
Yasmina M.R. -de 36 años- se sienta en el banquillo de los acusados por el asesinato de Marina, la joven de 18 años con la que convivía en Motril (Granada) hasta el momento de los hechos, el 12 de abril de 2021. Aunque no fue hasta el día siguiente cuando acudió a dependencias policiales y confesó el crimen.
A su llegada a la Audiencia de Granada, donde se celebra el juicio -con jurado popular-, la mujer ha sido recibida al grito de ‘asesina’ por los familiares y allegados de la víctima, que reclaman para ella la prisión permanente revisable, por el ensañamiento y la vulnerabilidad de la víctima. Por su parte, la petición de la Fiscalía es de 17 años de cárcel.
Marina falleció a causa de las 24 puñaladas y otra veintena de lesiones por golpes que le propinó la que era su pareja. Su relación fue "complicada" desde el principio, según ha asegurado la madre de la joven a los medios en las puertas del juzgado. "Hacía con ella todo lo que quería, ha sido muy mala para ella", ha añadido.
El día del crimen
La asesina confesa de Marina se lo pensó mucho antes de dar el paso de reconocer lo que había hecho. La mató el 12 de abril de 2021, tras una discusión. Parece ser que la chica quería acabar con la relación sentimental que mantenía y Yasmina no lo aceptaba. Eso es al menos lo que mantiene la familia de la víctima.
En cualquier caso, la pareja vivía en una vivienda de alquiler en el número 10 del Camino de Pataura. El día del crimen al mediodía ellas discuten en el comedor de la casa. La autora del asesinato coge un cuchillo y le asesta "multitud de puñaladas" en diferentes partes del cuerpo.
El fiscal sostiene que durante la agresión Yasmina aumentó "inhumanamente y de forma deliberada" el sufrimiento de Marina, "causándole padecimientos innecesarios para el fin que se había propuesto". Después de matarla se duchó, se cambió y limpió la casa a fondo con lejía. No parece que en ese momento tuviera pensado confesar.

Quería ocultar el cadáver
Tanto es así que alrededor de las 17.00 horas sale de la vivienda en dirección al puerto de Motril, en busca de un amigo. A él no sólo le contó que había asesinado a Marina sino que además le pidió ayuda para enterrar el cadáver y juntos buscaron un lugar para hacerlo. El varón, con un 53% de discapacidad intelectual, se enfrenta a 15 meses de prisión por encubrimiento.
Yasmina se presenta el 13 de abril a las 14.50 horas en dependencias policiales de la localidad de Motril para confesar el crimen. Habían pasado casi 24 horas, pero inicialmente ella afirma que había ocurrido poco antes de que se dirigiera a la comisaría. Los agentes se desplazaron hasta el domicilio y confirmaron el hallazgo del cuerpo sin vida de Marina, envuelto en una manta y con evidentes signos de violencia.
Sánchez ya ha dejado claro que un medio crítico como este es un obstáculo. Nos halaga pero necesitamos tu ayuda para demostrarle que lo que dice es cierto. Hazte socio del Club LD.