentación relativa a los programas escolares en vigor, con el fin de facilitar la homologación y el reconocimiento de la enseñanza y de los títulos expedidos a los alumnos". El 55 recoge que "ambas partes reforzarán su colaboración para promover la movilidad de los estudiantes. La parte española estudiará medidas para simplificar los trámites administrativos de los estudiantes marroquíes en España". Y el mencionado 56 confirma un compromiso muy importante para universidades como el IE o la Complutense: "Ambas partes tomarán las medidas necesarias para alentar a las universidades públicas y privadas españolas, cuya oferta universitaria está hoy fuertemente orientada a la internacionalización y cuyas universidades acogen a más de 20.000 estudiantes africanos que se benefician de más de 11.000 becas, a abrir sedes en Marruecos".

Y es que ese es justo el plan en el que trabajaba la mujer del presidente, Begoña Gómez, cuando salió el pasado año del Africa Center del IE o con el que continua ahora desde sus masters y cátedra desde la Universidad Complutense. Y justo ese propósito es lo que llevó a Begoña Gómez a cerrar una alianza con el APD Maroc, un centro de formación de directivos con más de 20.000 ejecutivos adscritos en territorio marroquí.


Y por si ese propósito de permitir la entrada de universidades en Marruecos no resulta fácil, pues unos párrafos más adelante se señala en la declaración que "los dos países constatan el dinamismo de la lengua española en Marruecos y se comprometen a reforzar el aprendizaje de la lengua española en las escuelas, colegios e institutos marroquíes y a solicitar la elaboración de un plan de acción conjunto para acompañar activamente la instauración de secciones bilingües en el sistema educativo marroquí en todos sus niveles, primario, secundario y superior".

Hay que recordar que Begoña Gómez dirigió el Africa Center y esta institución formativa cerró una alianza con APD Maroc, el mayor centro de formación para directivos del país. Allí, Gómez encontró todo un mundo de influencias a través de la vicepresidenta de APD Maroc, Miriem Bensalah Chaqroun: la mujer más poderosa de Marruecos y una persona con intereses empresariales en Canarias. Ahora, Gómez ha trasladado sus objetivos a la Complutense, donde dirige una cátedra y ostenta la codirección de masters. Todo ello, sin tener ella titulación universitaria.

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